Escribir sobre una línea imaginaria. Anne-Claudine Morel
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A lo largo de este ensayo, el lector se dará cuenta de la frecuencia con que cito a dos críticos franceses, quienes renovaron el enfoque sobre el análisis literario. Me refiero a las reflexiones de Dominique Maingueneau, lingüista y universitario, catedrático en la Universidad de la Sorbona, así como a las contribuciones teóricas de Bertrand Westphal, catedrático en la Universidad de Limoges5.
He optado por presentar al final del libro una bibliografía completa de todos los libros que me permitieron llevar a cabo mis investigaciones: el corpus literario de Javier Vásconez, textos críticos, referencias de entrevistas en periódicos, internet o revistas, ensayos teóricos franceses o extranjeros. Todo este material bibliográfico me parece de gran interés. La abundancia de las referencias que remiten al estudio de la obra de Javier Vásconez –entrevistas, comentarios, críticas, análisis, reseñas– ya demuestra la importancia y el interés suscitado por la obra del escritor en Ecuador, en América Latina, en España y, desde hace algunos años, en Francia.
También, la larga entrevista que me concedió en 2012 aparece por primera vez en los apéndices de este ensayo y constituye un material crítico de primera mano que hay que leer como una ilustración y aclaración de mis interrogaciones e investigaciones acerca de la obra y del escritor.
Este intercambio privilegiado con Vásconez fue el fruto de un interés compartido por la literatura y por la manera de entenderla, concebirla y hablar de ella.
1. Morel, A. (2012). Doctor Kronz versus Docteur Rieux: deux figures de l’exil dans un contexte de peste et de choléra. Étude comparative de La Peste (1947) d’Albert Camus et de El viajero de Praga (1996) de Javier Vásconez. Crisol (17), pp. 249-262.
2. Morel, A. (1994). La Casa de la Cultura Ecuatoriana: recherches sur l’organisation et le développement d’une institution culturelle en Équateur. Les enjeux d’une politique ambitieuse (1944-1957). Tours: Universidad François Rabelais de Tours. Tesis de doctorado bajo la dirección de la profesora Eve-Marie FELL, vol 2., 756 p.
3. “Sin embargo, durante los últimos meses en París, como si habitara entre dos ciudades totalmente diferentes –París reinventándose a sí misma en sus cafés llenos de gente y Quito aplastada por la sombra del volcán– debió vivir una terrible experiencia […]” (Vásconez, 2016, p. 314).
4. Ver: Sinardet, E. (2016, mayo). De Barcelona a Quito: recuerdo y melancolía en “La carta inconclusa” de Javier Vásconez. OtroLunes n° 41. Recuperado de http://41.otrolunes.com
5. Todavía no se han traducido al español todas las obras de estos especialistas del “discurso literario” y de la “geocrítica”, inventores ambos de métodos inéditos para estudiar la literatura. Por estas razones tuve que realizar la traducción de las citas empleadas dejando en las notas el texto original en francés para los que quisieran profundizar el tema.
Maingueneau, D. (2004). Le discours littéraire. Paratopie et scène d’énonciation. París: Armand Colin. Otros títulos del autor se pueden consultar en la bibliografía.
Westphal, B. (2007). La géocritique. Réel, Fiction, Espace. París: Les Éditions de Minuit.
ESPACIO, LUGAR, GEOGRAFÍA: ACLARACIONES
En esta parte abordaremos dos temas relacionados entre sí por una misma referencia espacial: el espacio de la escritura y la escritura del espacio informan de manera obsesiva casi la totalidad de los textos de Javier Vásconez. Se impone una primera aclaración de estos términos, pues el vocabulario de la crítica literaria y el de la geografía se entrecruzan y tienden a confundirse:
Cuando se trata de creación literaria, unas metáforas topográficas como las del “campo” o del “espacio” no pueden entenderse sino entre comillas. Por supuesto, el espacio del campo literario es parte, en cierta forma, de la sociedad, pero la enunciación literaria desequilibra la representación que solemos tener de un lugar, con un afuera y un adentro. Los “círculos” o “medios” literarios constituyen, de hecho, unas fronteras.6
Son muchos los términos en esta cita del lingüista francés Dominique Maingueneau. Las comillas que recomienda para referirse al “espacio literario” nos convienen porque la cuestión del espacio me parece esencial en la literatura de Vásconez. De hecho, las relaciones con su país son sumamente complejas: su punto de vista sobre el “espacio literario” y su pertenencia a unos “círculos” o “medios” literarios dependen directa y concretamente del lugar de ejercicio de su oficio de escritor. Es decir, considero el Ecuador como un “medio geográfico” que condiciona la pertenencia al “medio literario”. Para ser más específica, me interesa saber cómo escribe Vásconez en el Ecuador y cómo habla de este país. Me interesan también las redes de las que se valió para publicar y dar a conocer su obra. Las instituciones del “espacio literario” ecuatoriano, que son la crítica, el circuito editorial, los premios literarios y las manifestaciones literarias, ¿favorecieron o dificultaron la visibilidad de su obra? ¿Por qué se conoce poco a este autor en Francia, aunque siguen publicándose muchas creaciones de escritores latinoamericanos? ¿Será porque Ecuador no tiene eficientes redes culturales y editoriales?
La pregunta parece ingenua, pero permite plantear la cuestión de los “límites” del reconocimiento, término entre comillas que remite otra vez al espacio y a la geografía. Dominique Maingueneau, al hablar de fronteras utiliza un concepto clave para mi investigación. En efecto, me parece evidente que Vásconez pretende abolir las fronteras entre los autores, los países, los continentes y las ciudades, incluso entre los lectores. Las nociones de espacio, de límite, de barrera y de frontera se encontrarán con frecuencia en este análisis porque sirven para aclarar cómo entiende Vásconez la geografía del Ecuador y cómo la utiliza para dibujar otro espacio. Sus metáforas preferidas son las del “país de la línea imaginaria”7 y del “país invisible”8. ¿Cómo logra conciliar el escritor lo invisible de la geografía nacional con su deseo de poner