Álvaro d'Ors. Gabriel Pérez Gómez
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[34] C. P., p. 5.534ss.
[35] Tampoco tenía ningún reparo en participar estas incapacidades a sus amigos: Tampoco soy capaz de manejar el fichero electrónico de la Biblioteca, a la que cada día voy menos tiempo; ni sé manejar un tocadiscos estereofónico que tienen mis hijas, y sigo con el viejo de mi despacho. Todo lo que sea cosa de manos me va mal, y, afortunadamente, todavía ando a gusto con la pluma (o bolígrafo) en la mano. Epistolario R. G., Pamplona, 15-X-1985. Según Rafael Gibert, Álvaro d’Ors prefería la pluma al bolígrafo porque decía que este último era demasiado rápido.
[36] Josep Puig i Cadafalch (1869-1956) ejerció la presidencia de la Mancomunidad de Cataluña entre 1917 y 1924, en que Primo de Rivera acaba con la institución.
[37] Epistolario R. G., Pamplona, 21-III-1995.
[38] El original está en catalán.
[39] La nota hecha pública por la Mancomunidad dice así: «No es exacto que la dimisión del señor d’Ors tenga su fundamento en una divergencia de ideas. La ocasiona una cuestión de prácticas administrativas: la divergencia de ideas no se ha presentado durante los dos años en que dicho señor ha formado parte del Consejo de Pedagogía, ni en los dos años y medio en que ha ejercido el cargo de director de Instrucción Pública de la Mancomunidad. La divergencia en las cosas de administración ocasionó el apercibimiento y voto de censura del Consejo por resistencia a justificar a través de un presupuesto un gasto a hacer para la instalación de la Biblioteca de Canet, inaugurada el pasado 8 de diciembre, y el acuerdo de una inspección administrativa en su departamento, votados por unanimidad, los días 3 y 4 del mismo mes respectivamente» [El original está en catalán]. Según el diario El Diluvio (11-I-1920), «la acusación es ésta: ‘Resistencia a hacer un presupuesto para la Biblioteca de Canet’. Es decir, resistencia a hacer un gasto... El Noticiero de ayer noche dice sobre esta cuestión: ‘Creyendo que, en la nota oficiosa facilitada a la prensa respecto a su dimisión de la Dirección de Instrucción Pública no había la necesaria diafanidad, el señor Eugenio d’Ors ha enviado al presidente de la Mancomunidad dos amigos en demanda de una aclaración terminante. Parece que en la nota decía el señor Puig i Cadafalch que el señor d’Ors dimitía por cuestiones administrativas, fórmula equívoca que este último no acepta’. Esta cuestión ha removido apasionamientos que seguramente darán motivo a fuertes polémicas entre nuestra gente literaria y política. Esperemos la respuesta que ha de dar el señor Puig i Cadafalch». Para este tema, vid. Guillermo DÍAZ-PPLAJA, La defenestració de Xènius, Ed. Andorrá, Andorra la Vella, 1967 y Enric JARDÍ, Eugeni d’Ors. Vida i obra, cit., p. 175ss.
[40] Vid. E. JARDÍ, Eugeni d’Ors. Vida i obra, cit. La misma idea sigue vigente 50 años después de la muerte de Xènius. Por ejemplo: «tomó la decisión de marcharse a Madrid. Y por despecho fustigó el catalanismo, cosa que transformó en odio la mucha envidia que se le tuvo, incluso por parte de quienes más le habían seguido. Y si bien su defenestración fue algo arbitraria, a d’Ors no se le perdonó su traición. Y la cosa todavía dura. Visto a distancia es posible que se equivocara al emigrar a la capital del reino. Mucho mejor le hubiera ido de haberse exiliado a París…». Oriol PI DE CABANYES, «D’Ors, medio siglo después», La Vanguardia, 22-IX-2004.
[41] C. P., p. 5.537s. «Querido Babo: ya sé lo mucho que te diviertes con el Abito y que juegas con Guillermo. Supongo debes ser cada día más bueno y que te preparas muy bien para tu 1ª Comunión...». Postal de María Pérez Peix, Madrid, 17-V-1923.
[42] C.P., p. 5.538. El autor de la imagen a que se refiere Álvaro d’Ors es Joan Borrell i Nicolau.
[43] Por ejemplo: «Acompañado de su familia, ha salido para Salzburgo (Austria) nuestro ilustre colaborador D. Eugenio d’Ors». ABC, 7-VIII-1923, p. 8. «Desde Barcelona han salido para Lausanne nuestro ilustre colaborador D. Eugenio d’Ors y su familia». ABC, 17-VIII-1924, p. 19 «Desde Barcelona se han trasladado a Cortina d’Ampezzo (Venecia Tridentina) nuestro ilustre colaborador D. Eugenio d’Ors y su familia». ABC, 15-VIII-1925, p. 16.
[44] Autoscopia, cit.
[45] C. P., p. 5.541ss.
[46] La violencia y el orden, Dyrsa, Madrid, 1987, p. 13-14. En el mismo sentido: [Sobre] la actitud política de mi padre ante los dos jefes militares que gobernaron en España. Ya lo he escrito en algún sitio: la noticia del golpe de Estado de Primo de Rivera nos sorprendió en Suiza (después de terminado el «Guillermo Tell» en Schafberg-alp, cerca de Saint Gilgen, en Austria), y recuerdo su comentario espontáneo: «A ver si se arregla España». Epistolario R. G., Carballedo, 4-VIII-1995. Refiriéndose al Nuevo Prometeo encadenado y al Guillermo Tell, Álvaro d’Ors dice que ambas obras corresponden al mismo momento biográfico, el exilio de Cataluña. Tell es un alegato anti-cantonalista, como el Prometeo es anti-burgués. El «enemigo» es el mismo: el cantonalismo-burgués. Epistolario R. G., Pamplona, 29-XI-1969. Vid. para este asunto el estudio preliminar de Rafael GIBERT al Nuevo Prometeo encadenado. Guillermo Tell, Magisterio Español, Madrid, 1970, así como su contribución al homenaje a Gonzalo Fernández de la Mora (“D’Ors durante la Dictadura, 1923-1930)”, en Razonalismo. Homenaje a Fernández de la Mora, Fundación Balmes, Madrid, 1995.
[47] Epistolario R. G., Pontevedra, 13-IX-1995.
[48] Por la mañana Paulis [Juan Pablo] y yo vimos gran parte de la Exposición (a pie). Por la tarde seguimos viéndola con Tío Fernando (en coche). La Exposición es formidable. Apuntes de un veraneo. 1929.
[49] Hay magníficos Rembrants, Van Meers, Rubens, Tintorettos, Tizianos y luego, como joya, la perfecta Madona Sixtina de Rafael, donde el maestro puso su máxima inteligencia unida al genio pictórico y estético. Apuntes de un veraneo. 1929. La referencia es al Museo de Dresden, que visita el 5-VIII.
[50] Me ha gustado mucho Il Allegro e Il Penseroso de Milton. Está bien esta expresión de “Where more is meant than meets the ear”. Apuntes de un veraneo. 1932. La expresión de John Milton («que dice más de lo que el oído percibe») es muy parecida a otra de Séneca (Epist. 114): «In quibus plus intelligendum est quam audiendum». También es muy significativo este otro pasaje: Martes 19. Por la mañana he traducido veinte versos de la Elegía III del L. IV de las Tristes y por la tarde doce versos más, pero no estoy contento, no sale bien. Sigo para no desanimarme, pero esta parte requerirá una traducción más seria. Por la noche he terminado la introducción al Catulo (edición de la Université de France, Budé) y las tres primeras poesías. Me encanta, y creo que siguiendo