Los visigodos. Hijos de un dios furioso. José Soto Chica

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el carro de oro de Zenobia y el aún más rico de Odenato, e incluso desfilaba un tercer carro revestido de un modo espectacular de oro y joyas que el mismísimo rey de reyes de Persia había regalado a Aureliano, sino porque estaba claro que el augusto quería destacar sobremanera su triunfo sobre los godos y su rey.24 ¿Su rey? Tres años antes, en el 271, Aureliano había cruzado en Mesia el Danubio y vencido a Canabaudes a quien dio muerte junto a 100 000 de sus guerreros.25 Dejando de lado la hipérbole o no de la cifra, lo cierto es que el tal Canabaudes es el mejor candidato a ser el dueño del carro tirado por cuatro ciervos que Aureliano usó como carro triunfal por las calles de Roma. ¿Que por qué eligió Aureliano tan singular vehículo? Trebelio Polión nos dice que el augusto había jurado sacrificar a Júpiter Capitolino los cuatro ciervos que tiraban del gótico carro si el dios le concedía la victoria sobre el rey de los godos, pero Aureliano podría haber cumplido su juramento sin necesidad de pasearse por toda Roma, y en el día más importante de su vida, montado sobre un rústico y bárbaro vehículo, máxime cuando tenía a su disposición los lujosos carros de Zenobia, Odenato y del rey de los persas. Así que habrá que pensar que Aureliano daba mucha importancia a su triunfo sobre Canabaudes. Pero ¿por qué? No era su primera victoria sobre los godos. No, ya había obtenido otras antes y después de ser proclamado augusto. ¿Qué hacía, entonces, tan especial aquella victoria en particular sobre los godos? Es obvio: Canabaudes, un caudillo que destacaba sobre cualquier otro jefe godo como no lo había hecho antes ninguno. Llegados a este punto recordaremos de nuevo la noticia de la vida del «Divino Claudio» en la que se citaba a los tervingios como uno de los pueblos bárbaros invasores del Imperio en el 268 y el panegírico de Claudio Mamertino que los mencionaba en el 292 como una poderosa fracción de los godos. Si reunimos todas estas informaciones se nos hará evidente que para el año 268 los tervingios eran una realidad y que su primer rey o juez solo pudo ser Canabaudes y si eso es así solo nos quedan dos posibilidades: o bien Canabaudes pertenecía al mismo linaje real que Ariarico, Aorico y Atanarico, esto es, Canabaudes sería un baltingo perteneciente al mismo linaje que los jueces tervingios que podemos atestiguar con claridad por las fuentes contemporáneas del siglo IV, o bien pertenecía a otro linaje real que, bien tras su muerte en el 271, bien en algún momento anterior al año 328, año en el que, más o menos, aparece Ariarico como jefe supremo de los tervingios, perdió el control de la confederación tribal. Creo que esto último fue lo que pasó. Veámoslo.

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      Figura 15: Moneda de «tipo cabaña», acuñada bajo el emperador Constante en Augusta Treverorum (348-350). En su reverso se aprecia a un soldado romano sacando pacíficamente a un bárbaro de una cabaña muy simplificada, cuyo aspecto quiere hacerse eco de las que los pueblos de allende el Imperio construían con muros de tapial, cubiertas vegetales y una carcasa de materiales perecederos –sobre todo madera y caña–, al modo habitual en la tradición constructiva no mediterránea. Esta iconografía celebraba el asentamiento de grupos de bárbaros dentro de las fronteras del Imperio.

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