El misterio del tatuaje flotante. MJ Villamancebo
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El hizo un pequeño movimiento y ella se separo de él. -¿Te duele? -dijo ella señalando el tatuaje del pecho.
-No. Solo un poco incomodo, no quiero mancharte de la crema que me has puesto para que cicatrice pronto.-
-No pasa nada, así se me hidrata la piel. - Dijo ella cogiéndolo de la mano, y llevándolo a la cama.
Allí, se besaron, y la temperatura fue subiendo de nivel.
-DIOS MIO. -Grito Zoe, despertándose. -Acabo de hacer el amor con Amat... aunque era Thoth..., pero yo era Seshat..., Virgen Santísima.- Respiro hondo, intentando calmarse.
Se sentó en la cama, y pensó que tenia que contárselo a Amat, pero como se lo contaría. No, mejor no lo hacia.
-Madremia, me tenia que haber ido a mi casa. Que locura de noche. ¿Que hora sera?... Las 8 menos cuarto.... y encima voy a llegar tarde, estando en el mismo edificio.-
Se vistió corriendo y fue al office a desayunar.
Esperaba no encontrarse con Amat, pero al mismo tiempo deseaba verlo.
Y alli estaba, charlando con Ansuez, tan guapo como en sus sueños. -Buenos días, caballeros- dijo ella tímidamente cuando entro en la estancia.
-Buenos días- le contestaron y siguieron con su conversación.
Algo había llegado mal en el envío que recibió Ansuez esa noche, y estaba hablándolo con Amat.
-Bueno, voy a hacer lo que me has dicho. -Dijo Ansuez, dejando la taza, en la que acababa de tomar café en el fregador. Y Salio por la puerta dejándolos solos.
El Comandante, no pudo resistir la tentación y se acerco a donde ella se estaba preparando el desayuno. -Buenos días, Zoe -dijo de una manera encantadora.
Zoe lo miro a los ojos y le sonrió -Buenos días Ramiro.-
-He tenido un sueño bastante extraño- Dijo pensativo, dudando si contárselo o no.
-Yo no he dormido bien tampoco -Contesto Zoe, y le dio un sorbo a su taza.
-He soñado que yo era Thoth y tu Seshat, y hacíamos el amor. -Dijo sin miramientos y con una voz muy sensual. -¿Crees que lo soñé por que te vi desnuda? ¿O sera otra cosa?-
-Yo he tenido el mismo sueño -Dijo ella, mientras deseaba meterse dentro de la taza de la que bebía.
El Comandante la cogió suavemente del brazo y le pregunto, a unos centímetros de su cara -¿El mismo sueño?-
-Zoe bajo la taza y mirándolo a los ojos, le dijo -Tu... bueno... Thoth, estaba molesto por que Seshat le había hecho el tatuaje del pecho, pero tu..., es decir, el ...no quería decírselo y le dijo que...-
-... que no quería marcharla, con la crema que le había puesto, para que cicatrizara pronto- termino él la frase.
Ambos se quedaron pensativos.
Zoe siguió desayunando, y veía como Amat estaba preocupado y no paraba de pensar que pasaba.
Cuando dejo la taza en el fregador, Amat le dijo.
-Ya, pero... Crees que la atracción que sentimos mutuamente, ¿se debe a los sueños?, o es ¿por que realmente somos ellos?- dijo casi en un susurro, temiendo que entrara alguien y los escuchara.
Zoe se le quedo mirando, como si de nuevo le hubiese vuelto a leer la mente. Ella había estado sopesando esa posibilidad.
Amat, al ver la cara que ponía continuo exponiendo su teoría. -Piénsalo bien, Zoe. La noche en que me ocurrió todo, tu tienes un sueño..., en el que yo aparezco.
Yo, en teoría, debería estar traumatizado por todo lo que me paso... pero estoy feliz... por que tú estas aquí.
Y eso, que apenas hace unos meses, que mi esposa, de la que estaba totalmente enamorado, ha muerto.
Y tú... no se muy bien lo que sientes por mi... pero creo que sientes algo, desde que tuviste el primer sueño... atracción física, seguro.
Tenemos que estar hechizados, embrujados o algo por el estilo. -Sentencio Amat.
Zoe lo miraba, y no daba crédito a lo que escuchaba.
-Buenos días -dijo Raúl cuando entro en el Office, y se fue directo al frigorífico, dejo una bolsa y se fue de nuevo.
-Yo he llegado a la misma conclusión -Acertó a decir Zoe, cuando salio Raúl. -Pero tu "hechizo", lo llamaremos así de momento, es diferente al mio. Yo no estoy sujeta a nada, solo tengo sueños.-
-Zoe, eso es lo que no entiendo. Lo único que se me ocurre es que yo tengo algo que te pertenece, y te lo tengo que dar. -dijo esto ultimo cogiéndola del codo, de nuevo.
Zoe se soltó con disimulo, y le pregunto -¿Que puedes tener tu, que me pertenezca? ¿Los tatuajes?-
-No- Respondió el rápidamente y totalmente convencido. Y la volvió a coger del codo. -Zoe, tu eres ella, la mujer del sueño. Seshat.-
-Buenos días- Dijo Katia entrando en el office y viendo la escena.
Ambos estaban a unos centímetros, el uno del otro, mirandosen a los ojos, y Amat tenia cogida a Zoe, por un codo.
-Mejor vuelvo luego, creo que he interrumpido algo -Dijo tímidamente.
-No Katia, no te vayas. -Dijo Amat, soltando a Zoe.
-De verdad, que no importa, vuelvo después. -Dijo Katia.
-Amat tiene una teoría, y yo no se si lleva razón o no. -Dijo Zoe intentando que Katia no se fuera y escuchara al Comandante.
-Todavía estáis aquí, venid rápido. -Dijo Raúl cuando descubrió que estaban todavía en el office, desayunando.
Los tres salieron rápido y fueron al laboratorio.
-¿Que ocurre? -pregunto Amat cuando entro al laboratorio
-Ahora ya nada. -Dijo Roque, con pena.
-Todos los sensores están perfectamente, no hay fallo en ninguno de ellos. -dijo Irma
Raúl, dijo -Cuando he venido del office, he visto que la piedra estaba levitado, sin emitir ningún tipo de sonido. Una de las maquinas, se ha puesto a pitar como loca, y me han dicho que fuera a buscaros.-