Conversaciones con la naturaleza. Ensayos Cognitivos desde los Andes. Alejandra Delgado
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Conversaciones con la naturaleza. Ensayos Cognitivos desde los Andes - Alejandra Delgado страница 7
Por último, esta nueva tecnología productiva conduce a la economía capitalista a su callejón sin salida. Ya anotó Marx que “...la masa de plusvalía misma disminuye necesariamente como resultado de la eliminación del trabajo vivo del proceso de producción en el transcurso de la etapa final de mecanización-automatización” (Marx como se citó en Mandel, 1979, p.204). El capitalismo es incompatible con la producción industrial totalmente automatizada, pues no admite la creación de plusvalía o la valorización de capital, por efecto de que el desarrollo ampliado de las fuerzas productivas disminuye el número absoluto de obreros y esto genera graves estragos sociales. La contradicción expuesta se intenta evadir en la actualidad con: la unidad heterogénea entre empresas no automatizadas, semiautomatizadas y automatizadas, es decir con la flexibilidad de reproducción de capital anotada en las líneas anteriores; la hegemonía del capital financiero en lo que tienen que ver con los procesos de valorización del conocimiento, tema que se abordará más adelante;
…el uso de mano de obra barata en las ramas semiautomatizadas de la industria (como trabajo femenino e infantil) en las industrias textiles, alimenticia, etc.; los cambios constantes y la competencia mutua en la producción de los sistemas de máquinas automatizadas impiden el abaratamiento de estos sistemas y de este modo su introducción más rápida en otras ramas de la industria; la búsqueda de nuevos valores de uso que se producen en empresas semiautomatizadas y no automatizadas; las piezas de las máquinas automáticas no son construidas automáticamente sino en la línea de ensamblaje, de hecho, la industria que produce medios de producción electrónicos tiene un CO de capital notablemente baja. (Sierra, 2008, p.34)
Finalmente, las revoluciones tecnológicas en el marco de la economía capitalista conducen a un desarrollo colosal de las fuerzas productivas que terminan transformándose en destructivas, tanto de la naturaleza como del trabajo humano.
Decadencia Social
La globalización digital no significa que toda la población del planeta se encuentre integrada a la nueva tecnología, como sostienen Castells (2006) “…hay grandes áreas del mundo y considerables segmentos de la población desconectados del nuevo sistema tecnológico” (p.60). Las zonas que quedan desconectadas pueden encontrarse en África como en Norteamérica, Europa, Asia o América latina, no hay entre ellas una continuidad cultural y/o espacial. Existe de hecho una desintegración social en la globalización, que se explica por la desigual difusión tecnológica que excluye de la misma a ciertos sectores de población y a ciertas zonas del globo.
…la automatización y los progresos en biotecnología arrojan la mayoría de la fuerza de trabajo mundial en el desempleo (mercado informal), crece el ejército de reserva y aumenta, asustadoramente, la población estancada que, como diría K. Marx (1980), son seres humanos que vegetan en el infierno de la indigencia. El pauperismo constituye el asilo de los inválidos de la población activa y el peso muerto del ejército industrial de reserva. La superpoblación relativa forma parte de la condición de existencia de la producción capitalista y del desarrollo de la riqueza social. (Silva como se citó en Sierra, 2008, p.34)
La globalización al contrario de lo que parece no integra a la población del planeta, al contrario expulsa a la mayoría de ella. Es exclusiva, es “…la construcción y expansión de un mundo interior cuyos límites son invisibles, aunque prácticamente insalvables desde fuera y que está habitado por los mil quinientos millones de ganadores de la globalización; esperando en las puertas encontramos a un número de personas tres veces mayor” (Zizek, 2016, p.11). Este hecho muestra que la globalización de la nueva tecnología de la información provoca la profundización de la contradicción más sintomática del capital, que según el mismo filósofo esloveno es: el antagonismo entre los incluidos y lo excluidos o expulsados de la globalización. “Una proporción importante de la clase obrera mundial queda desempleada y pasa a constituir una “población excedente absoluta” que seguramente no se volverá a incorporar al proceso productivo” (Sierra, 2009, p. 41).
El antagonismo expuesto muestra, a su vez: la creciente desigualdad económica y social a nivel planetario -más concentración de riqueza y más expansión de miseria-; la progresiva diferenciación tecnológica – eliminan empleos semicalificados bajo la presión de la automatización y la competencia laboral extranjera; degradación y dispersión laboral y salarial; degradación y eliminación de los mundo de vida rurales y la consecuente masiva expulsión de campesinos; en los países desarrollados lo trabajadores son expulsados del mercado de trabajo formal y sustituidos por una combinación de máquinas o mano de obra extranjera barata, o simplemente se quedan sin empleo porque las empresas migran a los países periféricos gracias a la nueva tecnología. De hecho, la situación de la clase trabajadora norteamericana explica en gran medida el triunfo de Trump en las últimas elecciones de EEUU y el triunfo del Brexit en la consulta popular en Reino Unido en el 2015.
Todas estas poblaciones expulsadas de los beneficios de la globalización informatizada forman enclaves de desempleo prolongado, pobreza y miseria en ciertas zonas de los países centrales y en la mayor parte de los países de la periferia, que van en crecimiento. Es importante aclarar que este fenómeno social no es casual ni fortuito, responde a la contradicción estructuradora de la curva civilizatoria capitalista. Como sostiene Aníbal Quijano (1998) “la ‘marginalidad’ se origina en los cambios en la estructura de relaciones entre capital y trabajo y en primer lugar entre capital y trabajo asalariado” (p.416). El capitalismo en su expansión global expulsa una creciente mano de obra individual que se vuelve sobrante por efecto del desarrollo tecnológico (composición orgánica de capital) Una parte de esta mano de obra sobrante va a ser absorbida por la economía criminal, ligada al tráfico de drogas, armas, personas órganos, etc., y la mayoría de ella quedan en condición de pauperismo social. “Esa población excedentaria de trabajadores atrapada dentro de la tendencia al predominio del trabajo acumulado respecto del trabajo vivo, es la que se denomina ‘marginalizada’” (Quijano,1998, p. 416).
El deterioro de las condiciones de vida para la mayor parte de la población mundial conlleva serios problemas en sus procesos de producción y reproducción social, cuya situación bien podrían ser leída desde la tesis de José Nun (2000), según la cual
…era posible que existiera, en última instancia, una parte de la superpoblación relativa que fuera ‘marginal al cuadrado’, es decir a funcional y prescindente también para el sector informal. En este caso se volvería disfuncional y peligrosa para el conjunto de la sociedad. (p.5)
Toda la masa de personas que a nivel planetario terminan expulsadas de la globalización constituyen un nuevo régimen de miseria que se caracteriza por ser permanente e irreversible. En este sentido la desvinculación de estas personas de la sociedad formal y de su norma se vuelve altamente peligrosa para sostener los procesos de integración y diferenciación creciente.
Los signos reveladores de la nueva marginalidad son inmediatamente reconocibles incluso para el observador casual de las metrópolis occidentales: hombres y familias sin hogar que bregan vanamente en busca de refugio; mendigos en los transportes públicos que narran extensos y desconsoladores relatos de desgracias y desamparo; comedores de beneficencia rebosantes no solo de vagabundos, sino de desocupados y sub ocupados. (Wacquant, 2002, p.170)
Estas personas que son expulsadas de la sociedad globalizada dejan de ser funcionales al sistema y llegan a ser una amenaza para la vida social. El alejamiento de la sociedad formal provoca en el ser humano el retorno incontrolable de los instintos reprimidos en los procesos de simbolización que les constituye en sujetos. Las manifestaciones instintivas, sobre todo las agresivas que no son posibles de ser separadas de las sexuales y de las del hambre, retornan transgrediendo la norma y agravando la disolución de relaciones sociales.
Este proceso, entre otros, explica que gran