El curioso caso de la especie sinnombre. Luis Javier Plata Rosas
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“Su continua misión: explorar extraños, nuevos mundos…”
Todo fan de Star Trek reconoce de inmediato las palabras con voz en off con las que inicia cada episodio de esta saga espacial, por lo que no es extraño que sirvieran de inspiración a los biólogos y trekkers Hannelore Hoch, Manuel Naranjo y Pedro Oromí durante su expedición a una cueva artificial (una mina de agua) localizada en las islas Canarias y en la que descubrieron una especie de insecto-hoja (un fulgoromorfo) cavernícola, Meenoplus roddenberryi, que es homónima del visionario creador de las aventuras de la tripulación del U.S.S. Enterprise.
De acuerdo con los biólogos aventureros, “Gene Roddenberry estaba fascinado por la exploración de lo desconocido, y estamos seguros de que habría estado encantado con el descubrimiento de la nueva forma de vida descrita aquí [en su artículo de 2012 que, en una forma no muy común en los títulos de publicaciones científicas, inicia con la frase: ‘Testigo de un mundo perdido’]”. Y es que, concluyen Hoch, Naranjo y Oromí, “buscar nuevas formas de vida […] viajando temerariamente a donde nadie ha llegado antes, aplica tanto al espacio como a la bioespeleología”.
Los españoles hacen justicia a su fama de estar entre los trekkies más apasionados, al menos dentro de la taxonomía, pues en 2009 otro equipo de paleontólogos no perdió la oportunidad de nombrar una especie de cangrejo ermitaño del género Annuntidiogenes, que vivió a mediados del Cretáceo en Navarra, al norte de España, como A. worfi, por el teniente Worf, “interpretado por el actor estadounidense Michael Dorn, uno de los principales personajes tanto en las películas de Star Trek (The Next Generation, Deep Space Nine) y en cintas subsecuentes basadas en The Next Generation, en referencia al ornamento arrugado de la región anterior gástrica”.
En un ecosistema muy, muy cercano…
En el mismo año en que finalizó la trilogía original de La guerra de las galaxias, los entomólogos Arnold Menke y David Vincent invadieron al nada polémico género de avispas Polemistus con homenajes cinematográficos como P. chewbacca, P. vaderi y P. yoda.
En 2005 Kelly Miller y Quentin Wheeler, también entomólogos, nombraron a un escarabajo Agathidium vaderi por la similitud entre su cabeza y el casco del villano Darth Vader; al parecer, sucumbieron al “lado oscuro de la Fuerza”, pues bautizaron a otros tres escarabajos como A. bushi, A. rumsfeldi y A. cheneyi en honor del expresidente, exsecretario de Defensa y exvicepresidente de Estados Unidos George Bush, Donald Rumsfeld y Dick Cheney —responsable este último de aprobar la llamada Iniciativa de Defensa Estratégica, popularmente conocida como Guerra de las galaxias—. Si no hay aún insectos, ni ninguna otra especie, bautizados como Jar Jar Binks u otros personajes de la segunda trilogía, no podemos culpar a los taxónomos, pero sí a George (Lucas, no Bush).
Darth Vader es, por lo visto, el personaje favorito de esta saga entre taxónomos: todo un género de ácaros lleva el nombre de Darthvaderum por Glent Hunt, quien asegura que pensó inmediatamente en él al ver la micrografía del bicho tomada con un microscopio electrónico. Adelomyrmex vaderi es una hormiga cuyo aspecto oscuro evoca al padre de Luke Skywalker, o por lo menos eso le parece a Fernando Fernández, nombre no científico del fan científico que la descubrió en 2003. Bajo el manto de Lord Vader se hallan también, por su color negro brillante/casco de Darth Vader, una libélula (Thricops vaderi), una avispa (Arketypon vaderi), un cangrejo (Garthambrus darthvaderi) descubierto en 2009, y un milpiés, hallado en 2010, cuyo escudo anal se parece al casco de este personaje. No debemos incluir aquí a dos especies de crustáceos (Pseudoaeginella vaderi y Epimeria vaderi), quienes en realidad homenajean a otro “Lord” homónimo al fílmico: Wim Vader, profesor de zoología.
Han solo es un trilobite —un organismo prehistórico— cuyo género, en rigor, no es un homenaje al personaje interpretado por Harrison Ford en La guerra de las galaxias, sino que hace referencia al grupo étnico han, originario de China, en tanto que solo se refiere a que es la especie fósil más antigua de la familia Diplagnostidae, en la que se hallan los trilobites. A pesar de tan fundamentada explicación, Samuel Tuvey, descubridor de esta especie en 2005, afirma que la más mundana verdad es que nombró al trilobite como Han Solo porque sus amigos apostaron que no se atrevería a usar a un personaje de una saga fílmica tan famosa.
Una especie de pez gato del río Gurupí en Brasil es tan parecido al cazador de recompensas Greedo de Rodia, que no hubo más remedio que llamarlo, desde 2015, Peckoltia greeedoi.
La casa en esta galaxia de los jedi, al menos de las hormigas de esta especie, se halla en la isla de Madagascar. Tetramorium jedi fueron bautizadas en 2012 “como los ficticios, nobles y sabios guardianes de la paz”.
La araña Apostichus sarlacc vive en refugios subterráneos, en el desierto de Mojave, que recuerdan las trampas de arena de la gigantesca criatura de las arenas de Taooine que conocimos en El regreso del Jedi y a la que honra desde 2012.
En 1919 Henry Suter escogió la palabra Urinatoria para un género de molusco bivalvo de las aguas de Nueva Zelanda. Durante mucho tiempo sus colegas supusieron que la razón de esta elección era el significado en latín del término (buzo, dado que se trata de un molusco acuático), pero en 1979 A. W. B. Powell reveló que Suter “solamente pretendía señalar que el espécimen original debió su descubrimiento al hecho de que fue lavado del lodo dragado, puesto en la cubierta del buque de investigación, por un método sugerido por la elección del nombre”. Dicho de manera más directa: alguien orinó para quitarle el lodo al molusco.
“Mucho que nombrar todavía tienes que”
Albunione yoda es un crustáceo parásito de un cangrejo de arena llamado Albunea groeningi en honor de Matt Groening, creador de Los Simpson (ver más en: “Un pariente de Tenazas, la langosta”, en este mismo libro). La especie “yodada” fue así bautizada por el mismo par de biólogos que descubrieron ambas en 2013 y quienes notaron un gran parecido entre las extensiones laterales y ligeramente curvas de la cabeza de la hembra del parásito y las orejas del maestro de maestros Jedi.
Como tal vez “una especie suficiente no es”, tenemos además un gusano bellota que habita en el norte del océano Atlántico, descubierto y recolectado del fondo marino en 2012, a 2 mil 500 metros de profundidad, por un sumergible operado de forma remota. Yoda purpurata no tiene orejas, pero sí una probóscide (un lóbulo en la parte anterior