Ética promiscua. Dossie Easton

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Ética promiscua - Dossie Easton UHF

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de comunidades religiosas basadas en la no monogamia son la Iglesia mormona, la comunidad Oneida (véase página 134), las prácticas del maithuna en el yoga tántrico y las prostitutas sagradas de los templos de los primeros adoradores de diosas en el Mediterráneo. El tantra, tal y como lo conocemos hoy en día, es una versión occidentalizada de la práctica tántrica clásica. En él, se emplean la respiración, el contacto visual y el movimiento corporal para alcanzar estados alterados de alta conciencia erótica; se enseña en talleres en la mayoría de las grandes ciudades y en muchos libros y vídeos excelentes. Otras tradiciones espirituales/sexuales clásicas se han actualizado para el consumo occidental en prácticas como el Tao curativo y el Quodoushka. Practicantes del paganismo y Radical Faeries se encuentran en festivales y reuniones para celebrar antiguos ritos sexuales como Beltane, o crear sus propios rituales adaptados a estilos de vida actuales, como la sexualidad abierta de las reuniones Faerie o el erotismo más sutil de las danzas sagradas y los tambores.

      Estas personas practicantes entienden que el sexo está conectado con lo espiritual. Como dijimos en un libro anterior, «cada orgasmo es una experiencia espiritual. Piensa en un momento de perfecta plenitud, de ti mismo en perfecta unidad, de una conciencia expandida que trasciende la separación de cuerpo y mente y que integra todas tus partes en una conciencia extática ... Cuando aportas conciencia espiritual a tus prácticas sexuales, puedes llegar a ser directamente consciente de —conectado a— la divinidad que siempre fluye a través de ti ... Para nosotras, el sexo es siempre una oportunidad para ver a dios».

      kink, cuero y bdsm

      Mucha gente en la antropología cultural considera que la cultura leather actual comenzó tras la Segunda Guerra Mundial, llevada de vuelta a sus hogares por soldados que volvieron de la guerra con un gusto por el poder y la autoridad ejercida por y para hombres. De todos modos, nosotras observamos que muchas formas de juegos sexuales no convencionales preceden este fenómeno desde hace siglos e incluso milenios: del filósofo griego Aristóteles se sabe que disfrutaba siendo cabalgado como un pony por sus parejas femeninas y las ataduras eróticas son uno de los temas del arte japonés desde el siglo xvii.

      Quienes practican bdsm y kink hoy día tienen un inmenso conocimiento sobre cómo el deseo se puede despertar incluyendo o no los genitales, así como jugar con la apariencia externa de la desigualdad dentro de los límites del consentimiento negociado. El poliamor y las relaciones abiertas son muy habituales en las comunidades de sexualidad no convencional, ya que son escasas las probabilidades de que encuentres una pareja a la que le gusten todas tus fantasías y que puedas aguantar con ella de manera permanente. Tus dos autoras aprendieron muchos de sus valores y conductas sexuales dentro de las comunidades kink, leather y bdsm.

      profesionales del sexo

      A pesar de lo que hayas oído en televisión o la prensa amarilla, quienes trabajan en el sexo no son siempre personas drogadictas desesperadas, mujeres degradadas o depredadoras cazafortunas. Muchas personas —mujeres y hombres— trabajan sanas y felices en la industria del sexo, haciendo un trabajo esencial y positivo curando las heridas que provoca la visión negativa del sexo de nuestra cultura. Son nuestras amistades, amantes, colegas, novelistas, terapeutas y educadores, además de actores, actrices y artistas. Esta gente tiene mucho que enseñarnos sobre establecer límites, comunicación, negociación en el sexo, y maneras de conseguir el desarrollo, la conexión y la satisfacción fuera de la relación monógama tradicional. No imagines que esas conexiones entre profesional del sexo y cliente son necesariamente frías, impersonales o degradantes, o que solo las personas fracasadas frecuentan la prostitución. Muchas de las relaciones cliente/profesional del sexo se convierten en fuentes de una enorme conexión, calidez y cariño para las dos partes, y duran muchos años.

      diversidad cultural

      Cuando examinemos la diversidad sexual, debemos recordar que vivimos en una sociedad multicultural y que cada cultura en el mundo, cada subcultura, cada cultura étnica tiene sus propias maneras de crear las relaciones, de conectar en el sexo y de construir familias. Todas esas vías son válidas y valiosas.

      Uno de los grandes placeres de vivir como un putón es la oportunidad de tener conexiones íntimas con personas cuyas experiencias han sido muy distintas. Cuando lo hagas, te descubrirás tropezando, con algo de vergüenza, con muchas diferencias. Acostumbrarse a las diferencias puede resultar incómodo, pero cada vez que sucede has aprendido algo nuevo sobre cómo las personas se manejan siendo seres humanos, quizá precisamente lo que echabas en falta en tu propia cultura.

      Cabe recordar también que muchas personas, y especialmente aquellas que presentan unas diferencias visibles, se sienten más seguras viviendo en las comunidades en las que se criaron e incurran quizá en riesgos no menores cuando se acercan a entornos sexuales menos diversos. Si convertirse en un putón salido del armario puede escandalizar a tu comunidad de origen, tal vez termines sacrificando la seguridad y aceptación del hogar para unirte a una comunidad en la que la mayoría de gente no se parece a ti.

      Los límites en la comunicación, la conexión y las relaciones varían de una cultura a otra. La distancia personal también varía enormemente. Dicen que puedes reconocer a una persona euroamericana en una fiesta latinoamericana: es la que está constantemente dando un paso atrás cada vez que alguien se le acerca a hablar porque no deja de situarse demasiado cerca. El volumen varía también: algunas culturas valoran el empleo de un tono bajo y tranquilo; otras son tremendamente expresivas y, bueno, más ruidosas.

      Te recomendamos que busques esas diferencias y dejes de lado tus prejuicios. ¿Esa persona que parece que habla demasiado alto es en realidad capaz de ser más expresiva que tú? ¿Se da cuenta de más cosas esa persona tranquila? ¿Qué inteligencia tiene la persona que no ha leído muchos libros pero entiende cómo funciona tu coche o tu ordenador? ¿Quiénes son esas personas tan simpáticas que hacen propuestas sexuales abiertamente y con entusiasmo pero que se sienten realmente confundidas cuando las acusas de ligar con demasiada agresividad? Quizás esas personas tienen maneras de conectar de las que podrías aprender.

      Resulta trágico que tantas de nuestras comunidades sexuales no den la bienvenida a personas de toda la variedad de culturas, razas, géneros y sexualidades. Quienes hemos crecido como nosotras en una cultura de origen europeo con demasiada frecuencia esperamos que nuestras amistades lidien con las diferencias culturales amoldándose a nuestras costumbres. Cuando ves a las personas a tu alrededor y las descartas —o peor todavía, asumes que sabes todo lo que tienes que saber sobre ellas— por su color de piel, género, manera de hablar, manera de vestir, religión o país de origen, nunca llegarás a oír ninguna de las nuevas y fascinantes cosas que esas personas tienen que contar.

      Te recomendamos que, cuando estés en compañía de lo desconocido, busques la sabiduría desconocida. Encontrarás mucha, y te enriquecerá.

      ¿Qué puedes aprender?

      Si pensar sobre todo esto te inquieta un poco, no nos sorprende. Lo que estás experimentando es lo amenazante que resulta comprobar que los límites habituales que das por hecho, y que crees que son válidos en todas las situaciones sociales y sexuales, quizá no lo sean en ciertos entornos. No hay unos límites de género o atracción entre personas adultas aceptados universalmente, y los límites de la exploración sexual no nos fueron entregados en tablas de piedra por una autoridad superior.

      Cuando ves a personas que tienen el nivel de felicidad y éxito que tú buscas y ves que no se han conformado con los estándares habituales de una relación de pareja heterosexual monógama para toda la vida, empiezas a ver cómo esas cosas pueden ser posibles para ti también, incluso si esas personas no lo están haciendo de la misma manera que tú quieres hacerlo. Reconocer otras culturas sexuales ofrece la oportunidad de ser consciente de tus propias ideas preconcebidas e incertidumbres.

      Escucha a tus miedos: Tienen mucho que enseñarte sobre ti. No dominar la situación puede provocar miedo,

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