Las contradicciones de la globalización editorial. Johan Heilbron
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[66] Reynaud-Crescent, «L’évolution du système éditorial français», 35-38.
[67] Schiffrin, L’Édition sans éditeurs, 45-62.
[68] Guillou y Maruani, Les Stratégies des grands, 163-169.
[69] Ibid.
[70] Jean Peyrelevade, Le Capitalisme total (París: Le Seuil, 2005).
[71] Jean-Yves Mollier, «Un siècle d’édition des Goncourt», en Les Goncourt dans leur siècle: Un siècle de «Goncourt», dirigido por Jean-Louis Cabanès, Pierre-Jean Dufief, Robert Kopp y Jean-Yves Mollier (Villeneuve-d’Ascq: Presses du Septentrion, 2005), 409-421.
[72] Rebiscoul, «Le jeu de dupes», 23-37.
[73] Ibid.
[74] Que el accionista gestione directamente su portafolio o confíe su cuidado a un fondo de pensiones no cambia los hechos. Los fondos de pensiones estadounidenses administraban, por cierto, el 30 % de los capitales bursátiles del país antes de la crisis del verano del 2008, lo que demuestra bien la tendencia, a saber, una administración más colectiva o indirecta de los portafolios que individual y directa.
[75] Rebiscoul, «Le jeu de dupes», 25.
[76] Ibid.
[77] Schiffrin, L’Édition sans éditeurs.
[78] Rebiscoul, «Le jeu de dupes», 31.
[79] Peyrelevade, Le Capitalisme total; Yann Moulier Boutang, «Nouvelles frontières de l’économie politique et du capitalisme cognitif». Écarts d’identités, n.º 3 (2003): 121-135.
[80] Jean-Yves Mollier, L’Argent et les Lettres: Histoire du capitalisme d’édition (París: Fayard, 1988), 279-297.
[81] Jean-Yves Mollier, «Jean-Baptiste Baillière, un éditeur homme d’affaires», en Jean-Baptiste Baillière, éditeur des livres médicaux et scientifiques, dirigido por Danielle Gourevitch (París: De Boccard, 2006).
[82] Ibid.
[83] Ibid.
[84] Arnaud Lagardère ha hablado bastante sobre este punto; véase, por ejemplo, la entrevista que le concedió al periódico L’Humanité, titulada «Notre stratégie n’est pas financière, mais industrielle» (15 de septiembre del 2000).
[85] Esto permite obtener un retorno más rápido de la inversión, ya que los intereses de la deuda son deducidos del beneficio antes de impuestos, pero esto hace que la firma comprada sea extremadamente dependiente del único criterio financiero de su gestión.
[86] Jean-Yves Mollier, «Les tentations de la censure d’hier à aujourd’hui», en Où va le livre?, 205-210.
[87] Ibid., 208; véase el artículo de Marie-Josée Hazard en Témoignage chrétien, 23 de noviembre de 1987.
[88] Schiffrin, L’Édition sans éditeurs, 49.
[89] Ibid., 76.
[90] Ibid., 75.
[91] André Schiffrin, Le Contrôle de la parole (París: La Fabrique, 2005). Hay que anotar que el autor pasa por alto la diferencia observada en la orientación de Lagardère Groupe entre Jean-Luc y Arnaud Lagardère. Este parece querer retirar progresivamente su capital de eads, al igual que de Airbus y de los helicópteros de combate, para centrarse en los medios, lo que no se corresponde con el análisis de André Schiffrin.
[92] Mollier, «L’évolution du système éditorial français».
[93] Schiffrin, Le Contrôle de la parole, 58-59.
Las contradicciones de la coedición internacional: de las prácticas a las representaciones94
Hélène Buzelin
En los tiempos de la «globalización» editorial, ¿los saberes sobre la edición se internacionalizan?
En el 2002, las Actes de la recherche en sciences sociales consagraron, consecutivamente, un número especial a los intercambios literarios internacionales (n.º 144) y otro a la circulación internacional de las ideas (n.º 145). Mientras que el primero revelaba la importancia de la traducción en la formación de los campos literarios nacionales y proponía un modelo que diera cuenta de la dinámica de estos intercambios a escala mundial, el segundo presentaba un artículo de Pierre Bourdieu en el que exponía los múltiples factores que obstaculizan hoy en día la circulación internacional de los saberes:
A menudo se cree que la vida intelectual es internacional de manera espontánea. Nada más falso. La vida intelectual es el lugar, como todos los espacios sociales, del nacionalismo, y los intelectuales involucran, casi tanto como los demás, prejuicios, estereotipos, ideas preconcebidas, representaciones someras, muy elementales, que se alimentan de los accidentes de la vida cotidiana, de las incomprensiones, de los malentendidos, de las heridas (por ejemplo, las que puede infligir al narcisismo el hecho de no ser conocido en un país extranjero)95.
Cualquiera que sea la orientación disciplinaria (economía, sociología, historia o traductología), los estudios sobre la edición participan en la producción de conocimientos y, a priori, no están exentos de estos nacionalismos que, según Bourdieu, moldean con mucha frecuencia la vida intelectual. El mundo de la edición se internacionaliza, pero ¿sucede lo mismo con el campo de saberes del que es objeto?