Ética promiscua. Dossie Easton

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Ética promiscua - Dossie Easton UHF

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puedes realmente elegir las que funcionan para ti. Será entonces cuando tendrás la libertad para pensar dónde quieres poner los límites en tu vida, cuáles son tus límites personales y si alguna vez querrás expandirlos.El llevar a cabo esa tarea alucinante te hará libre para explorar más allá de tus sueños más descabellados.

Personas negras y poliamorosasEstas son algunas de las ideas sobre el poliamor y la manera en que funciona en las comunidades negras de nuestras amistades Ron y Lisa Young, quienes cofundaron el grupo internacional de apoyo Black & Poly (blackandpoly.org), y que amablemente nos han permitido incluir este extracto de su libro, que se publicará en breve, Love: A Black Love Revolution:Muchas de nosotras no estamos buscando «alguien extra» para tener sexo sin compromiso y cariño de vez en cuando; podemos ver la libertad y apertura del poliamor como un aspecto clave de nuestra supervivencia. De todos modos, para muchas personas de color es fácil conectar a un nivel superficial, pero un vínculo complejo y el amor romántico son muy jodidos. Esta es la razón.Imagínate intentar amar a alguien cuando todo a tu alrededor está sistemáticamente organizado para separaros. Para las personas negras, primero fue la esclavitud, luego las leyes Jim Crow de segregación racial, luego las prestaciones sociales y ahora el encarcelamiento masivo; no hemos tenido tiempo para concentrarnos en el amor. No hemos tenido tiempo para acomodarnos mutuamente de manera confortable. Por supuesto, tenemos amor, familia y comunidad dentro de nuestras casas, pero sacar esos sentimientos a la calle puede ser un problema muy serio.Nos han enseñado que, para sobrevivir en este mundo, debemos ser fuertes... pero eso no funciona para relacionarnos mutua-
mente. Nuestra cultura nos ha dicho que mantengamos unos límites fuertes para protegernos: que no nos destrocen, ni se aprovechen, ni nos roben lo indispensable como seres humanos y que no nos despojen de nuestra dignidad. A menudo este miedo nos lleva a rechazar todo lo que nos pone en situaciones vulnerables, redirigiendo nuestra atención lejos del hecho de que solo mediante la vulnerabilidad podemos encontrar la auténtica fuerza, crecimiento, belleza y sobre todo amor.Como personas negras, nos enviaron aquí como objetos. Mediante el poliamor, recibimos la única y feliz oportunidad de definirnos a nosotros mismos. No queremos ser vuestros «Machos Mandingo» ni vuestras «Princesas de Ébano» o solamente asistir a vuestras fiestas sexuales. Queremos que se nos respete como iguales cuando se trata de construir algo real, poliamoroso y tangible. Vemos que el amor es abundante en la comunidad y a veces sentimos ese amor expandirse e incluirnos.Pero todavía existe una inmensa brecha entre nuestra comunidad y las comunidades poliamorosas blancas. ¿Cómo vamos a salvarla?

      * Movimiento contracultural nacido en la década de 1970 en California que rechaza el modelo heterocéntrico y busca redefinir la identidad gay. (Nota del t.)

      ** Bisexual chic, en el original. Se refiere a la idealizada «chica bisexual que desea tener sexo con parejas», figura habitual en las fantasías de las parejas hombre-mujer que deciden tener sexo con más personas. Estas chicas son conocidas también como «unicornios» en el ambiente poliamor, por su carácter casi mitológico, dado lo supuestamente difícil que resulta encontrarlas. (Nota del t.)

      5. Luchando contra una visión negativa del sexo

      Desde el punto de vista de los putones, el mundo a veces es un lugar peligroso. Mucha gente piensa que está bien llegar hasta donde haga falta para impedirnos ser sexuales.

      Algunas personas, fundamentalistas antisexo, intentan convertir amarse en algo peligroso para las mujeres declarando ilegal el control de la natalidad y el aborto, llevándolas a embarazos no deseados y a asistencia sanitaria clandestina. Otras declararían ilegal el acceso a la información sexual, en colegios o en internet, para que nuestra prole no pueda aprender a cuidar de su salud y bienestar y no tenga acceso a un aprendizaje sobre el sexo seguro que les enseñaría cómo evitar la propagación de enfermedades. En una desoladora evolución desde la primera edición de este libro, una vacuna que ayuda a prevenir el cáncer cervical en mujeres está encontrando resistencia de gente puritana que cree que inocular a una mujer joven contra el cáncer de alguna manera la anima a tener sexo. Quienes toman medicación para protegerse de contraer el virus del sida son llamados «putones» o «furcias» (presumiblemente no en el buen sentido que aquí damos a dichos términos).

      Hay lugares donde algunas personas creen que ser un putón te convierte en blanco legítimo de agresiones violentas. Preguntan: «¿Por qué ibas por esa calle con un vestido corto o pantalones ajustados?». Y a renglón seguido te sueltan: «No es extraño que te hayan violado o atacado». O bien: «Tienes tanta pinta de maricón que no es raro que esa pandilla decidiese darte una paliza».

      También nos consideran blanco legítimo para otras formas de opresión. Tener varias parejas sexuales puede ser visto como una buena razón para quitarte todas tus propiedades, tu prole y tus futuros ingresos en un acuerdo de divorcio leonino. Podrías perder tu trabajo o la promesa de un ascenso o tu reputación profesional, si las personas equivocadas averiguan algo sobre tu vida privada.

      Juicio interior

      Esperamos que este examen de los peligros de la promiscuidad pueda llevarte a preguntarte algunas cosas. ¿Cuál es mi experiencia con la opresión y cómo me afecta? ¿A quién tengo que mentirle en mi vida? ¿Cuáles son mis «armarios»? Si miras más en profundidad, puedes preguntarte: ¿Qué presuposiciones he hecho sobre cómo debe ser mi sexualidad? ¿Tengo opiniones sobre lo que hace la gente «buena» y «amable» que acabo dirigiendo contra mí?

      Cuando nos juzgamos interiormente de acuerdo a valores culturales impuestos desde el exterior, cuando las mujeres creen que deben ser pequeñas y tranquilas, cuando las personas homosexuales piensan que su elección sexual es una neurosis o cuando creemos que seríamos mejores personas si fuésemos capaces de ser monógamas, eso es opresión interiorizada. Cuando aplicamos esos juicios injustos a personas semejantes, cuando vemos a nuestras amistades demasiado putones o demasiado libres, eso se llama hostilidad horizontal. Te sugerimos que vuelvas al capítulo 2, «Mitos y realidades», y hagas un listado para ver qué creencias que aprendiste en esta cultura negativa hacia el sexo pueden estar estorbándote en tu camino.

      Hace frío ahí afuera

      Quienes decidimos llevar nuestras vidas y amores de una manera no convencional probablemente debamos prepararnos para el hecho de que en muchas partes del mundo no nos van a recibir con los brazos abiertos. Aunque por supuesto hay maneras en que puedes protegerte contra algunas de las consecuencias sociales, logísticas y económicas, no podemos garantizar que no va a haber nunca consecuencias. No es fácil ser fácil.

      Ex parejas, padres/madres, familia política y otras personas que no comparten tu punto de vista sobre el potencial de las relaciones inclusivas pueden ser hostiles. El amigable sacerdote de tu barrio puede que tampoco sea muy comprensivo. Llevar a tus dos parejas al picnic de la empresa no es una buena manera de asegurar tu ascenso en la jerarquía de la empresa. Te recomendamos que extremes el cuidado al elegir con quién «sales del armario». Sí, sabemos que no podrías sentirte más feliz y que quieres compartir tu alegría con el mundo, pero recuerda: no puedes «des-decir» lo que has dicho. Conocemos personas que han perdido el trabajo, la custodia de los niños y mucho más porque las personas equivocadas se han enterado de sus elecciones sexuales. Fuera de Estados Unidos, hay lugares en los que las consecuencias de opciones sexuales no convencionales son mucho más funestas, hasta llegar incluso a la pena de muerte.

      Pero incluso dentro de Estados Unidos hay estados y ciudades con leyes que prohíben vivir juntos a grupos de adultos si no están relacionados por lazos de sangre o por matrimonio. En otros sitios, quienes alquilan viviendas a veces prefieren no hacerlo a grupos que no se adaptan a la estructura familiar tradicional. Algunos contratos incluyen cláusulas que autorizan al propietario a rescindir el contrato de arrendamiento basándose en «conducta inmoral» o «asociación con personas indeseables», lo que

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