"Por una merced en estos reinos". Carolina Abadía Quintero
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La fuente histórica que sirvió como punto de partida para comprender las carreras eclesiásticas de obispos y prebendados fueron las Relaciones de méritos y servicios, documentos, que, como afirma Murdo Macleod,11 revelan las pertenencias familiares, los estudios, los cargos y los servicios prestados a la Corona para adquirir del rey una merced, un cargo o una promoción. Sin embargo, no son suficientes los datos que brindan, pues, para componer las biografías colectivas de los sujetos de estudio, fue necesario analizar un amplio grupo de documentos que brindaron información a veces fragmentada pero suficiente para definir desde dos perspectivas, la primera individual casi biográfica y la segunda colectiva, los perfiles de una corporación y de sus integrantes. Estos documentos de trabajo, aparte de las Relaciones de méritos y servicios, fueron las Informaciones de oficio y parte, las Consultas del Consejo de Indias, las reales cédulas de nombramiento y confirmación de cargos, los expedientes de nombramiento, las correspondencias, los expedientes de información y licencias de pasajeros, y los memoriales, que, junto con la revisión del Registro eclesiástico del Perú, el Registro eclesiástico general, los diccionarios genealógicos y las diversas fuentes impresas de la época estudiada, permitieron conocer los lugares de procedencia, la información genealógica, los méritos literarios y eclesiásticos, los servicios prestados a la Corona, los puestos eclesiásticos y civiles ocupados, y los argumentos que llevaron a los que fueron integrantes del cabildo catedral u obispos de Popayán a pedir una promoción o a ser ascendidos en la estructura de la Iglesia católica.
Para lograr que esta información tuviera relevancia desde la doble perspectiva propuesta (individual y colectiva), se apeló a la realización de prosopografías, método definido por Lawrence Stone como “la investigación retrospectiva de las características comunes a un grupo de protagonistas históricos, mediante un estudio colectivo de sus vidas”.12 El trabajo con el método prosopográfico obliga al investigador a no perder de vista la relación de los sujetos de estudio con su contexto, que es uno de los riesgos que se deben enfrentar al estudiar rasgos y características individuales; para equilibrar esta dificultad dentro del análisis histórico, se optó por, primero, trabajar desde el enfoque relacional,13 que evidencia las relaciones de los sujetos de estudio con su medio, y segundo, con las redes complejas, que posibilitan el estudio de estos vínculos en contextos y problemas históricos amplios.
Para el primer capítulo en que se trabaja el cursus honorum de los capitulares del cabildo catedral de Popayán, la información y los datos personales que brindaron las fuentes históricas fueron organizadas para dar cuenta tanto de los acontecimientos personales de estos sujetos como de su actuar como parte de una corporación. Para lograrlo, fue indispensable recurrir al método prosopográfico, cuya definición se presentó con antelación, que brindó la guía para sistematizar las fuentes históricas y redactar perfiles individuales de los capitulares payaneses. Además, fue posible identificar recurrencias en algunos datos, ligadas más a las procedencias familiares, a los argumentos para pedir una promoción y a ciertas características de la planta catedralicia, pero también exponer algunos acontecimientos únicos de la vida de los capitulares que son resaltados. ¿Cómo lograr que la suma de sesenta y cuatro historias individuales adquiera una perspectiva colectiva?
La solución a este problema, en el caso de los capitulares, se dio vinculándolos con el ejercicio de su prebenda, es decir, estudiando otra fuente histórica, en este caso, las actas capitulares del cabildo eclesiástico de Popayán que evidencian la cotidianidad de la corporación, las responsabilidades asumidas por los prebendados, los conflictos en que fueron protagonistas, su cohesión como élite y grupo de poder. Se manejó una doble perspectiva que destaca las características particulares de cada cursus honorum, pero también los roles y las interacciones corporativas entre los capitulares del cabildo catedral de Popayán. Así, los vínculos colegiados de los capitulares y su movilidad, y la de sus familiares permitieron, entonces, la redacción de una prosopografía relacional en que se ponen en evidencia las múltiples relaciones que establecen los individuos,14 con la que fue posible caracterizar un tipo de élite regional e indiana.
Este acercamiento a la prosopografía y las biografías colectivas obligó a determinar variables de análisis que están en correspondencia con los datos ofrecidos por las fuentes históricas consultadas. Estas variables fueron origen geográfico, origen familiar o social; estudios y formación; cargos anteriores a su llegada a Popayán; memorias familiares; promociones eclesiásticas, y cargos ocupados.15 Sin embargo, el tipo de fuentes estudiadas no permitió identificar rangos de edades, ni tener una información más amplia sobre los estudios realizados por prebendados y obispos, por lo que fue muy parcializado el análisis de estos datos; caso contrario se presentó con el estudio de las carreras episcopales, las cuales se pudieron definir en su gran mayoría. No sobra decir que la revisión de distintos trabajos dedicados a la presentación de biografías colectivas de grupos eclesiásticos permitió reconocer que estos se centran en las variables de análisis aquí propuestas, circunstancia que demuestra el alcance del método prosopográfico para caracterizar la identidad de un grupo de poder.16
El segundo capítulo dedicado a las biografías de los obispos Del Valle, González de Mendoza y Bernaldo de Quirós, la biografía colectiva, se construyó en dos perspectivas referidas al abordaje de las fuentes históricas: la primera retomó dos unidades documentales, la Relación de méritos y servicios y el testamento, que permitió la ubicación del sujeto en los espacios público y privado, con lo cual se desentrañó el universo de las actitudes y prácticas eclesiásticas; la segunda, dado que no se hallaron los dos documentos mencionados, rastreó de manera residual las descripciones y percepciones formadas alrededor de los sujetos de estudio, así como los rastros de su carácter en la palabra escrita en cartas, informes y correspondencias. Ambas perspectivas fueron conjugadas con los datos biográficos, que fue posible encontrar en memoriales, genealogías e historias del obispado de Popayán. Así, la riqueza de rasgos biográficos de cada obispo estudiado estuvo determinada por los documentos que permitieron, en mayor o menor medida, identificar cada personalidad e impronta histórica.
Macleod17 menciona que el estudio del ascenso en la monarquía hispánica es posible a partir de un tipo documental ya mencionado: las Relaciones de méritos y servicios. En estas, a partir de la información personal, genealógica y religiosa que era validada de manera escrita por algunos testigos que debía el postulante presentar y comprobada por las audiencias, es posible dar cuenta, en el caso de los eclesiásticos, de sus grados, su aprendizaje, su posición institucional, su presencia en redes y o clientelas que consolidaban ciertos favoritismos que podían tener resonancia en audiencias y cortes, su participación en diversos proyectos de índole religiosa, en fin, de su cursus honorum. Servicios y méritos debían ir junto con otro tipo de testimonios referidos a:
• La limpieza de sangre que probaba la pertenencia a familias de cristianos viejos, primer requisito para lograr una promoción.
• Los méritos literarios que incluían los estudios realizados, la institución y el grado obtenido.
• Una conducta arreglada referida al comportamiento ejemplar alejado de rumores y escándalos, y al trato dado a pares y feligreses.18
• Méritos eclesiásticos basados en el buen cumplimiento de sus responsabilidades religiosas.
La probanza de los méritos de un postulante pasaba inicialmente por la comprobación de su genealogía y el honor de su linaje, lo que se traduce en la limpieza de su estirpe familiar de cualquier tipo de presencia mora, judía, negra o conversa. Así es como clérigos y prebendados