Friedrich Schiller. AAVV
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Esa primera estancia en Alemania, la más larga, tuvo otras consecuencias. A la vuelta se granjeó la amistad del cónsul alemán en Bilbao, Wilhelm Eichhoff, que luego le llamaría para participar en la corrección de los exámenes de alemán en la Academia Alemana. Además, estrechó contactos con Linschmann y Hannemann, que habían creado unos años antes en Berlín la sociedad Baskische Gesellschaft y la revista Euskera (1886-1896); también trabó amistad con el lingüista Hugo Schuchardt.3
Más tarde hizo otros viajes a Alemania. En 1922 fue a Hamburgo en barco, y desde allí viajó a Berlín y Múnich. En Berlín recopiló escritos de Wilhelm von Humboldt sobre el idioma vasco. Después hizo otro viaje en 1928, siguiendo la llamada del franciscano Beda Kleinschmidt, para visitar a Teresa Neumann en Konnersreuth. Se trataba de un caso famoso de estigmas milagrosos, y como consecuencia de la visita escribió un libro en castellano, La estigmatizada de Konnersreuth (Barcelona, 1929).
En la Biblioteca Azkue de la Academia Vasca de la Lengua se han podido consultar gran cantidad de manuscritos de Azkue, en especial los relacionados con la lengua alemana. Se trata de material producido en el aprendizaje del alemán, con ejercicios, glosarios para leer textos religiosos, casi siempre en alemán-español, pero teniendo en cuenta el vasco a veces; postales, programas de conciertos, copias de textos, modelos de cartas y versiones previas, el diploma de participación en el XX Internationaler Eucharistischer Kongress en Colonia, un agradecimiento y diploma de honor de la Cruz Roja alemana, etc. Sin embargo, hay otros materiales más relevantes que reflejan sus intereses culturales y lingüísticos:
- Un breve texto titulado «Los Vascos» en dos versiones a máquina, texto que aparentemente Gerhard Bähr tradujo al alemán para publicar en un libro en Alemania.
- Versiones previas de los libros Kommersnacht y Konnersreuth.
- Un texto con el título «Die Basken und ihre Heimat», ocho hojas escritas a máquina; tiene una anotación a mano en la cabecera, Rundfunkvortrag. Parece ser por tanto una charla para la radio.
- Anotaciones sobre la obra de von der Gabelentz Die Verwandschaft des Baskischen mit den Berbersprachen.
- Un texto llamado Balada, escena 3a de In hoc signo, en vasco y con versión alemana.
- Anotaciones para un artículo, «De Neologismos formados a imitación de otras lenguas». Contiene ideas que se recogen luego en el artículo publicado en la revista Euskera de la Academia Vasca de la Lengua: «Hermann Riegel, Deutscher Sprachverein: Kein Fremdwort für das, was Deutsch gut ausgedrückt werden kann = ningún vocablo extraño para lo que pueda ser bien expresado en alemán». Y se adjunta un pequeño glosario muy interesante, ya que muestra la productividad del modelo alemán para generar nuevas palabras en vasco: Bigamia: birrezkontza = Doppelehe; Jaculatoria: ziri-otoitz = Schussgebet. Más tarde escribió un artículo sobre las conexiones y similitudes entre el alemán y el vasco, «Coincidencias del euskera con el alemán», en el marco de un trabajo más ambicioso, Estudio comparativo entre el vascuence y varias lenguas cultas (1949). Hay que decir que la conexión entre el alemán y el vasco es la que más atención le reclama.
– También hay una copia de una carta enviada al rector de la Universidad de Salamanca el 16 de julio de 1929 desde Lekeitio. Encuentra en el Reichspost de Viena, del 11 de julio, el artículo «Auf der Suche nach der Ursprache der Menschheit», donde se menciona el trabajo de Iñigo Echeverría, profesor en Salamanca (que supuestamente había encontrado el texto más antiguo del Caucazo, que al parecer tenía similitudes con el vasco), y le pide al rector información sobre el asunto. Adjunta copia del artículo original y una traducción al castellano.
En la biblioteca también se encuentran algunas versiones previas de la música que compuso en Colonia, con letra alemana. Así, hay documentación sobre el oratorio Daniel, que se estrenó en 1907 en Colonia, y que recoge una versión en vasco de las 5 primeras hojas de las 12 totales; la partitura de Der Ritter, con 15 páginas; una segunda copia del mismo que lleva la anotación «En Colonia, marzo de 1908»; un Ave María de 1907 con letra en latín y alemán, y la copia de un motete de un autor llamado Müller.
Y además hay versiones previas de las dos grandes óperas que compuso en 1911 y 1914. La versión de Ortz-zuri, con la introducción y las cinco primeras páginas en vasco, castellano y alemán, y también otra versión de Ortzuri, cuya portada dice: «Oper in drei Akten In Baskischer Sprache geschrieben. Text und Musik von Dr. R. M. Azkue, Übersetzung von Herrn Isidro Alkorta». El texto está en alemán y vasco al principio, luego en vasco; también hay una partitura de la ópera Urlo, una versión previa, con algunas partes en alemán y vasco. Y también hay una versión más amplia, que llena tres libros y que se desarrolla en los tres idiomas. Parece que la versión alemana de Urlo llegó a publicarse, según esta ficha bibliográfica: «Urlo. R. M. Azkue apaizak iru ataletan egindako opera / Urlo. Comedia lírica en tres actos / Urlo. Komische Oper in drei Akten, 1914 (trad. Melania Fischer)».
Entre los manuscritos de Azkue se ha encontrado información que aclara algunas cosas sobre su actividad como traductor. Se trata de una carta al censor (14-02-1936) con la petición de publicación de algunos textos (que se adjuntan), y un breve texto en alemán, «Kurze Chronik der Salvatorianner in Spanien». Parece que hizo de guía de unos salvatorianos que viajaban a Calahorra, y como consecuencia de ello tradujo algunas obras del miembro de la orden Willibrord Menke, Apaiz osteguna eta aurrak y Apaiz osteguneko elizkizun ta otoitzak. En las bibliotecas aparecen sin datar, pero dado que se mencionan en la carta al censor, deben de ser de 1936. Además, ese año tradujo también un texto parecido al castellano, Jueves sacerdotal en el año eclesiástico de M. Schmidtmayer.
Ya hemos indicado que Azkue llega a Schiller a través de la música. Schiller escribió su Ode an die Freude en 1785 con 26 años, y luego realizó otra versión en 1803. La oda iba a ser originalmente una Ode an die Freiheit (en la época revolucionaria los estudiantes la cantaban con la música de La Marsellesa), pero luego se convirtió en la Ode an die Freude definitiva, para ampliar su significado: aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo completo de ese destino debe desembocar en la alegría. Beethoven conoció la obra cuando tenía 22 años, en 1792, y de inmediato quiso musicar el texto. Aunque esa intención tiene su origen antes de la primera sinfonía, finalmente la recogió en la novena, compuesta entre 1822 y 1824. Se interpretó por primera vez el 7 de mayo de 1824, y se publicó en Maguncia en 1828.4 Beethoven usó la segunda versión de Schiller, con una introducción suya, y reescribió algunas partes (ver el anexo).
Está claro que la traducción de Azkue tiene que ver con la versión de Beethoven, y lo mismo va a suceder en las otras dos traducciones de la Oda que vamos a tratar después. Azkue trajo la orquesta de Barcelona a Bilbao para representar su ópera Urlo, y para amortizar el viaje la orquesta tocó durante varias noches. En una de ellas interpretó la novena sinfonía de Beethoven, y Azkue tradujo la Oda al vasco para que el orfeón Euskeria la cantara en ese idioma. La representación de Urlo fue un estrepitoso fracaso, como es sabido, con consecuencias económicas, de tal modo