Inmigración internacional en Chile. Baldomero Estrada Turra

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Inmigración internacional en Chile - Baldomero Estrada Turra страница 12

Серия:
Издательство:
Inmigración internacional en Chile - Baldomero Estrada Turra

Скачать книгу

      También se crearon organizaciones con fines de conservación de identidad cultural de las distintas colonias, objetivo reflejado en la creación de centros socio-culturales, clubes deportivos, coros y colegios; compañías de bomberos para resguardar los bienes de los integrantes de las colonias; bancos y compañías de seguros para facilitar las actividades financieras de los inmigrantes, entre otras135. La creación de estas instituciones de orden social y benéfico, fue la expresión de sus intereses por socorrerse mutuamente136.

      El participar en espacios de sociabilidad que mayoritariamente les pertenecieron a hombres y luego a mujeres de los grupos más acomodados, significó compartir

      una serie de ritos sociales, de normas de comportamiento, de estilos de vida y de posición y relaciones sociales137. El capital cultural138 y las prácticas culturales impuestas por los grupos sociales dominantes, persiguieron establecer y consolidar a un sector de la sociedad magallánica compuesta por nacionales e inmigrantes de las capas medias y altas de una región austral en formación. Sociedad con claros matices de desequilibrio social y conflicto.

      La condición de espacio fronterizo de la región austral, configuró una diversidad de componentes sociales, ya sean inmigrantes europeos, colonos nacionales, población autóctona, misioneros salesianos, figuras estatales, entre otros actores que permitieron la movilidad e integración de individuos con posiciones económicas diversas, articulándose en sistemas estratificados de posiciones sociales139. Los inmigrantes que quisieron ser parte de instituciones, socios y directivos de las respectivas organizaciones sociales de las colonias, tuvieron que cumplir con una condición y posición de clase140, situación que queda reflejada al analizar los estatutos y reglamentos para poder postular e ingresar a sociedades de beneficencia y de socorros mutuos.

      La historiadora Carmen Norambuena, señala que en nuestro país entre las décadas de 1850 a 1900, existieron ochenta y dos organizaciones pertenecientes a colonias de inmigrantes; treinta y dos pertenecieron a la colonia alemana, diez a los italianos, siete a los inmigrantes franceses, cuatro a la colonia suiza y tres a los ingleses; las restantes se distribuyeron entre los inmigrantes austro-húngaros, portugueses y belgas principalmente141. En tal listado, se consideran aparte las instituciones pertenecientes a la colonia española, quienes sin duda fueron el grupo mayoritario con cerca de cuarenta y tres organizaciones a lo largo de Chile hasta 1930142. Para el caso de Magallanes hasta la década de 1920, se habían fundado cerca de cincuenta y cinco organizaciones sociales de inmigrantes de carácter benéfico, artístico, deportivo, educacionales, patrióticas, entre otras143.

      En base a las dinámicas, estatutos y cuantía de los socios nos detendremos específicamente en la creación de las sociedades de beneficencia y de socorros mutuos. Y aunque en Chile, las investigaciones relativas al origen de este tipo de organizaciones fundadas por inmigrantes no son cuantiosas, sí aportan interesante información para comprender su funcionamiento144. Desde la década de 1850 se crearon las primeras sociedades de socorros mutuos o de beneficencia por grupos nacionales. El historiador Sergio Grez menciona que, la participación en ellas de individuos acomodados (profesionales liberales, empresarios, comerciantes), y el apoyo que a menudo les prestaban los consulados de sus respectivos países, les permitían entregar a sus asociados más beneficios que los ofrecidos por las mutuales del país receptor145.

      Estas muestras de asociacionismo desarrollaron dinámicas marcadas por los mecanismos de promoción social al momento de definir el ingreso o no de los postulantes, las redes pre-migratorias y de solidaridad en contextos de recomendación de integrantes y de colaboración en situaciones de urgencia, así como también funcionaron en base a los recursos y los mecanismos de control de las pautas conductuales que marcaron la composición de sus miembros y la distinción social de tales organizaciones. Dentro de los orígenes asociativos, podemos identificar dos principales tipos de organizaciones: las sociedades de beneficencia y las de socorros mutuos. Cada tipo de organización se diferenció en su composición social y económica, no encontrándose exentas de conflictos y de rivalidades individuales, disputas interétnicas o de carácter clasista que se advertían en la comunidad146, ya sea por conductas indebidas de sus miembros, socios morosos, integrantes que se involucraron en causas políticas y/o religiosas, o transgresores de la ley.

      Considerando estudios anteriores, sabemos que no todos los inmigrantes lograron formar fortunas, obtener estabilidad laboral e insertarse dentro de las redes socio-económicas por medio de mecanismos que no infringieran la ley. Por tanto, un grupo minoritario de inmigrantes logró la tan ansiada movilidad social; sin embargo, los que sí la consiguieron, marcaron una presencia e influencia muy fuerte en la sociedad magallánica, siendo estos los que quisieron marcar distinciones significantes, que expresan las diferencias de condición y de posición147 con sus compatriotas más desvalidos, quienes podrían resultar ser un peligro potencial de alteración social y de la fama pública que se colocaba en juego.

      Como respuesta a tales problemáticas y repitiendo modelos de siglos anteriores de instituciones caritativas de beneficencia, se establecieron las primeras organizaciones conformadas por nacionales y/o inmigrantes exitosos y con acceso a distintos puestos de poder, buscando cubrir necesidades de salubridad que carecían de apoyo estatal como el acceso a la salud y cobertura económica en la atención médica148. Una de las primeras instituciones creadas en Punta Arenas para combatir tales problemáticas fue la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, en donde se señalaba que:

      “El socorro que la Sociedad acuerda a sus socios consiste en médico, medicinas y un subsidio diario en caso de enfermedad comprobada. Todo socio para tener derecho al subsidio y a la asistencia médica, deberá dirigirse a la secretaria y recibirá de ella la orden para el médico149”.

      Si bien esta Sociedad permitía el acceso de socios nacionales como extranjeros, lo cierto es que mayoritariamente la integraron personas de origen nacional. La demostración de poseer buena salud como requisito de ingreso a las instituciones de socorros mutuos o la solicitud de auxilio monetario de los socios en caso de enfermedad, fue apoyada por el requerimiento de certificados médicos por parte de la directiva. Así lo señala una carta de 1917:

      “Señor Nicolás Mladin: Estimado Socio, refiriéndome a su atta., de fecha 11 del pt. Me es grato poner en su conocimiento, que, en la reunión de Directorio, celebrada anoche, se acordó pedir a Ud. un certificado de Doctor, explicando la enfermedad que Ud. padece, por sernos imposible poder auxiliarlo económicamente sin dicho requisito”150.

      Durante el año de 1906 en Punta Arenas, el médico J. Paris atendió al socio Juan Ostoich. La Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos, tal como indicaban sus estatutos y objetivos, se hizo cargo del pago de la cuenta médica por los servicios prestados al enfermo. Al respecto, el escritor Lucas Bonacic señalaba que los honorarios de los médicos iban desde los 3 pesos por examen que debían realizar durante la incorporación de un socio, un peso cincuenta centavos por consulta médica de los socios tres pesos por visita domiciliaria151.

      En cuanto a las colonias de inmigrantes presentes en la región austral, los portugueses fueron los primeros en fundar una asociación de esta índole en el año de 1893, la Sociedad de Beneficencia Portuguesa, seguidos por los españoles con la Sociedad Española de Socorros Mutuos en el año de 1895 y la Fratellanza italiana di Mutuo Socorso en el mismo año152. En el caso de los inmigrantes británicos, en el año de 1899, fundaron The British Association of Magallanes (posteriormente British Club) y la Mutual Benefit Society. Ya en el siglo XX, prácticamente todas las colonias de inmigrantes repitieron estas iniciativas, pues desde 1893 a 1920, se conformaron veinte asociaciones de carácter benéfico promovidas por las distintas colonias de inmigrantes en Punta Arenas153. A continuación, una tabla resumen de las principales asociaciones benéficas creadas en la ciudad de Punta Arenas:

      Tabla Nº1

      Asociaciones benéficas y societarias creadas por inmigrantes en Punta Arenas, 1893–1920

Nombre InstituciónAño
Sociedad

Скачать книгу