Gran líder gran maestro. Gary Bredfeldt

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Gran líder gran maestro - Gary Bredfeldt

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permanecer en la tarea principal de enseñar es algo desafiante cuando las demandas de dirigir a la iglesia se vuelven pragmáticas y algunas veces políticas. Muchos otros asuntosasuntos de necesidad – dejan la enseñanza rezagada en las esquinas del mundo del líder.

      Jim es el pastor de una iglesia pequeña en el sur de Indiana cerca de Louisville, Kentucky. Conocí a Jim siendo estudiante del programa de doctorado Ph.D. que yo supervisaba en el Seminario Teológico de los Bautistas del Sur. Jim es un líder. Él no es un líder porque su iglesia es una de las cincuenta en su tamaño en la Convención Bautista del Sur. Jim es un líder no por su éxito, status, o reputación. Jim es un líder por su caminar con Dios y por su ministerio de enseñanza. A través de estos fundamentos básicos y perdurables de liderazgo, Jim está teniendo un impacto en las vidas de todos los que lo escuchan semana tras semana. Él no es perfecto, por supuesto, pero sus metas están bien enfocadas, Jim consistentemente busca ser un fiel siervo de Cristo a través de la enseñanza, la predicación, y del pastoreo del pueblo de Dios. Quizá su iglesia nunca sea una mega iglesia, pero su liderazgo es tan efectivo como el del pastor de la iglesia Bautista más grande de la zona. Eso es porque la meta de Jim es ser un maestro-líder. Jim está tratando de evitar caer en la trampa de la atractiva y engañosa mentalidad de pastor como Director Ejecutivo. Aunque hay mucho que aprender de los líderes corporativos del mundo, los líderes cristianos deben recobrar y redescubrir el papel bíblico del líder, ser un maestro fiel de la Palabra de Dios.

      Como ve, en el análisis final, los líderes cristianos lideran por medio de sus vidas como ejemplo y luego por sus enseñanzas. Los enunciados de la visión, los planes estratégicos, los modelos de propósitos todos tienen su lugar. Sin embargo, estos no son el asunto principal de liderazgo en el ministerio. Estas son herramientas secundarias comparadas con la vida y enseñanza del líder. Una vez que los líderes se olvidan que enseñar es el trabajo numero uno, disminuye su impacto eterno al aceptar un estándar que solamente es apreciado por los seres humanos y abandonan el estándar asignado por Dios.

      VOLVER A CALIBRAR SU CORAZÓN PARA ENSEÑAR

      ¿Qué es lo que tiene cautivado tu corazón? ¿Recuerdas la película “Una Historia de Navidad? Trataba acerca de la historia de Ralphie y el deseo de su corazón. La trama se desarrolla en el medio oeste de los Estados Unidos en los cuarentas y hace un seguimiento de lo que hace Ralphie y de lo que sucede con su petición de un “rifle genuino marca Red Ryder Carbine que contiene además una brújula y un reloj de sol.” Ralphie les hace saber su tan ansiado deseo a su mamá, a su maestra, y hasta el Santa Claus del centro comercial. En un “magistral trabajo de comicidad sonsa,” las personas con autoridad en esta película le responden a Ralphie lo mismo: “Te vas a sacar un ojo.” Esa fue la advertencia, pero eso no desanimó el deseo de su corazón. Como Ralphie, el niñito en la película, ¿añora usted algo con todo su corazón y todo su ser?

      Como líderes hay muchas cosas que nos halan el corazón. El deseo de hacer que un ministerio crezca, el añoro por reconocimiento, y el desarrollo de nuestra carrera lucha por la atención de nuestro corazón. Luego están las necesidades de muchos ministerios de ayuda a las personas que nos rodean. Estos también apelan por lo mejor de nuestro corazón de líder. Es tentador fijar nuestro corazón en estas u otras legítimas preocupaciones. Pero si vamos a liderar con el mayor impacto, debemos recalibrar nuestro corazón alrededor del ministerio de la enseñanza. Mi propuesta es simple. Debemos fijar nuestro corazón en la Palabra de Dios: estudiarla, practicarla, y enseñársela a otros.

      Se nos hace introducción de Esdras en el capítulo siete de este pequeño libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre. En la tradición judía, a Esdras se le considera el segundo Moisés. Moisés guió al pueblo fuera de la esclavitud y le dio al pueblo la ley del Señor. Esdras guió al pueblo fuera de la esclavitud y preservó la ley de Dios durante un tiempo de persecución y dispersión. Esdras fue un hombre de Dios, un sacerdote, usado por Dios en el regreso de los hijos de Israel a Jerusalén del cautiverio de Babilonia. Esdras fue llamado por Dios a dirigir al pueblo de Dios en la reconstrucción del templo y el reestablecimiento de la adoración en el templo en el año 458 antes de Cristo.

      Una de las cosas más admirables de Esdras era que Dios bendijo su liderazgo debido a sus prioridades. Se nos dice tres veces, “la mano del Señor su Dios estaba sobre él.” Leemos esto acerca del profeta de Dios en el libro de Esdras.

      6Éste Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras. 9Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios. 27Bendito Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén, 28e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo. Esdras 7:6, 9, 27-28 (énfasis agregado).

      La mano de Dios sobre Esdras era hecha manifiesta por las maravillosas cosas que eran hechas a través de él, cosas que solamente Dios podría hacer. Póngase a pensar —Dios había movido el corazón de un rey pagano quien le permitió a Esdras viajar a Jerusalén a reestablecer la adoración en el templo, y traer de regreso a Jerusalén la riqueza que se le había quitado al templo. Esdras estaba seguro que era la mano de Dios la que estaba en todos estos eventos. Dios se estaba mostrando así mismo a través del ministerio de Esdras, porque no solamente su viaje fue autorizado por el rey Artajerjes sino que también este lo financió. Lo que nadie hubiera podido predecir, ¡Dios lo hizo! Esdras reconocía que Dios estaba en medio de todo esto y que Dios lo hizo a través de él.

      ¿No cree usted que sería una maravilla que usted pudiera estar seguro que la mano de Dios estará sobre su ministerio? ¿No sería emocionante ver a Dios trabajando a través de usted, haciendo una obra que solamente Dios podría hacer? Imagínese que usted, así como Esdras, pudiera decir con certeza que “la mano de mi Dios estaba sobre mí.” Pero esto saca una pregunta a relucir. ¿Qué hizo Esdras que provocó que la mano de Dios estuviera sobre él? ¿Qué fue lo que Dios honró en la vida de Esdras y su ministerio que hizo que Dios lo bendijera tanto? Esdras nos lo dice en los versículos nueve y diez.

      9Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios. 10Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. (7:9-10, énfasis añadido).

      ¿Por qué la mano de Dios estaba sobre Esdras? La buena mano de su Dios estaba sobre Esdras porque “había preparado su corazón” en la ley del Señor, la Palabra de Dios. La palabra “preparar” significa también “dedicarse o consagrarse a uno mismo a algo.” Tiene la idea de “fijar el curso” en el mar o escoger una meta o camino. Significa “calibrar” o “recalibrar” o “afinar” un instrumento. Note tres aspectos de este compromiso de corazón.

      ESDRAS PROPUSO EN SU CORAZÓN ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS. Como estudiante de las Escrituras, él había propuesto en su corazón ganar por medio del conocimiento de la Palabra de Dios. A pesar de que vivió en una cultura opuesta al Dios de las Escrituras, Esdras fue reconocido como un estudioso de las Escrituras. Esdras reconocía que la Palabra de Dios es como un mapa para la vida. Traza un curso para nosotros que ordena la vida y guía el ministerio. Esdras entendió que las Escrituras proveen la sabiduría que necesitamos para el diario vivir y el fundamento teológico que requerimos para pensar claramente sobre asuntos de la vida, ideas, y afirmaciones verdaderas. La Biblia es nuestro mapa. Nuestra guía, nuestra norma para todo asunto de fe y práctica. Los reformistas usaron la frase Sola Scriptura – solamente las Escrituras – para describir este papel de la Biblia. Es nuestra medida, nuestra

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