Escritos Federalistas. Pierre Joseph Proudhon

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Escritos Federalistas - Pierre Joseph Proudhon страница 14

Escritos Federalistas -  Pierre Joseph Proudhon Básica de Bolsillo

Скачать книгу

millones de almas, como sería Italia, es un Estado en el que todas las libertades provinciales y municipales son confiscadas en provecho de un poder superior que es el gobierno. Ahí, toda localidad debe callar, el patriotismo chico enmudecer […]. La fusión en una nacionalidad abstracta en la que ni se respira ya, ni se conoce, en una palabra, es decir el fin de las nacionalidades particulares, en las que viven y se diferencian los ciudadanos: he aquí la unidad[104].

      Idea que el francés combatirá incluso en su fase más «apolítica»:

      Hay, pues, en dicho grupo la triple condición que la lógica federal parece imponer, esto es: 1) unidad de cultura, que crea vínculos naturales de solidaridad, reconocimiento e identificación entre los individuos; 2) capacidad de defenderse en caso de agresión exterior; y 3) por su limitada fuerza militar y extensión territorial, escasa o nula capacidad de conquista, lo que, naturalemente, predispone el grupo natural a la relación y al diálogo, y mucho menos al uso de la fuerza y a la dominación.

      Razón, también, por la que las críticas y ataques que desde el Estado-nación y desde los valores de la democracia triunfante (la igualdad en la identidad) se van a dirigir contra los defensores de las antiguas libertades locales, de la pequeña nacionalidad, a quienes se va a tachar de antimodernos y enemigos de la libertad, no van tampoco a ser de recibo para el francés: «Es la política –dice Proudhon– la que, formulando grupos artificiales, alejados, y creando lenguas centrales, ha venido a marcar las diferencias». No son, pues, en opinión de Proudhon, los defensores de la pequeña nacionalidad los que han abierto la caja de Pandora y liberado los demonios del nacionalismo y de la diferencia. Si se afirma la diferencia y la personalidad propia es porque en un momento determinado ésta se encuentra en peligro, negada o despreciada, porque la progresiva centralización del Estado-nación conduce inevitablemente a tal situación. La obligación de la democracia es, según Proudhon, reconocer su error y enmendar el problema.

      La segunda tesis proudhoniana al respecto no es menos importante. Una cosa es reconocer la legitimidad soberana del grupo natural en el pacto federativo, su soberanía inicial, su necesario e inevitable organicismo (como en el hombre), y otra muy distinta es decir que el grupo natural está hecho para permanecer en ese estado inicial de independencia, o aun que el grupo natural es una comunidad orgánica en sentido fuerte o cerrada, indisoluble e imperecedera. A estas alturas de nuestro comentario, sabemos ya que no hay en Prou­dhon un polo de organicismo o determinismo sin un polo opuesto de voluntarismo o libertad que equilibre, mejore y haga más justa la serie que contiene la contradicción, en este caso la comunidad natural. Proudhon lo explica precisamente en Du Principe fédératif:

Скачать книгу