"Quiero escribir mi historia". Pablo Francisco Di Leo

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de las desigualdades entre los sexos conlleva la delimitación de lo público y lo privado y los valores asociados a dicha división de esferas. En contextos socioculturales donde prima la regla heteronormativa,8 lo privado es el lugar de los afectos y de la intimidad, lugar privilegiado de lo femenino, mientras que en lo público, vinculado a lo social como contraposición a lo íntimo, habitan valores relacionados a la eficacia y la productividad, asociados a lo masculino (Lamas, 1996; Fernández, 1994; Jones, Figari y Barrón López, 2012). De tal forma, quedan instituidos escenarios contrapuestos en una lógica dicotómica, que en ocasiones alimenta debates en torno a lo tradicional o lo moderno de las formas vinculares y de los supuestos morales que las sustentan.

      Nuestros hallazgos nos muestran una complejidad de situaciones que desbordan los planteos que parten de supuestos anclados en la díada tradicional/modernidad. Con relación a la configuración de lo masculino y lo femenino, retomamos dos aspectos de un mismo fenómeno que ya hemos analizado previamente: en contextos de privatización de los cuidados se produce una expansión de la intimidad donde se observan desplazamientos de incumbencias entre lo tradicionalmente entendido como íntimo/social o privado/público. En escenarios como los descriptos, estas distinciones conceptuales pierden algo de su poder explicativo, ya que parte del andamiaje institucional que sostenía las distinciones entre aspectos privados y públicos se ha desarticulado, dando lugar a otras formas de intervención institucional por fuera de esta lógica.

      Al analizar las variantes de cuidado y protección mostramos cómo las figuras de protector/protectora emergían como variantes de cuidado sostenidas en el ideal protector. En el caso del hombre protector, se conjugan determinados aspectos que tienen como centro la garantía de seguridad, de estabilidad y de presencia estoica. Señalamos al respecto algunos ejemplos en nuestras entrevistas de cómo esta figura del hombre protector se manifiesta en los relatos de los jóvenes varones; dimos el ejemplo del “buen partido”. En este sentido, el ideal del cónyuge protector es un verdadero imperativo normativo que se expone en las biografías de los jóvenes. sobre todo por las imposibilidades de asumir los mandatos que el rol/figura conlleva. Por su parte, la figura de la mujer protectora la describimos en su rol de madre y cuidadora, aquella que por amor se rescata y permite el rescate. Su protección se encuentra primordialmente dada por ser un ancla existencial para el otro, un refugio, al mismo tiempo que el otro permite la construcción de ese soporte. Sin embargo, y a pesar de que las figuras del protector/protectora encuentran sustento en el mismo ideal conyugal, su contribución a dar forma y base a la división social de géneros es diferente. En los relatos biográficos el protector se expone como figura en la imposibilidad de llevar adelante sus mandatos de seguridad y sustento, aspectos que referencian a lo tradicionalmente social, público y masculino. La desvinculación de los jóvenes con experiencias laborales, sobre todo en los barrios populares, es parte de una realidad consciente para cada uno de ellos. Al contrario, el rol de la protectora parece ampliar su margen de acción e incumbencia, y su emergencia parece manifestarse por su capacidad exitosa, aunque no duradera ni estable, de protección. Aspectos y problemáticas de índole pública, y sus expectativas de resolución, son incorporados por la vida íntima, escenario asociado a lo femenino. Estas transformaciones en las formas de vincularse modifican y difuminan las fronteras alguna vez más precisas entre las esferas de lo público y lo privado, lo íntimo y lo social. La continuación sobre nuevas bases de la habitual y tradicional separación en esferas espaciales y relacionales de lo masculino y lo femenino puede ser una indagación que dé paso a una pregunta sobre aquellas configuraciones conyugales y de pareja que intentan armonizar, de manera contradictoria, los supuestos e ideales de pareja a que los individuos recurren.

      En la cancha igual soy otro, no podés ser un pibito, así, como soy con los pibes, ¿entendés? Tenés que tener otra actitud […] la actitud de que por más que no te tengás que pelear, te vas a pelear.

      Ella [su novia] me dice: “Ya […] no sos un pibito de trece, catorce años para estar en la esquina, qué sé yo, tomándote una cerveza o una Coca”. Cuando tenés doce, trece años, bueno, la gente lo ve como que, bueno, está yendo a la escuela, sos un pibito que va ahí porque, qué sé yo, porque es tu edad, estás en la edad de la boludez, todo eso, pero vos ya tenés casi diecinueve años, la gente te ve desde siempre te vio ahí, ya va a pensar que sos un vago, que no hacés nada. Vos no trabajás, no vas a la escuela, trabajás de vez en cuando pero la gente debe pensar, los de tu barrio, por más que te quieran, todo, ya deben pensar que sos un vago, que no vas a ser nada, porque te ven en la esquina, siempre en la esquina, desde chico ya. (Purly)

      De este modo, en estos relatos sentidos subordinados encontramos masculinidades desajustadas en referencia al ideal masculino moderno que dejan traslucir, por un lado, la incomodidad que ello genera, la dificultad para adaptarse a estos modelos y, en consecuencia, la necesidad de ir generando espacios más dinámicos y flexibles que se ofrezcan como soportes más amables para la vida.

       Para seguir pensando

      En los relatos biográficos de los jóvenes entrevistados fueron señalados como acontecimientos significativos muchas instancias que hacían expresa referencia a relaciones cercanas e íntimas, rupturas e inicios de pareja, relaciones familiares, etc. Los relatos construidos en el momento de narrar esos puntos de inflexión nos permiten observar las tensiones que sostienen los entramados existenciales y materiales de los jóvenes, esas redes que les permiten habitar su mundo. Los refugios afectivos se constituyen como soportes que brindan guías de sentido en un mundo que se presenta

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