La transición española. Eduardo Valencia Hernán

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La transición española - Eduardo Valencia Hernán

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MOLAS, Isidro, op. cit., p. 125.

      34. Tele/expres, 19-12-1975.

      35. El comunicado se presentó a los periodistas en un restaurante barcelonés con cena-coloquio de representantes de los 11 partidos y los periodistas, en Tele/expres, 31-12-1975.

      36. Dichas afirmaciones se basaban en el juramento a Las Cortes y por haberse corresponsabilizado de la opresión y represión sometida por el dictador, en COLOMER, Josep María, “La trayectòria de L’Assemblea de Catalunya (1971-77)”, L’Avenç, nº 43, 1981, p. 19. El continuismo es la medida que no puede resolver ninguno de los problemas graves que se padecen (…) sólo la ruptura democrática será el inicio del camino para satisfacer las exigencias populares y nacionales”. Más información en AHCONC, “Asamblea de Cataluña”. “Per una Catalunya Democrática”, Carpeta, 29-10-1975.

      37. Tele/expres, 31-12-1975

      38. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 21.

      39. COLOMER, Josep Mª, ibíd.

      40. COLOMER, Josep María, “La trayectòria…”. También en la encuesta de El Correo Catalán, 21-1-1976. Ver también. CASTELLÁ GASOL, Joan, Ramón Trías Fargas. Perfil humano y político, Madrid, Cambio 16, 1977, pp. 107-108.

      41. GUERRA, Alfonso, op. cit., pp. 206-209.

      El continuismo del gobierno Arias (noviembre 1975- julio 1976)

      En Madrid, los paros constantes y las huelgas continuaron desde la primera semana de diciembre de 1975 y no finalizaron hasta principios de febrero de 1976, creándose el más importante proceso huelguístico vivido durante el franquismo, llegando a movilizar cerca de cuatrocientos mil trabajadores. Sólo entre los días 10 y 18 de diciembre se alcanzó la cifra de cien mil huelguístas, siendo afectadas grandes empresas del metal como: Boetticher, Marconi, Fiat, Pegaso, CASA, Intelsa, FEMSA, Kelvinator, Standard, etc., incluso ocho mil taxistas madrileños dejaron la ciudad prácticamente sin servicio los días 17 al 19 de diciembre.

      La policia, al ámparo de la ley anti-terrorista y en su afán de control y orden, actuó represivamente militarizando el sector en huelga a partir del día siguiente al de su inicio, llegando a alcanzarse los sesenta mil represaliados de todo tipo en la capital del reino durante todo el mes de enero.

      En el resto de España, las huelgas, paros y protestas se iban expandiendo afectando a diversos sectores productivos, paros en el sector bancario, Standard Eléctrica, ENSIDESA y Astilleros Españoles, produciéndose enfrentamientos y disturbios. En Sevilla, las fuerzas de orden público desalojaron a 47 trabajadores de la empresa MEGESA, y en Cataluña, en plena huelga de los médicos MIR en Bellvitge, se había convocado para el día 19 de enero una huelga generalizada en el Baix Llobregat y en Sabadell en solidaridad con los despedidos en las empresas Laforsa, GIS y por los encierros en Radiotronic, mientras que en SEAT seguían realizándose concentraciones obreras en busca de una amnistía laboral y contra los límites salariales.

      El conflicto afectó a una media de sesenta mil trabajadores diarios y paralizó prácticamente a todas las localidades de la comarca encabezadas por Cornellá de Llobregat y San Juan Despí, sumándose otras zonas industriales de Hospitalet y Martorell. La concentración obrera más importante se produjo el 19 de enero en San Juan Despí, donde más de diez mil trabajadores se reunieron en un acto de protesta como preludio, tres días más tarde, de una marcha de 12 kilómetros iniciada por veinticinco mil manifestantes que intentaban llegar desde Cornellá de Llobregat hasta el Gobierno Civil de Barcelona, teniendo éxito sólo ocho mil de ellos.

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