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El Arte de Imprimir, de tipógrafos, fue la segunda sociedad obrera en ingresar en la UGT en este nuevo período. Volvió a reorganizarse como sociedad de resistencia en diciembre de 1901 y en abril de 1902 acordó ingresar en la Federación Tipográfica y por consiguiente en la UGT.86 Los tipógrafos almerienses volvían a retomar el hilo conductor que les unió a la Federación Tipográfica a principios de los años ochenta. En agosto de 1902 una nueva sociedad, la de Constructores de carruajes que acababa de constituirse en mayo de aquel mismo año, ingresaba también la UGT.87
A pesar de la vinculación que el movimiento societario de finales de siglo tuvo con la Agrupación Socialista, pocas sociedades ingresaron en la UGT. Su debilidad organizativa y económica y la pervivencia del espíritu gremialista hacían que las sociedades recién constituidas fuesen reticentes al ingreso en la UGT, salvo en las que sus socios estaban claramente posicionados con el socialismo como es el caso de la sociedad de panaderos. En octubre de 1902, de las once sociedades que existían en la capital tan sólo las tres señaladas, que no eran precisamente las más numerosas, estaban integradas en la UGT.88 Una vinculación que duró poco tiempo para las sociedades de panaderos y constructores de carruajes, pues fueron dadas de baja por el Comité Nacional en enero de 1903 por no haber satisfecho las cuotas.89
En 1904 ingresaron en la UGT la Sociedad de Obreros en Hierro, la sociedad de obreros agrícolas de Almería La Aurora, y la Sociedad de Obreros Mineros de Gérgal titulada Despertar Obrero. La primera de ellas, tras pasar por una gran inestabilidad a lo largo de 1903 y primeros meses de 1904 como consecuencia de los cambios de dirección —de anarquistas y republicanos a socialistas— y del fracaso de una larga huelga en los talleres de la Compañía del Sur de España, decidió ingresar en la Federación de oficio y en la UGT.90 La sociedad de obreros agrícolas La Aurora fue uno de los bastiones más firmes de la UGT en la provincia de Almería hasta la II República. Se había constituido a finales de 1903 impulsada desde el Círculo Republicano. En marzo de 1904 cuando acordó vincularse a la UGT contaba con unos 600 socios. A lo largo de su vida organizativa tuvo varias reorganizaciones e integró a agricultores y jornaleros del barrio del Zapillo y del Barrio Alto y llegó a tener secciones en El Alquián, La Cañada y los pueblos cercanos a la capital como Huércal, Pechina, El Chuche y Viator. La UGT había dado un paso decisivo para penetrar en el campo en los congresos de 1899 y 1902 al tomar la resolución de ayuda a los aparceros y arrendatarios. Desde su sede, ubicada en el domicilio social de la sociedad de albañiles 1º de mayo, se desplegó la campaña contra la crisis de subsistencias lanzada por la UGT y el PSOE a finales de 1904. Y desde sus secciones de los pueblos del río Andarax se irradió el PSOE en los pueblos cercanos a la capital.
Con el ingreso de la sociedad de mineros El Despertar Obrero de Gérgal —contaba con 250 socios— en diciembre de 1904, la UGT penetró en la minería almeriense. Una implantación paulatina, con avances y retrocesos, que se fue plasmando junto al PSOE a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XX91 en la cuenca minera de Serón-Bacares y en la cuenca de Sierra Almagrera después de la visita de Pablo Iglesias a la zona en 1912. Sobre la sociedad de mineros de Gérgal se levantó la Agrupación Socialista a finales de 1905 y se creó un amplio espíritu societario en la zona minera, como se puso de relieve al pedir el ingreso en el PSOE la Sociedad Agrícola Minera de Olula de Castro en 1906.92 Una sociedad que no sólo atendía los problemas económicos de sus asociados, sino que abrió una escuela para dar clases diurnas y nocturnas a los mineros y a sus hijos y tomó parte activa a través de mítines contra el impuesto de consumos o contra la carestía de las subsistencias.93
Hasta 1910 las sociedades vinculadas a la UGT fluctuaron entre cuatro y cinco y con un número de obreros federados que oscilaba entre 650 y 800, teniendo el grueso de la afiliación entre los mineros de Gérgal, los campesinos de La Aurora, la sociedad de Oficios Varios de Alhama94 y los barrileros, alpargateros y panaderos de Almería. En 1910 la vinculación a la UGT de las sociedades obreras almerienses experimentó un bajón al quedar reducidas a dos secciones y a 320 obreros federados. La UGT sufría también la crisis del obrerismo provincial.95
11. A MODO DE EPÍLOGO
El socialismo almeriense entra en una nueva etapa a partir de 1904. Había logrado recuperar la dirección de la Federación y dirigir el nuevo Centro Obrero, pero ya no estaban solos en la política obrera. Los republicanos habían conseguido en estos años un hueco entre los trabajadores y los anarquistas que, a pesar de ser pocos, tenían a través de El Radical una tribuna permanente que estuvo vetada durante unos años a los socialistas. En este clima de poco entendimiento y de confrontación con los republicanos era lógico que la Agrupación Socialista de Almería, siguiendo a Pablo Iglesias, se pronunciara en contra de la coalición y alianza con los republicanos cuando fue sometida a votación la propuesta de la Agrupación Socialista Madrileña favorable a la alianza republicano-socialista96. No obstante, en el socialismo almeriense surgieron voces de destacados militantes como Tomás Alonso haciendo público su voto favorable a la alianza con los republicanos. Se situaba en la perspectiva de la política práctica que tanta falta hacía al socialismo almeriense para terminar de despegar.
Sus hombres, sus propagandistas volvían a ser Antonio Marín Durán, Francisco Vicente Rivas, Antonio Hernández, barbero de la Almedina, Miguel Cruz Maldonado, Tomás Alonso que, a pesar de sus divergencias en relación con la política de alianzas y seguir defendiendo en minoría la coalición con los republicanos, continuaba trabajando en la Federación pues el socialismo seguía siendo su «delicioso sueño, la bella Dulcinea de sus amores», Pedro Ortuño a quien se le encargó la tarea de hacer provincial la Federación, Bernardo del Águila, presidente y fundador de La Aurora, etc. A ellos se unió una nueva generación encabezada por Daniel Moya, José Cabrerizo, los jóvenes socialistas José Vizcaíno Gómez y Juan Segura Verdegay, y los socialistas de Gérgal Cornelio Callejón y Gregorio Carreño.
Sus nombres se unirán a los viejos y nuevos espacios de encuentro societario y de lucha obrera y política. A las huelgas del Puerto de Almería, de barrileros, panaderos y metalúrgicos de la capital que siguieron protagonizando el conflicto social, ahora se vincularán las de La Unión Ferroviaria y sobre todo las huelgas de las cuencas mineras de Gérgal y Serón en plena expansión por la explotación de la minería del hierro.
La nueva etapa abrió espacios políticos de coincidencia entre republicanos y socialistas como la protesta contra la guerra de Marruecos o la crítica al Gobierno de Maura que mejoraron las relaciones de ambas fuerzas políticas en Almería. Los acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona terminaron por dar un giro estratégico a la actitud oficial socialista e hicieron posible la Conjunción con los republicanos en 1909, emprendiéndose un proyecto que buscaba la modernización de España y las mejoras en la vida de los obreros.
CAPÍTULO 2 EL PARTIDO SOCIALISTA EN EL PRIMER CUARTO DE SIGLO XX
MARÍA ISABEL RUIZ GARCÍA*
Los primeros pasos del socialismo almeriense tienen lugar en los últimos años del siglo XIX, los impulsores serán algunos socialistas llegados de otras provincias, como el barrilero Rafael Salinas, que procedía de Málaga. Esta ideología calará pronto entre los almerienses, sobre todo entre los obreros de los oficios más representativos de la ciudad como eran los barrileros y los trabajadores del puerto.