Operaciones auxiliares en el punto de venta. COMT0211. Álvaro Torres Rojas
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No suelen representar una zona muy amplia de terreno (nunca superior a los 5000 m2), con el serio inconveniente de encontrarse siempre entre edificios, en calles frecuentadas y actualmente peatonales por su ubicación tan céntrica, que evita acercarse a ella a través de cualquier vehículo.
Además este tipo de centro comercial, en fase de declive actualmente, cuenta con el grave problema de que generalmente sus edificaciones no tienen plaza de aparcamiento propia.
Es por ello que, pese al intento por revitalizar zonas céntricas o históricas de las poblaciones en la actualidad, no son las galerías comerciales aquellas a las que van dirigidas las miradas de los empresarios.
Centros comerciales pequeños
Estos centros, de mayores dimensiones que los anteriores (de los 5000 a los 20000 m2) son de carácter urbano, y al igual que las galerías comerciales suelen encontrarse en calles céntricas y pobladas.
Su crecimiento y proliferación es atemporal, ya que aunque las décadas de los setenta, ochenta y noventa fueron su época de esplendor, con un claro declive a finales de los noventa y con la primera década de cambio de siglo, hay que recordar que en la actualidad este modelo de establecimiento vuelve a tener una segunda etapa de crecimiento y consolidación con el intento por revalorizar y potenciar la vida de los centros históricos poblacionales.
Como puntos a favor, estos centros sí que solían estar dotados de plazas de garaje (generalmente subterráneas), y en la actualidad, en aquellos que no tenían esa posibilidad o edificios emblemáticos que se están recuperando para la causa, se realizan auténticas obras arquitectónicas para dotarlos de esa comodidad para el cliente.
Además, en estos centros comerciales se puede encontrar un amplio surtido, que va desde el contenido del supermercado o hipermercado, a la moda, el ocio, perfumería y belleza, libros y juguetes, etc.
Grandes centros comerciales
Con la necesidad de satisfacer el mayor consumismo que durante la década de los noventa y comienzos de siglo fue imperando en la sociedad, los pequeños centros comerciales se empezaron a quedar pequeños, y fue cada vez más necesario aumentar la oferta de servicios en un mismo centro, por lo que la tendencia fue derivar esta mayor oferta a un mayor espacio, por lo que la necesidad de grandes áreas para edificar fue llevando a los empresarios a buscar terrenos más económicos y amplios en la periferia de los centros urbanos, ya fuese en polígonos industriales o en zonas periféricas como rondas de carretera.
Estas grandes superficies, además de ofrecer un surtido mayor de productos, comenzaban a convertirse en zona de ocio y paseo para el cliente, y no solo un edificio comercial.
En estas amplias áreas de 20000 a 40000 m2 de locales comerciales alineados, con aparcamiento exterior e incluso subterráneo, el cliente podía disfrutar de variada oferta gastronómica, además de la habitual oferta de productos de moda o belleza, entre otros. El crecimiento del concepto de centro comercial iba cada vez más vinculado al ocio y placer, desvinculándose del simple y mero hecho de la compra de productos relacionados con las necesidades fisiológicas o de subsistencia.
Como característica general de este tipo de establecimientos comerciales habría que destacar que, pese a que fueron en su momento ideados para encontrarse en la periferia, hoy día se suelen encontrar en zonas urbanas o semiurbanas, pues, como ya se indicó, el crecimiento demográfico de poblaciones antes supeditadas a las capitales, la compra de segundas viviendas y, sobre todo, el boom inmobiliario de la década de los noventa y comienzos de siglo XXI acabaron por convertir esas zonas periféricas en barrios urbanos y semiurbanos, insertos en la nueva planificación urbanística.
Centros comerciales de la periferia o muy grandes
Por último, se hace referencia a los establecimientos que superan ampliamente los 40000 y 60000 m2 de superficie, conocidos como centros comerciales muy grandes.
A pesar de que este tipo de centro comenzó a hacerse muy habitual ya en la década de los noventa, con la especialización y creación de los centros temáticos, es el tipo de comercio estrella de la actualidad, junto con los revalorizados edificios históricos de los centros poblacionales.
Este tipo de centro tiene dos vertientes: la especialización temática, donde se encuentra toda una amplia oferta especializada, como el mercado del mueble, del bricolaje o la moda; y los grandes centros comerciales similares a la concepción anterior, pero con mayor oferta de ocio y restauración que los indicados hasta ahora.
Ya en los noventa, con el crecimiento inmobiliario desmesurado que acabó por condenar a los grandes centros comerciales a la inserción en la planificación urbana, y con el nacimiento de nuevas rondas de circunvalación que evitaban el paso por el suelo urbanizado, se fueron implantando estas grandes superficies de comercio y ocio en las nuevas periferias.
Son por tanto centros situados en zonas habitualmente periféricas con numerosas plazas de aparcamiento, alejadas de las poblaciones y donde el ocio, la restauración, cines y demás elementos de diversión son el eje y atractivo principal para el cliente potencial.
Aplicación práctica
Como gerente de una empresa constructora ha decidido sumarse a la mejora y rehabilitación del centro urbano de una capital histórica castellana, adquiriendo para su remodelación un edificio emblemático de la ciudad. Tiene dos posibilidades de compra: por un lado un edificio céntrico histórico de tres pisos más un bajo con varias plantas de aparcamiento subterráneo y, por otra, una abandonada galería comercial. ¿Qué decisión será la más acertada?
SOLUCIÓN
Ante el declive de las galerías comerciales, y sobre todo con la ventaja que supone que el edificio posea acceso y posibilidad de aparcamiento gracias a sus plantas subterráneas, la decisión más acertada será sin duda la compra de este inmueble para su habilitación. El cliente busca ante todo la comodidad para encontrar un aparcamiento cercano, o contiguo al comercio donde va a llevar a cabo las compras.
4.3. Por productos
Al igual que en el caso anterior, la especialización de los establecimientos, diferenciándose unos de otros por los productos que ofrecen, viene dada por el crecimiento demográfico y las nuevas necesidades de los clientes.
Así, por ejemplo, se sabe que cuando se habla de locales comerciales independientes en las calles de las ciudades, cada uno de ellos estaba especializado en ciertos productos, como la moda, el calzado o perfumería y belleza de manera independiente, o lo que es lo mismo, una tienda o local, igual a un tipo o línea de producto.
Por otro lado, los mercados de abastos solían ofertar gracias a su variedad de puestos un surtido más amplio, que aumentaba la oferta gracias a los locales destinados a la alimentación, las floristerías, etc.
En las ciudades existían los pequeños colmados o tiendas de ultramarinos que ofrecían productos de alimentación, que acabaron por ser sustituidos u obligados a convivir con los supermercados, que ofrecían un amplio surtido que iba desde la alimentación a la droguería y limpieza, la higiene, etc.