Apuntes sobre la autoridad. Silvia Di Segni
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Wikipedia es una enciclopedia libre, políglota y editada de manera colaborativa. Es administrada por la Fundación Wikimedia, una organización sin ánimo de lucro cuya financiación está basada en donaciones. Sus más de 50 millones de artículos en 300 idiomas han sido redactados conjuntamente por voluntarios de todo el mundo, lo que hace un total de más de 2000 millones de ediciones, y permite que cualquier persona pueda sumarse al proyecto para editarlos, salvo que la página esté protegida contra el vandalismo para evitar problemas y/o trifulcas.
Fue creada el 15 de enero de 2001 por Jimmy Wales y Larry Sanger, es la mayor y más popular obra de consulta en Internet. (6)
Más allá del reconocimiento de quienes la crearon, Wikipedia se considera hija de todxs los que participan de ella, o sea, potencialmente todxs los que tenemos acceso a ella. Las cifras sobre el número de artículos, impactantes, son verídicas apenas durante unos minutos. A cada instante aumentan los artículos, los idiomas que forman parte de ella, las nuevas ediciones. Sin duda, fuerte. Se trata de un emprendimiento global, en el cual todxs podemos participar colaborando o controlando, un fenómeno interesante y original. Construye una autoridad colectiva, anónima, diversa, masiva y compartida, horizontal, una forma de autoridad muy diferente de la tradicional, sin duda. Claramente, Wikipedia aparece como un gigante en relación con otros emprendimientos de menor envergadura que apuntan a recoger modismos de alguna región o, como lo hace el Pequeño vocabulario del chabón argentino (7), que recolecta términos del habla adolescente, dado que “chabón/chabona” son términos utilizados por lxs jóvenes. La RAE, en cambio, no registra el término “chabón”, pero sí “chavón” y lo define como: “adj. coloq. P. Rico. Dicho de una persona: Que molesta mucho”. (8) Algo quizás aplicable a lxs adolescentes...
Por su parte, en el Pequeño vocabulario del chabón argentino este término es definido como:
Designación general de “persona”. Equivalente vesre de “boncha”. No obstante, el significado de “boncha” sigue siendo oscuro. Posiblemente (aunque poco probable), sea, a su vez, el equivalente vesre y apocopado de “conchabado”, o personal doméstico. (9)
El vesre (revés, dicho al revés; forma de armar y disimular palabras cortándolas y ubicando el final al principio) es tradicional en Buenos Aires (también sería una costumbre francesa) y “chabón/chabona”, una forma adolescente de nombrar a casi todo el mundo. Y, ¿qué significa “ortiba”, término con el que se denomina la dirección online de este diccionario. Nuevamente, es el vesre de “batidor”: “‘Batidor’ es el buche (alcahuete) que informa a la policía”. (10) Y, en este caso, se trata de quienes informan cómo hablan lxs jóvenes a la policía/personas adultas. Lo que me parece más rico de estos ejemplos es que producir vocabularios/diccionarios/enciclopedias parece ser una afición o tarea que sigue existiendo con gran vitalidad porque, obviamente, presta buenos servicios.
Para finalizar, hagamos un ejercicio que ponga en tensión los dos diccionarios de la lengua castellana mencionados antes, el de María Moliner y el de la RAE, en sus definiciones de “autoridad”.
Autoridad | Autoridad |
Diccionario de uso del español | DRAE |
(Imponer, mantener, acatar, aceptar, respetar, someterse, debilitar, minar, socavar, relajarse, resignar) | |
1. Atributo del gobierno y personas que lo representan por el cual pueden dictar disposiciones y resoluciones y obligar a cumplirlas. Atributo semejante que tienen otras personas por razón de su situación, de su saber o de alguna cualidad o por el consentimiento de los que voluntariamente se someten a ella. La autoridad del padre (del jefe, del sacerdote, del médico). Otras acciones: disfrutar, gozar, temer, aceptar, dar remitirán a: Situación de una persona entre otras que aceptan su superioridad intelectual o moral. Ascendiente, influencia, predicamento, prestigio. | 1. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho. |
2. Aptitud o carácter para hacerse obedecer. | 2. f. Potestad, facultad, legitimidad. |
3. Conocimiento o dominio de cierta materia que tiene alguien, por el cual su opinión es tenida en cuenta por otros. | 3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia. |
4. Entidad de donde emanan las órdenes o disposiciones que obligan a los ciudadanos y en que reside el poder de obligar o castigar. Persona que tiene un cargo con autoridad. En lenguaje popular, la autoridad encarnada en un guardia o agente de la autoridad gubernativa. | 4. f. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad. |
5. Persona tenida por muy entendida en cierta materia. | 5. f. Solemnidad, aparato. |
6. Autor o texto que se citan en apoyo de una cosa. | 6. f. Texto, expresión o conjunto de expresiones de un libro o escrito, que se citan o alegan en apoyo de lo que se dice. |
7. Aparato u ostentación. |
Dado que a Moliner le interesa el uso de la lengua, comienza por enunciar las acciones que se relacionan con el término y luego aporta, como primera acepción de “autoridad”, que sea un atributo de quienes gobiernan, atributo que se despliega sobre personas con saberes (padres, sacerdotes, médicos). En este sentido, aparece la genealogía de la Roma republicana, donde el término que nace en la política sigue su recorrido hacia los varones autorizados. En relación al gobierno, no aclara si debe ser legítimo mientras que, para la RAE en esa primera acepción se hace sinónimo a la autoridad de todo poder que gobierne, incluso el de hecho, algo discutible. Inmediatamente Moliner registra, en el uso, la autoridad de las personas que la han ganado en base a ciertas virtudes que se les reconocen, algo que la RAE pondrá en tercer término. La cuarta acepción de la RAE apunta a llamar a alguien autoridad, pero no explica qué significa hacerlo, mientras que Moliner subraya qué cualidades tendría quien fuera reconocidx como tal. Ante la “solemnidad, aparato” de la RAE, Moliner propone el “aparato u ostentación”, que parece apuntar más a la crítica que al sostenimiento de estas características como explicativas de la autoridad. Las sextas acepciones de ambos diccionarios apuntan a las autoridades sobre las cuales se construyen diferentes textos, entre ellos los diccionarios de autoridades. En general, Moliner registra un uso que pone mayor énfasis en las características que hacen que se reconozca autoridad en alguien, que en el poder asociado a ella que registra la RAE.
De todos modos, el Diccionario de la RAE conserva, por lo menos en España, mayor autoridad:
En España (…) a pesar de los excelentes diccionarios realizados al margen de o a partir del de la RAE, como por ejemplo el del valenciano Vicente Salvá (París, 1846), el de J. Casares (Madrid, 1942), el de María Moliner (1966) o el de M. Seco, O. Andrés y G. Ramos (Madrid, 1999). El diccionario de la Real Academia Española siguió siendo percibido por los usuarios como la única y verdadera autoridad en la materia, aunque sea más incompleto y menos coherente que cualquiera de los cuatro ejemplos mencionados y aunque conserve todavía un inconfundible olor a naftalina (López Facal, 2010, p. 88).
¿Será que el término “Real” otorga autoridad, todavía hoy? ¿O que no deja olvidar que hay poder detrás de esa Academia?
Retomemos los usos que registraba Moliner a través de los verbos listados: “Imponer, mantener, acatar, aceptar, respetar, someterse, debilitar, minar, socavar, relajarse, resignar”. Estas acciones evidencian asimetría, en un sentido o en otro, entre las partes que generan el fenómeno de la autoridad. Esta se impone, se acata, se respeta en el marco de una diferencia desigualada, pero también puede debilitarse, minarse o socavarse activamente; es lo que puede hacer quien no la respete o quien quiera imponerse por encima de ella. También puede mantenerse a lo largo del tiempo o bien relajarse, porque el mantenimiento requiere acciones continuas que la reediten. Y, finalmente, una persona puede resignar autoridad de modo activo. ¿Por qué lo haría? Quizás porque la tarea de mantenerla se le haga muy difícil o intolerable. Como decía