Fútbol infantil. Endré Benedek

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Fútbol infantil - Endré Benedek Fútbol

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la prepubertad comienza una nueva etapa de desarrollo que todavía manifiesta considerables diferencias corporales entre los 12 y 14 años. Las proporciones corporales cambian como consecuencia del fuerte crecimiento, que puede causar trastornos en la coordinación motriz a corto o largo plazo. La edad de 12 a 14 años es la edad escolar, la etapa de la preparación específica. Esencialmente se emplean ejercicios, formas jugadas y partidos de entrenamiento con carácter competitivo que promueven el ejercicio aplicado y aumentan las experiencias. Se hace una enseñanza múltiple y variada con carácter futbolístico. Los niños aprenden a aplicar lo aprendido también en el partido. El desarrollo de la capacidad de juego del futbolista, la rápida percepción de situaciones y capacidad de actuación, la oportuna y rápida aplicación de lo aprendido son los objetivos fijados. En la edad de la pubertad son característicos la debilidad sentimental, la irritabilidad y el comportamiento absurdo. Por eso hay que tener en cuenta tratar a los jóvenes conforme a su edad. Para un trabajo eficaz con jóvenes de esta edad es de suma importancia la motivación dirigida. Mantener la alegría en un entrenamiento dirigido, la conservación del interés para nuestro deporte es imprescindible para la mejora continua del rendimiento. A esta edad actúan también de una manera motivante los resultados parciales alcanzados. También es importante que el grado de dificultad de las exigencias crezca de una manera sistemática, que no se les exija a los jugadores demasiado poco. Hay que estimular a los jugadores constantemente para que colaboren, para que actúen autónomamente y para que ellos mismos busquen las soluciones más eficaces. Con todo ello, un estilo autoritario tiene menos éxito que uno basado en la objetividad y en el compañerismo convincente.

      La tarea de esta fase de preparación consiste en consolidar más y en perfeccionar los elementos técnicos. Esto requiere su enseñanza bajo condiciones específicas de competición, o sea el empleo de ejercicios y formas jugadas muy exigentes con respecto a los mecanismos de decisión de los jugadores y a la velocidad de ejecución, con oposición activa de un contrario. Se recomienda la práctica regular de ejercicios técnicos obligatorios en la parte preparatoria de la sesión de entrenamiento.

      La ambición, la perseverancia, el afán de rendir, la creatividad, la lucha y la dureza en el duelo forman en el ámbito volitivo-moral la tarea principal de la labor educativa. En ello, los jugadores necesitan que se les ayude con mucha paciencia e intuición.

      El objetivo de la selección es detectar aquellos niños que tienen el talento que corresponde a las exigencias de este deporte. La selección sirve para escoger a niños que en el marco de la formación en las escuelas deportivas y en los clubs puedan ser preparados para el deporte de competición. Las escuelas deportivas y los clubs de fútbol tienen encomendada la tarea de formar la cantera, de crear las bases para una buena capacidad de juego y de preparar al futbolista para las competiciones de liga y los partidos de selección.

      La selección es un proceso permanente. En Hungría se divide en las siguientes fases:

      –primera clasificación

      –selección provisional (primera selección)

      –segunda selección.

      En el momento de la selección provisional, los niños se encuentran en una edad, en la que con mucha probabilidad todavía no se puede decidir si alguien es apto o no para el fútbol, ya que los niños disponen de distintas condiciones previas y no se pueden excluir los cambios de diferente índole en las distintas etapas de edad. Un pronóstico del futuro rendimiento es bastante incierto a causa de los parámetros de rendimiento motores, neuronales, fisiológicos y psicológicos que apenas se pueden determinar con exactitud a esta edad.

      Normalmente, la elección de un deporte está influenciada muchas veces por los amigos, una decisión de los padres, o simplemente casualidad. Naturalmente sería favorable que la decisión por un deporte no se dejase a la casualidad. No es decisivo cómo y por qué el niño ha llegado al fútbol, sino que el mayor número posible de niños lleguen a conocer y amar el fútbol, ya que de un mayor número se elige mejor a los más dotados y capacitados. Para eso, naturalmente, son necesarias unas organizaciones deportivas. Pero también existe el peligro de una especialización demasiado temprana. Ésta es la razón por la que los niños no deberían ser obligados unilateralmente después de la primera clasificación a jugar al fútbol. Un niño de seis a nueve años todavía no es consciente de sus capacidades y cualidades, y un talento tampoco puede ser detectado aún con toda seguridad por los padres y educadores. Es mucho mejor que el niño sea primero educado –sobre todo en el colegio–con varios deportes. De esta manera puede satisfacer también su afán de movimiento, recibe una formación más polivalente, y su experiencia motora y destreza (capacidad de aprendizaje motor), así como las cualidades psíquicas claramente reconocibles, aumentan la seguridad en la elección de un deporte. Si tiene talento y se siente atraído hacia el fútbol, la posibilidad de mantener la fidelidad a su deporte elegido, el desarrollo de su talento, son más elevados y el desarrollo de su talento transcurre conforme a sus capacidades.

      La primera clasificación debería efectuarse a la edad de 9 a 10 años. En esta edad el niño madura y puede adquirir en el entrenamiento de fútbol las bases del juego deportivo en el marco de un proceso de entrenamiento consciente. El éxito de la clasificación es tanto mayor, cuanto más niños a la edad de 7 a 10 años sean llevados al fútbol dentro de las formas de organización (fútbol escolar, actividad extraescolar) descritas en los capítulos anteriores.

      –Los clubs de fútbol deberían ofrecer a los niños, ya a la edad de 7 a 8 años, oportunidades de juego una o dos veces a la semana, ocuparse de la vigilancia e instrucción y organizar de vez en cuando partidos y torneos.

      –El entrenador de cantera del club tiene la tarea de mantener contactos continuos con los colegios de la localidad y ayudar en las actividades de fútbol extraescolares, para que los alumnos puedan participar en ellas con regularidad; también debería apoyar la organización de partidos y torneos en los colegios.

      –Con todo eso, la colaboración con los profesores de educación física adquiere una importancia particular. Se les puede pedir también apoyo mediato e inmediato para la dirección, organización y ejecución de los torneos.

      –También es importante incluir los padres aficionados al fútbol.

      –En la organización de la clasificación hay que tener en cuenta el mayor número posible de colegios y todos los alumnos en cuestión.

      Cuanto más compleja sea la clasificación tanto más seguras son las informaciones que se obtienen. La primera clasificación comprende los siguientes criterios:

      –Reconocimiento médico;

      –Control de las habilidades técnicas en el juego y en el dominio del balón (aquellos niños que disponen de una capacidad de aprendizaje motor superior al promedio son más apropiados);

      –Control de las cualidades tácticas (es decisiva la capacidad de saber escoger la más oportuna de varias posibilidades de resolución de problemas);

      –Cualidades físicas (en primer lugar la velocidad de desplazamiento así como la función y capacidad de adaptación del sistema car- dio-respiratorio);

      –Evaluación de las cualidades personales (con la ayuda del tutor o profesor de educación física);

      –Universalidad (rendimiento superior al promedio en varios deportes);

      –La capacidad de juego.

      Hay

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