Historia de las ideas contemporáneas. Mariano Fazio Fernandez
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Historia de las ideas contemporáneas - Mariano Fazio Fernandez страница 24
* * *
La Ilustración representó la centralidad del hombre, el pretendido triunfo de la razón sobre la fe, del progreso sobre la tradición. Sus profetas anunciaban un futuro lleno de luz, una vez que las tinieblas medievales fueran derrotadas. Pero luces y sombras estuvieron siempre mezcladas en la historia de la humanidad, y siguieron estando mezcladas en los siglos posteriores. El hombre ilustrado redescubrió algunos valores que se encontraban escondidos bajo costumbres que sí podían considerarse supersticiosas, pero al mismo tiempo perdió una cosa de gran valor, rechazando lo sobrenatural y lo trascendente.
La autonomía del hombre, que pretende ser absoluta, intentará distintos caminos para afirmar la propia centralidad. Caminos que terminarán en ideologías autojusticadoras, como autojustificada era la pretendida autonomía absoluta.
6. El sistema kantiano
La figura de Inmanuel Kant emerge en el siglo XVIII como la de un auténtico gigante. Parecería que la filosofía anterior ha sido una preparación al kantismo, y la posterior un diálogo con el filósofo de Königsberg. Utilizamos la forma verbal condicional a propósito, dado que en realidad no es exactamente así. Pero es indudable la importancia histórica que reviste el proyecto filosófico kantiano.
Kant se encuentra frente a las dos corrientes de pensamiento que caracterizan el siglo XVII filosófico —racionalismo y empirismo—, observa con atención el desarrollo de la ciencia física con la teoría de Newton, convive con los principales exponentes de la Ilustración y verá la caída del Ancien Régime, después de los eventos de 1789.
La filosofía trascendental de Kant será un intento de respuesta global a los nuevos problemas que se presentan al hombre europeo del final del siglo XVIII. ¿Cómo coordinar el escepticismo de Hume, la ciencia newtoniana y la fe racionalista en la capacidad de la razón? ¿Será todavía posible, después de la crítica del principio de causalidad, la ciencia y la metafísica? ¿Qué puede conocer el hombre, y cómo? Si la crítica de los empiristas a los racionalistas es verdadera, ¿caerán también las demostraciones de la existencia de Dios de los sistemas metafísicos del siglo XVII y la moral que se basa en la trascendencia? Estos interrogantes, que llegan hasta lo más profundo de los anhelos humanos —Dios, la libertad, la conciencia— obtendrán en la obra kantiana una respuesta que, aunque toma elementos tanto del empirismo como del racionalismo, será original, sistemática y revolucionaria.
«El cielo estrellado sobre mí, y la ley moral dentro de mí»18 serán los dos objetos de la admiración kantiana. Un conocimiento de la naturaleza, aunque de ella sólo podemos conocer los fenómenos, mediante la razón teórica. El imperativo categórico como ley de la moral, mediante la razón práctica. Dios, la libertad y la inmortalidad recuperados, después de la crisis escéptica de Hume, pero sólo como postulados.
El pensamiento post-kantiano se debía enfrentar con el «escándalo de la cosa en sí», una realidad que, si bien no era cognoscible por la razón, se la afirmaba como necesaria. Fichte, Schelling y Hegel darán una respuesta diversa de la kantiana, pero que presuponía la filosofía del maestro de Königsberg.
a) Vida y obras
Nace en Königsberg (en ese momento, Prusia oriental) en 1724. Recibe una educación muy cuidada desde el punto de vista moral y, a través de su madre, se forma en el espíritu del protestantismo pietista. Estudia desde 1732 en el Collegium Fridericianum, cuyo rector era el teólogo Schultz. Pero una disciplina demasiado rigurosa y un excesivo número de ejercicios de piedad terminarán por alejarlo de la práctica religiosa.
A partir de 1740 Kant estudia en la Universidad de Königsberg.
Entra en contacto con las teorías de Newton, y estudia física, matemáticas y filosofía. En 1746 termina sus estudios, con el trabajo escrito Pensamientos sobre la verdadera estimación de las fuerzas vitales. Entre 1746 y 1755, a causa de la muerte de su padre, trabaja como preceptor en varias familias para ganarse la vida.
En 1755 publica Historia de la naturaleza y teoría del cielo, obtiene el doctorado con una tesis Sobre el fuego, y presenta la habilitación docente sobre el siguiente argumento: Nueva explicación de los primeros principios del conocimiento metafísico.
La cátedra universitaria de Kant no se ocupará sólo de temas filosóficos: nuestro autor enseña también biología, geografía, pedagogía. Entre 1762 y 1763 publica cuatro escritos, que prefiguran ya su sistema filosófico maduro.
En 1770 ocupa la cátedra de Lógica y Metafísica de la Universidad de Königsberg. En ese año publica la disertación Sobre la forma y los principios del mundo sensible e inteligible, que marca el inicio de su evolución intelectual. A la Dissertatio de 1770 siguen once años de profunda meditación. Fruto de este periodo será la Crítica de la razón pura, publicada en 1781, y que tuvo una segunda edición, igualmente famosa que la primera, en 1787.
Entre la primera y la segunda edición de la Crítica de la razón pura, Kant publica Prolegómenos para toda metafísica futura (1783) y Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785). En 1788 publica la Crítica de la razón práctica, y en 1790 completa la trilogía crítica con la Crítica de Juicio.
El único problema académico que encontró Kant en su vida universitaria fue la polémica que tuvo lugar después de la publicación, en 1793, de La religión dentro de los límites de la mera razón. Kant es acusado de tener opiniones contrarias a las Sagradas Escrituras. Decide entonces no hablar más de religión, aunque cambiará de opinión después de la muerte del rey Federico Guillermo II, cuando se restablece la libertad de prensa.
Kant dedicará los último años de su vida a la filosofía política y a la filosofía de la historia. Presencia la caída del Ancien Régime, se entusiasma con la Revolución francesa, de la cual condenará sus excesos violentos. En este ámbito publica en 1795
Proyecto de paz perpetua, y, en 1797, la Metafísica de las costumbres. En ese mismo año abandona la enseñanza universitaria y comienza una revisión de su sistema filosófico. Las anotaciones que toma en este periodo han sido recogidas bajo el título Opus Postumum, y fueron publicadas en 1920.
Kant, después de ochenta años de vida metódica, dedicada al estudio y a la investigación filosófica, muere en Königsberg, su ciudad natal,