Salud del Anciano. José Fernando Gomez Montes

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Salud del Anciano - José Fernando Gomez Montes страница 51

Salud del Anciano - José Fernando Gomez Montes LIBROS DE TEXTO

Скачать книгу

este sistema se amplía o se forma cuando la persona entra en otro entorno, las interconexiones pueden adoptar varias formas. Se puede participar activamente en varios entornos, establecer vínculos en una red social y fenomenológicamente según el grado y la naturaleza del conocimiento y las actitudes que existan en relación de un entorno a otro.

      Exosistema: Se refiere a los entornos (uno o más) en los que la persona no está incluida directamente, pero en los que se producen hechos que afectan a lo que ocurre en los entornos en los que la persona sí está incluida. Por ejemplo, circunstancias laborales de uno de los miembros de la familia que pueden acabar afectando a otros miembros de la familia, servicios legales y políticos, políticas de atención en salud, medios de comunicación, etc.

      Macrosistema: Se refiere a los marcos culturales o ideológicos que afectan o pueden afectar transversalmente a los sistemas de menor orden (micro, meso y exo) y que les confiere una cierta uniformidad y, a la vez, una cierta diferencia con respecto a otros entornos influidos por otros marcos culturales o ideológicos diferentes. Por ejemplo, la imagen de la vejez, el trato que se da a los ancianos, las representaciones sociales generales que se tienen sobre la salud y la enfermedad en los ancianos, valores que guían las políticas de salud, valores y ética de la cultura (individualismo, máximo beneficio, consumismo...), etc.

image

      Figura 8.1 Modelo ecológico del desarrollo humano

      Fuente: Adaptado de Bronfenbrenner, U. Ecología del desarrollo humano. Barcelona: Paidós; 1987.

      Cronosistema: Hace referencia al tiempo o época histórica en la cual vive el individuo, así como sus efectos en los otros sistemas. Tiene que ver con las condiciones sociohistóricas, con cambios a través del tiempo (a nivel de la persona y del ambiente) y con la influencia de épocas críticas en el desarrollo.

      El desarrollo humano debe ser entendido como el proceso por el cual la persona en desarrollo adquiere una concepción del ambiente ecológico más amplia, diferenciada y válida y se motiva y es capaz de realizar actividades que revelen las propiedades de este ambiente, lo apoyen y lo reestructuren, a niveles de igual o mayor complejidad en cuanto a su forma y contenido.

      El desarrollo humano presenta tres características. Primero, exige un cambio en las características de las personas, que no es efímero porque implica una reorganización con cierta continuidad tanto en tiempo como en espacio; segundo, el cambio tiene lugar en dos campos el de la percepción y el de la acción, y, tercero, teóricamente cada uno de estos campos tiene una estructura que es isomórfica con los cuatro niveles mencionados del ambiente ecológico.

      Por tanto, expone Bronfenbrenner, la persona en desarrollo no es una tabula rasa, en la que el ambiente incide de manera arbitraria sobre un sujeto pasivo, sino que tiene la capacidad de irse adentrando progresivamente y reestructurar el ambiente en el que vive, lo que requiere una acomodación mutua entre ambiente y la persona, o sea, es una relación recíproca, el ambiente no hace referencia a lo exclusivamente inmediato, hay interconexiones entre entornos con influencias externas provenientes de entornos más amplios.

      Otro concepto importante en este enfoque es el de transición ecológica, que se produce cuando la posición de una persona en el ambiente ecológico se modifica como consecuencia de un cambio de rol, de entorno o de ambos a la vez. Estas transiciones se producen a lo largo de toda la vida y tienen consecuencias que devienen en cambios dentro de los procesos de desarrollo. Las transiciones ecológicas constituyen una fase de la experiencia que tiene un antes y un después incorporado donde cada sujeto es su propio testigo.

      En síntesis, la perspectiva ecológica del curso de vida:

      1. Intenta comprender las continuidades, así como los giros y vueltas en los caminos de las vidas individuales.

      2. Admite la influencia de los cambios históricos en el comportamiento humano.

      3. Reconoce la importancia del momento de la vida no solo en términos de la edad cronológica, sino también en términos de la edad biológica, la edad psicológica y la edad social.

      4. Enfatiza en las formas en que los humanos son interdependientes y presta especial atención al contexto como el escenario principal para experimentar e interpretar el mundo físico y social en general.

      5. Considera a los humanos como capaces de elegir y construir sus propias trayectorias de vida dentro de sistemas de oportunidades y limitaciones.

      6. Señala la diversidad en las trayectorias de vida y las múltiples fuentes de esa diversidad.

      7. Reconoce los vínculos entre las experiencias de la infancia y la adolescencia y las experiencias posteriores en la edad adulta, tanto en la salud como en el proceso de enfermar, así mismo, en los factores de riesgo y factores protectores asociados.

       Capítulo 9

       Anatomía del envejecimiento

      Los cambios morfológicos que se presentan al envejecer tienen gran variabilidad con respecto a la edad de comienzo, a las estructuras examinadas, al sexo del individuo y a su estilo de vida. En algunas personas pueden manifestarse en forma más temprana que en otras, sin embargo, están estrechamente asociados con la edad cronológica. Con respecto a estructuras específicas, los cambios en la piel se hacen más evidentes que los cambios producidos por la resorción maxilar, debida a la pérdida de los dientes. En cuanto al sexo del individuo, mientras los hombres hacen una redistribución de la grasa en for-ma más uniforme, en las mujeres es notable la pérdida de tejido celular subcutáneo en antebrazos y piernas. Con respecto al estilo de vida, las personas que no realizaron ejercicio durante su vida tienden a tener una menor cantidad de masa ósea y muscular al envejecer.

      A continuación, se expondrán los cambios más importantes que se dan al envejecer en la estructura corporal (estatura, peso, postura y apariencia general) y en la composición corporal (masa magra, agua y grasa corporal).

      Los cambios anatómicos más prominentes que ocurren en la morfología corporal con el envejecimiento son disminución de la estatura, de la altura sentado, del grosor de los hombros y del ancho del tórax.

      La estatura por lo regular se ha utilizado como un indicador de la salud de la población, de nutrición y de condiciones tempranas en la infancia. Sin embargo, al envejecer existe una disminución de la estatura tanto en hombres como en mujeres, entre 2 y 4 cm en promedio a partir de los 40 años (0,1 cm por año), mayor en las mujeres. Generalmente se debe a la disminución de tamaño de los cuerpos vertebrales y de los discos intervertebrales, al aumento de la cifosis dorsal y a la pérdida de los arcos plantares. Esto hace que el tronco se torne más pequeño y haya una disminución de la distancia entre el borde inferior de la reja costal y las espinas ilíacas anterosuperiores, acentuada especialmente en presencia de osteoporosis, llegando en ocasiones, generalmente en mujeres de contextura frágil y pequeñas,

Скачать книгу