La transición española. Eduardo Valencia Hernán
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El 5 de abril el SCPAC editó un comunicado titulado «Catalanes», continuando con la estrategia de apoyo a cualquier acto de reivindicación social. El conflicto de la térmica de Sant Adriá del Besós sirvió como ejemplo de lucha contra la represión, la brutalidad del poder, por la libertad sindical y el derecho de huelga, por el rechazo a la ilegalidad franquista y por la solidaridad activa con todos los represaliados. A su vez, también sirvió como escaparate de la incitación a la violencia ejercida desde el Ministerio de la Gobernación, siendo su titular Tomás Garicano Goñi, y de su representante y ejecutor de la política represiva en Barcelona, el gobernador civil, Tomás Pelayo Ros329.
Como era natural, la Asamblea distribuyó la información sobre lo sucedido a toda la red de asambleas locales y comarcales, dando la sensación de un alto nivel organizativo. Como ejemplo, L’Assemblea del Bages distribuyó una octavilla titulada «A tot el poble del Bages», comentando lo sucedido y denunciando la represión ejercida sobre simpatizantes de la llamada Comisión de Solidaridad en la propia Manresa mediante sistemas de tortura, una de ellas denominada «quirófano», a cargo del comisario de policía Mieza y los conocidos agentes Anselmo Díez y Rogelio Rodríguez330. La Asamblea Permanente de Intelectuales quiso poner también su granito de arena mediante la publicación de unas octavillas criticando la situación de represión general y aprobando el envío de una carta abierta a los obreros de las empresas Copisa, Sade, Control y Aplicaciones y Vinco, promoviendo una campaña de solidaridad económica para los afectados y haciendo público un documento sobre el conflicto en la enseñanza, dándole la máxima difusión331.
Sin embargo, antes de que las aguas volvieran a su cauce a raíz de los acontecimientos de San Adrián del Besós, se desarrollaron diversas manifestaciones laborales y estudiantiles. La más llamativa fue la efectuada en el Paseo Maragall en Barcelona, aunque el paro laboral de empresas en Cerdanyola que arrastró a más de cinco mil implicados, incluyendo el atentado contra el «monumento a los caídos» en Ripollet resultó ser de una dimensión superior.
La Iglesia, ante la violenta cadena de manifestaciones y atentados, actuó nuevamente con honda preocupación expresando su posición al pueblo mediante un comunicado emitido desde el Arzobispado, eso sí, dentro de su ambigüedad caracterizada por su no enfrentamiento directo al régimen, manifestando en sus homilías el amplio malestar. Por otro lado, la propia AONU, a través de su presidente Anton Canyellas y su secretario Rodolfo Guerra, enviaron un documento dirigido a la Vicepresidencia del Gobierno manifestando su preocupación ante los graves acontecimientos, recomendando el uso de las leyes aprobadas en la LIVª Conferencia Internacional del Trabajo (OIT)332.
El 9 de abril de 1973 falleció en Francia el pintor Pablo Ruiz Picasso, centrándose las crónicas de los informativos en su vida y obra. La Asamblea a través de la Comisión en París de la Asamblea de Cataluña envió un telegrama a la familia Picasso indicando que «la Comisión de París de la Asamblea de Cataluña expresa sentimientos de profundo dolor por el fallecimiento del pintor y gran demócrata Pablo Picasso que estuvo siempre al lado del pueblo catalán»333. Ese día, por no ser diferente a los demás, fue suspendido por la autoridad un acto cultural catalanista en el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de Granollers donde debían de actuar Joan de Segarra, Manuel Vázquez Montalbán, Ovidi Montllor y Francesc Pi de la Serra.
Por lo que se ve, la Asamblea a través de su Secretariado hizo caso omiso a estas amenazas constantes siguiendo su ritmo habitual, por lo que lanzó otro comunicado a partir del documento «Hacia a la II Sesión Plenaria de la Asamblea de Cataluña», preparando la celebración del 1º de Mayo, titulado «La Asamblea de Cataluña, con la clase obrera, hacia un 1º de Mayo de lucha, por las libertades políticas y nacionales». En el documento se proponían tres ideas básicas: la unidad de acción de todas las fuerzas democráticas, la solidaridad en la lucha a favor de los represaliados y el fin de la represión y la consecución de la amnistía. En su desarrollo, el informe señalaba la denuncia de las torturas efectuadas sobre los estudiantes detenidos, la brutalidad de los juicios en el Proceso 1001 y de los dirigentes de USO por los que la justicia reclamaba cientos de años de prisión. También se mencionaba la celebración de juicios contra los abogados laboralistas y defensores ante el TOP, Albert Fina, Montserrat Avilés y Asunción Solé, a los que se acusaba de reunirse con los trabajadores de la SEAT; así como por el intento de anulación de los colegios profesionales por medio de un nuevo proyecto de ley334. Días después, el 27 de abril, se procesó a tres trabajadores de la empresa FECSA por el incidente de San Adrián del Besós: Leonardo Farrera Rodes, Fernando Lozano Revuelto y José Moreno Ribas.
La llegada de la primavera no aportó la mínima relajación en lo que a conflictos laborales y estudiantiles se refiere. Sin duda, el mes de abril de 1973 fue hasta entonces uno de los más intensos en acontecimientos dentro y fuera de España.
Mientras que en Francia daba comienzo lo que se llamó la «primavera caliente estudiantil» provocada por la llamada Ley Debré335, y en EE. UU. comenzaba el caso Watergate, en España se intensificaron numerosos atracos y actos vandálicos desde la extrema derecha, como el efectuado al Banco Atlántico por el promotor de la revista derechista Cruz Ibérica, o el asalto efectuado el 26 de abril al local de la revista Agermanament por militantes del Partido Español Nacional Socialista (PENS). Otros acontecimientos con cierto calibre señalaron como ejemplo la muerte de Eustaquio Mendizábal (Txiquia), miembro y dirigente de ETA-V Asamblea, que participó en los secuestros de los industriales Ignacio Zabala y Felipe Huarte; y la voladura del edificio del emblemático diario Madrid.
Como ya comenzaba a ser costumbre, a mediados de mes tuvo lugar la V reunión de la CPAC con una participación de ochenta representantes de 43 delegaciones. Lo más destacado del encuentro fue la buena recepción que tuvo el documento «Cap a la II Sessió Plenaria», repartiéndose hasta aquel momento alrededor de 10.400 ejemplares, haciendo cada vez más partícipe al pueblo catalán.
En el turno de intervenciones, la delegación de la Asamblea enviada a Italia (Toscana, Lombardía y Emilia-Romanya), informó de su gestión, afirmando que, en general fueron acogidos muy cordialmente por las máximas autoridades regionales y municipales de las tres regiones. Tuvieron lugar diversas entrevistas con el cardenal Giacomo Lercaro y con el obispo de Rávena, Baldassari; también con el presidente de la región Lombarda y dirigentes de las tres centrales sindicales italianas. En todas estas reuniones se expresó claramente la comprensión y solidaridad con la lucha del pueblo de Cataluña y de los pueblos de España por las libertades democráticas336, destacando que la prensa italiana también se hizo eco de las declaraciones efectuadas. Finalmente, dentro de la reunión informativa, se habló del sector de la enseñanza, buscando convergencias entre padres, maestros y estudiantes en la acción común337.
Por otro lado, el 14 de abril, coincidiendo con el aniversario de la proclamación de la II República, se reunió L’Asamblea Permanente de Intelectuales Catalanes, manifestando en sus conclusiones su solidaridad con el obrero asesinado hacía pocos días, en un claro intento de implicar a los intelectuales españoles de cara a las conmemoraciones del 1º de mayo de 1973 con su apoyo a la clase obrera.
323. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 42-43.
324. La Vanguardia Española, 2-2-1973.
325. FRC, AJR, «Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya. Declaración de la CCFPC», Carpeta 104/42, 2/1973.
326. Tele/eXpres, 23-1-1973.