Estructura formal y no formal de la interacción transfronteriza de población, bienes y recursos naturales en la frontera México-Guatemala. Jorge Enrique Horbath Corredor
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1.6. Flujo de bienes, servicios y recursos naturales
En todos los países las medidas económicas o fiscales tienen repercusiones en la producción nacional, la inflación, el ahorro, la tasa de interés y la oferta monetaria, por mencionar algunos. Estas repercusiones, a su vez, se hacen sentir en todo el territorio y, con mayor fuerza, en las fronteras, ya que dichas decisiones provocan impacto del otro lado del territorio haciendo que, los bienes y servicios, se muevan en una dirección o en otra.
En las fronteras existen medidas y realidades económicas que restringen o limitan la circulación de bienes y servicios en estos espacios. Una de ellas es el poder adquisitivo que tienen los nacionales de un país en el territorio del otro, así como medidas económicas y financieras tan drásticas como la prohibición a la entrada y salida de divisas, y a la circulación de ciertos bienes y servicios. Estos bienes y servicios se mueven a través de la frontera, interactuando con los recursos naturales y, en muchas ocasiones, valiéndose de ellos para su traslado y/o comercialización.
Para esta investigación, se entenderá por recursos naturales a las cosas naturales o riqueza que el hombre aprovecha para su propia existencia material o estética, utilizándolo en su estado natural o modificándolo para su beneficio. Desde una perspectiva internacionalista, los recursos naturales se pueden clasificar en aquellos que son patrimonio común de la humanidad, los que son propios de cada Estado y los que integran la categoría de recursos naturales compartidos. Los recursos naturales compartidos pueden ser mares, cuerpos de agua dulce, atmósfera, flora, fauna, y, en general, ecosistemas que atraviesan las fronteras naturales y/o político-administrativas.
Bienes y servicios dentro de lo transnacional
En esta investigación nos centraremos en bienes de consumo y servicios, entendidos como mercancías que satisfacen necesidades de la población en la vida cotidiana, lo que en economía se traduce como bienes privados. La teoría económica diferencia los bienes privados de los bienes públicos a través de las características técnicas del consumo en cada tipo de bienes. Un bien público es aprovechable por la población en igualdad de condiciones y, el consumo del bien por una persona, no altera las posibilidades de consumo de las demás personas. En cambio, el consumo de un bien privado, lo disfruta únicamente quien adquiere ese bien, dado que, en condiciones normales, su distribución se realiza a través del mercado respetando las leyes de oferta y demanda. El sistema funciona porque el intercambio es recíproco, los demandantes pagan porque es la única forma de consumir, y los oferentes producen porque reciben una paga (Pérez Salazar, 2009).
Los bienes y servicios que resulten del proceso productivo se pueden dividir en bienes intermedios y bienes de consumo final. Los bienes intermedios se utilizan para producir otros bienes. A menudo, los residentes de las zonas fronterizas, hacen uso de las diferencias en los precios entre los dos países para desarrollar estrategias, tanto de producción como de consumo de mercancías y servicios en un lado o en el otro, teniendo en cuenta el costo, la calidad y la accesibilidad. Este fenómeno es fruto de las oscilaciones cambiarias y de las normativas de cada país, así, lo que puede ser ilegal de un lado de la frontera, puede ser legal del otro. En estos espacios es común ver tiendas de la misma cadena o del mismo dueño establecidos en ambos lados de la frontera ya que, varios de ellos, buscan hacer frente a las oscilaciones cambiarias (Núñez, A., Da Silva, P., Macêdo, Gonçalves, F., y Rocha, M., 2015).
Cuando las medidas impuestas por algunos de los países son sumamente rígidas, se suscitan actividades que se enmarcan fuera de la ley. Chavarría. C., Casquero, J. y Martínez, C. (2012) puntualizan sobre el contrabando, refiriendo a la RAE, como la introducción o exportación de géneros sin pagar los derechos de aduanas al que están sometidos legalmente. En cuanto a los mecanismos utilizados en el contrabando, mencionan tres: (1) modalidad hormiga, personas que cruzan una y otra vez la frontera cargando cosas, (2) modalidad culebra, cuando el ingreso de productos de contrabando en el lugar se hace a través de camionetas y agregaría aquí las que se realizan a través de vehículos, ya sean terrestres o acuáticos, y (3) modalidad “falsa declaración aduanera”, la falsificación de documentos de electrodomésticos y placas de vehículos que realizan los contrabandistas en puertos y aduanas terrestres, lo cual, dificulta la identificación de la mercadería.
Los bienes legales e ilegales, en mercados formales y no formales, en donde intervienen agentes de mercado se encuentran en un determinado espacio, sin embargo, es sumamente difícil determinar el total de bienes y servicios que se comercian entre un país y otro, dado que lo legal se contabiliza en las agencias aduaneras y lo que es ilegal –por lo general- no se puede contabilizar. Para llevar a cabo este proceso, las naciones cuentan con una herramienta denominada balanza comercial, en la que se registran los bienes de importación y de exportación. La balanza de bienes y servicios es la suma de balanza comercial más la balanza de comercio invisible; en esta última, se registran todas aquellas cuentas que son consideradas como erróneas u omisiones, entre ellas, el contrabando y el narcotráfico, entre otros.
Recursos naturales
Medina y Rodríguez (2011) mencionan que, la condición de recursos naturales compartidos, genera un “problema fundamental al momento de pensar en la gestión de recursos naturales compartidos, ya que un ecosistema dividido por una frontera político-administrativa es atendido de forma fragmentada y muchas veces contradictoria por los Estados”. En este sentido intervienen una serie de políticas y regulaciones como la económica, migratoria y medioambiental, entre otras, debido a que el deterioro socieconómico va de la mano con el agotamiento de los recursos naturales al utilizar estos últimos, ya sea como medio de sobrevivencia o como mecanismo de capitales voraces (Márquez, 2010).
Otros autores, como Davis y Kandel (2016), sugieren que la regularización de las actividades forestales suele ser extremadamente costosa, por lo que el incentivo para el uso informal e ilegal del bosque aumenta de sobremanera. Esta problemática tiene un impacto mayor cuando las inversiones requeridas para permanecer en la actividad son muy altas y no se pueden costear, lo que provoca una disminución en la actividad forestal motivando la migración de quienes se dedicaban a este rubro.
A su vez, el comercio ilegal de recursos naturales aumenta en tanto los productos se aprecian en el mercado, elevando la posibilidad de mayores ingresos por la actividad realizada. En general, los recursos naturales presentes en las fronteras, se sobreponen a los espacios socioculturales, delimitados por la población propia del lugar, y a los ecosistemas que son aprovechados, primero, como medios de supervivencia utilizados de manera natural con fines no lucrativos y, también, en el sentido estrictamente comercial, ya sea legal o ilegal, formal o no formal, con el único objeto de lucrar con su enajenación.
De acuerdo con esta concepción, como parte de recursos naturales se encuentran los recursos hídricos. Estos, a lo largo de la historia, han fungido como ejes de comunicación y desplazamiento de los flujos de población, dando paso a la existencia de una relación entre el concepto de frontera y el de territorio como construcciones sociales, es decir, una relación en los procesos de apropiación del territorio por medio del movimiento de seres humanos, así como sus procesos de ocupación y los impactos que estos procesos tienen en los recursos naturales (Kauffer, 2010).
Ante esto, siguiendo la línea de esta investigación en cuanto a los recursos naturales, es posible afirmar que “el agua es una dimensión fundamental de la frontera limite ya que sobresale en su modalidad de delimitación natural de frontera” (Kauffer, 2010, p. 32). Estos recursos naturales han sido fundamentales para las dinámicas relacionadas con la frontera en la actualidad y, de acuerdo con el mismo autor, el desarrollo de las comunicaciones terrestres ha desplazado los recursos hídricos en su papel de articulador de la