Hablando claro. Antoni Beltrán

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Hablando claro - Antoni Beltrán

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el Dr. Sheldrake, manifiesta;

      «Que tanto los pensamientos como las palabras constituyen un medio ambiente que permea el planeta y pueden en cierta forma contaminarlo o, en su caso, motivarlo. Por cierto, esta fuerza es ajena a cualquier filtro moral o inmoral». (SIC).

      Esto se explica cuando el médico, con una actitud positiva, se persona ante el enfermo, con un pensamiento «proactivo», transmitiendo la seguridad que se va a sanar. Y ocurre, se cura con más rapidez que si no hubiera sido tratado por aquel clínico. Ahí me viene a la memoria una situación que me han explicado varias veces, se trata de lo siguiente:

      Una persona está aguardando en la sala de espera de un doctor, aquejada de un fuerte dolor en la espalda, de pronto oye su nombre y se dirige donde se encuentra la consulta y nada más sentarse delante del clínico, le han desaparecido todos los males, incluso el molesto dolor de espalda que motivaba la visita.

      No se puede negar que esta situación haya sido comentada por más de un asistente a una consulta. A quienes sufren una dolencia crónica les ocurre, cuando llega el día de la esperada visita, resulta que aquellas nuevas molestias que pretendían consultar han desaparecido por arte de magia. Estoy en la seguridad que muchos profesionales podrán pensar que eso es una reacción «psicosomática», y no digo que no pueda serlo. Pero, a los que crean eso, les rogaría que, a partir de ahora, pensaran en la posibilidad que ha sido por la influencia de su propia presencia o sus pensamientos. Eso mismo se podría extrapolar a lo que los antiguos sacerdotes, transformados en curanderos, realizaban. Cuando, creyendo que invocaban a los espíritus, lo que en realidad estaban desarrollando era esa «energía silenciosa» que estoy describiendo.

      Toda esta cuestión, explicada así, puede parecer de difícil aceptación. En este caso, me he limitado a transcribir una escueta ilustración de lo que representa la hipótesis al completo. Ya que, para tener una comprensión de la totalidad, se precisa un profundo y riguroso estudio de la teoría. Si bien, con esto, mi pretensión es dar a conocer los beneficios o los posibles perjuicios que puede ocasionar. No obstante, como ya he comentado, la energía en cuestión no reconoce la valoración de lo que está bien o lo que está mal. Empero, no solo se queda ahí, puesto que, de un modo más concreto, lo que esta teoría desprende «es la antítesis del mecanicismo que impera en la medicina y que tiene como compensación el desarrollo de esta “fuerza energética”, de los mencionados campos mórficos».

      ¿A dónde nos lleva todo esto? ¿A dónde pretendo llegar? ¿Acaso estoy insinuando que lo que se ha hecho hasta ahora en medicina no tiene ningún valor? Decididamente, no. «Soy un gran defensor de la medicina que se está practicando, a falta de otra mejor». Aun con todo, lo que no se tiene en cuenta, pese a las múltiples situaciones que se nos ofrecen, y a las cuales no les encontramos ninguna explicación, es darle la importancia debida a la influencia que tiene en la salud y en el bienestar de las personas «una psiquis favorable a la curación. O, cuando eso no es posible, a la prolongación de la vida y, en cualquier caso, a la paliación del dolor». Y ahí es donde reincido nuevamente, juegan una parte determinante los campos morfogenéticos.

      Toda esta explicación, para algunos podrá resultar irrelevante o, por el contrario, compleja. Cierto es. Pero eso podrá ser debido al temor inconsciente que un cambio de esta magnitud pueda plantear. Y eso, comporta el rechazo que se puede manifestar de las dos maneras indicadas.

      Los campos morfogenéticos son ampliamente discutidos en simposios, así como en publicaciones por distintos especialistas. Ahora bien, creo preciso aclarar que alrededor de esta teoría que forma parte de los comportamientos subatómicos han aparecido una serie de individuos que, sin ningún tipo de preparación, la utilizan distorsionándola. Por ello, el contenido, ya de por si complejo y extraño, lo confunden de tal forma, que cualquier lector ajeno a él puede pensar que todo es lo mismo.

      Por lo que, en el caso que, se busque ampliar la información, se debe tener en cuenta esta indicación.

      Todo esto me recuerda a unas palabras del físico y matemático Max Planck (1858-1947), considerado el padre de la teoría, que se expresó con esta lapidaria frase:

      «La ciencia avanza de funeral en funeral».

      Con esto, estaba aseverando que, cuando una generación es sustituida por la próxima es el momento que se regeneran las nuevas teorías que vienen a sustituir a las antiguas. Pese a que algunos, como es evidente, se aferran a lo de siempre. Es significativo que se ha de poseer un gran talento para ser capaz de cambiar de opinión, en lugar de mantenerla contra viento y marea.

      Y ahora no quisiera finalizar sin hacer dos reflexiones y una indicación:

      La primera, es recordar uno de los preceptos que antes indicaba: «el médico tiene la obligación de estar informado de todos los conocimientos que puedan estar a su alcance». Eso, a pesar de que reconozco lo complicado que lo tiene, por lo atareado que está, pero acogiéndome a la frase bíblica para que se pueda comprender mejor;

      «Para ver, se ha de creer».

      Y la segunda, además, incluye una cuestión. Cada vez hay más científicos que se preguntan: «¿puede ser el universo fruto de la manipulación de nuestra propia conciencia?». Y si fuera así, ¿en qué forma afectaría a la medicina? La respuesta, tal vez, se pueda encontrar en esa fuerza energética que hemos estado estudiando.

      Por último, debo significar la importancia que tiene en el médico su «capacidad de impartir empatía», de acuerdo como ya he citado. Y eso es lo que motiva el próximo capítulo.

      13. En el capítulo 4 «El Homo medicus narcisista» abundo en esta información para una mejor comprensión del lector de lo que deseo exponer.

      14. Interpretación del éxito, en los capítulos 15 y 16 se desarrolla ampliamente la importancia que adquiere el modelo mental en el proceder de las personas. Ofreciendo una información previa diré que, independientemente de la genética, proviene de la influencia de padres o tutores.

      15. En Del hechicero a la medicina actual hay un amplio capítulo de la historia de la medicina, donde se explican algunos particulares de aquellos lejanos tiempos.

      16. Obviamente, evito el análisis de cualquier motivo de dolencia, ya que este estudio no posee criterios para cuestionarlo.

      17. Del hechicero a la medicina actual, en el capítulo 13: «Las dudosas ciencias de la psiquiatría y la psicología», ya fundamento mi opinión sobre estas dos supuestas ciencias que se practican en Occidente

      18. Interpretación del éxito, en el capítulo 1: «La medicina a través de la historia», ya expongo con sobrados detalles la situación de aquellos desgraciados tiempos para la civilización.

      19. Interpretación del éxito, en el capítulo 12: «La sincronicidad inconsciente», se desarrolla esta evidencia como algo, que todos percibimos.

      20. Del hechicero a la medicina actual, en capítulo 18: «Espacios y entornos médicos», ya plantea la importancia que podían adquirir las instalaciones, vertiendo varias ideas al respecto. Ahora, expongo las razones basadas en la

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