Gobernanza china. Tyra Diez Ruiz
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Gobernanza china - Tyra Diez Ruiz страница 2
«BUENOS HERMANOS»
«UN MATRIMONIO DE ORO Y JADE»
DOS VIEJOS AMIGOS PERUANOS DEL PUEBLO CHINO
LOS SOLDADOS POR LA LIBERTAD AÚN CANTAN CANCIONES REVOLUCIONARIAS
UN GRUPO DE MADRES CHINAS Y AMOR DE ÁFRICA
EL INOLVIDABLE PROFESOR COLIN MACKERRAS
UN BRASILEÑO CON ALMA CHINA
UN RESTAURANTE ÁRABE EN YIWU
MEDIO SIGLO EN BUSCA DE SU MADRE
«SANGRE DE PANDA» PARA LOS AMIGOS CHINOS
EL GUSTO DE GANAR TODAS LAS MEDALLAS DE ORO
LA LUNA DE MIEL AFRICANA DE UNA PAREJA CHINA
2. HISTORIAS SOBRE LAS RELACIONES ENTRE PAÍSES: «LA ARMONÍA ES VALIOSA EN LAS FORMAS
LA AMISTAD SINO-IRANÍ EN LA RUTA DE LA SEDA
LA ESTATUA CONMEMORATIVA DE DENG XIAOPING
EL VERDADERO «HIERRO PAKISTANÍ»
MECÁNICA NEWTONIANA
«LA PROFUNDIDAD DE UN RÍO SE REMONTA A SU ORIGEN»
LA AMISTAD QUE FORJÓ EL TREN TAZARA
«LLAVES DORADAS» DE MUSCATINE
3. HISTORIAS SOBRE INTERCAMBIOS CULTURALES: «LAS COSAS NACEN PARA SER DIFERENTES».
CHINA A OJOS DE UNIVERSITARIOS SINGAPURENSES
EN BUSCA DE SHAKESPEARE
UN TRAGO DEL MOJITO DE HEMINGWAY
SUTRAS AL LOMO DEL CABALLO BLANCO Y EL VIAJE AL OESTE DEL MONJE XUANZONG
EL HOGAR CHINO DE TAGORE
LAS RELIQUIAS ESMALTADAS DEL TEMPLO FAMEN
BREVE HISTORIA DE INTERCAMBIOS ENTRE CHINA Y OCCIDENTE EN LA RUTA DE LA SEDA
LA CANCIÓN DEL PRESIDENTE YUDHOYONO
LA AVENIDA XIAN XINGHAI
4. HISTORIAS SOBRE EMOCIONES COMPARTIDAS: «LA DISTANCIA NO ES OBSTÁCULO PARA LOS VERDADEROS AMIGOS»
EL BARCO DEL TESORO DE ZHENG HE EN SINGAPUR
EL AMIGABLE PASADO ENTRE CHINA Y ESTADOS UNIDOS
LOS SOLDADOS EXTRANJEROS DEL EJÉRCITO DE LA OCTAVA RUTA
LA HIJA DEL MARISCAL CHINO EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN NAZI
LA LUZ DEL HUMANISMO ILUMINA LOS TIEMPOS OSCUROS
EL «TÉ CHINO» BRASILEÑO
5. HISTORIAS PERSONALES: UNA INTENCIÓN ORIGINAL INAMOVIBLE
LA TRANSFORMACIÓN DE LIANGJIAHE
LA VELADA DE YINGTAI
EL CIELO AZUL DEL FORO DE COOPERACIÓN ECONÓMICA ASIA-PACÍFICO (APEC)
GULING EN EL CORAZÓN
EPÍLOGO: El buen narrador de historias chinas
Prólogo:
Ilustrar el dao de la gobernanza contando historias
SER UN BUEN narrador es una peculiaridad que comparten políticos y pensadores ilustres de todos los tiempos y lugares, así como una habilidad extraordinaria propia de los líderes del Partido Comunista de China (PCCh). En Yan’an, en la ceremonia de clausura del VII Congreso Nacional del PCCh, Mao Zedong narró El viejo que movía montañas ante los representantes políticos que acudieron. Cuenta la historia de un anciano que cada día se dedicaba incansable a excavar dos grandes montañas frente a su casa, y tanto era su esfuerzo que logró conmover al mismo Dios, el cual envió a un inmortal para que le terminase el trabajo. Tomándola como metáfora, el presidente Mao ilustraba así que el PCCh podía, gracias a su incesante perseverancia, remover montañas, pese a que su dios no era otro que el pueblo chino, y las dos grandes montañas a batir, el feudalismo y el imperialismo.
Xi Jinping es también un gran narrador, capaz de transmitir un hondo y conmovedor significado en todas sus apariciones públicas, ya sea en los discursos del congreso, charlas académicas, comparecencias internacionales o en los artículos que publica en los medios. Sus historias son vívidas y concretas, populares al mismo tiempo que profundas, imbuidas de la sabiduría y fuerza propias de China, mientras que reflejan una profunda conciencia humanista y una filosofía que caracterizan un brillante estilo de liderazgo.
Toda historia entraña un sentido. En 2013 y 2014, en las fiestas que conmemoraban la fiesta de la juventud del Cuatro de Mayo, Xi Jinping acudió a seminarios con los representantes juveniles, donde les contó cómo en sus años mozos, cuando fue enviado al campo para unirse a las brigadas de producción, andaba hasta treinta li (unidad de longitud tradicional china que equivale a 500 metros) para poder tomar prestado un libro, y poder leer una vez terminada la jornada pastoreando el ganado y cavando la tierra. Con esto los animaba, a través de su propio ejemplo, a aprovechar al máximo su tiempo dedicándolo al cultivo de uno mismo. En lugar de contar grandes narraciones históricas de famosos personajes, el presidente recurrió a su propia experiencia para transmitir de un modo mucho más honesto, vívido e