El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov . Galina Ershova

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El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov  - Galina Ershova Akadémica

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Presnia, muy cerca de la casa de su hermano. El 20 de abril de 1944, Yuri tomó el juramento militar. En septiembre de 1944, finalizó sin ningún problema sus estudios en esta escuela.

      Estando en servicio, huía regularmente de los estudios para visitar a sus compañeras Mílskaya y Stepúguina, y seguir discutiendo de cosas bastante abstractas, por ejemplo «acerca del miedo en la vida humana y en la historia», o no tan abstractas, pero igualmente interesantes. Hay que agregar que Yuri no se complicaba la vida pidiendo permisos: usualmente solo brincaba la cerca y se dirigía a la Universidad. Siempre prefirió la comunicación personal que las cartas.

      Luego, Knórosov fue asignado como telefonista en el 158º regimiento de artillería. Era la reserva del Estado Mayor Supremo que tampoco participó en acciones de guerra activas y se ubicaba en los alrededores de Moscú. Aquí, teniendo el rango de soldado, recibió la noticia del fin de la guerra. Fue desmovilizado con la especialidad militar «especialista de centrales telefónicas, telefonista». Esto sucedió el 15 de octubre de 1945, de acuerdo con el Decreto de Consejo Supremo de la URSS del 25 de septiembre de 1945. Por lo visto, una solicitud de la mgu había acelerado la desmovilización. De cualquier manera, en su expediente personal se conservó el certificado correspondiente, escrito a mano:

      Certificado

      Fue dado al compañero Knórosov Y. V.

      Confirma que era estudiante

      Del 3er. curso de la Facultad de Historia

      De la mgu en 1943.

      El certificado se da para presentarlo al 158 regimiento de artillería para la desmovilización.

      Decano de la Facultad de Historia de la mgu – Firma ilegible

      Sello

      Tolstóv se encargó también de eso: transfirió a Yuri al tercer curso mucho antes de la temporada de exámenes de fin de año. Tiempo después, a Yuri Valentínovich le gustaba bromear sobre su carrera militar. Decía: «¿Usted sabe quién soy? ¡Soy un simple «soldadote»! ¡Hace mal si no me cree!». Y enseñaba la anotación en su cartilla militar donde se indicaba: «Composición: soldados». La palabra estaba escrita a mano negligentemente, de tal manera que la última letra se pareciera a otra. Entonces, formaba en ruso una palabra que señala al soldado como un ser grosero y primitivo.

      Pero, de cualquier manera, ya el 16 de octubre de 1945 Knórosov fue automáticamente incorporado al tercer curso de la Facultad de Historia. Las clases ya se daban en la residencia histórica de la mgu, frente al Kremlin. Los estudiantes corrían entre dos edificios: el principal, donde se dictaban las conferencias, ubicado en Mojovaya 9, y el edificio ubicado en Guertsena 5, donde se encontraba la administración de la facultad.

      En 1945, cuando Knórosov volvió a clases, durante un corto tiempo e inesperadamente para él, resultó ser compañero de Svetlana Stálina. La elección de la institución de educación superior para la hija, tomada por el caudillo, era bastante sencilla y comprensible: la universidad era la principal en el país y la facultad deseada se encontraba precisamente en frente del Kremlin, a dos minutos de ida a pie de la residencia del jefe de Estado. Todo se mantenía bajo completo control. Sin embargo, la querida hija del caudillo aparecía en clases muy de vez en cuando: todo el tiempo ella se casaba, o daba a luz, o se divorciaba. Además, estar sentada en un pupitre no era una cosa señorial, aunque al público se le informó oficialmente acerca de su pertenencia a la mgu. El profesor de Sarátov Y. F. Yaskin, que en aquellos años era estudiante, recordaba:

      La guerra ha terminado…

      Pero es muy poco probable que a Yuri le importaran los (debido a su ocio) problemas amorosos de la hija del generalísimo. Es el año 1945. El final de la guerra. El 30 de marzo, por el Decreto del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación, a Valentín Knórosov se le otorga el rango del «director coronel de la Vía y de la Construcción». Posteriormente, lo condecoran con la Orden de la Bandera Roja del Trabajo «por haber realizado las tareas del gobierno y del mando militar relativas a la organización de transportes de las cargas de defensa y de las cargas de la economía nacional en el periodo de la Gran Guerra Patria». Valentín Dmítrievich se preparaba para jubilarse y regresar a Yúzhnoye: ya tenía 65 años, tres guerras y un servicio impecable a la patria, antes y durante la Gran Guerra Patria se demostró esto.

      Yuri, después del servicio militar, bastante condicional y por lo tanto ofensivo para él (no importaba si se trataba de la reserva del comandante en jefe), regresó gustosamente a las clases para continuar sus estudios en el merecido tercer curso. Además, por fin había logrado obtener un lugar en la residencia estudiantil de la mgu en la dirección «Stromynka, 32». Probablemente esto se debió al hecho de que después del servicio era necesario estar registrado en algún domicilio e inscrito en el registro militar, lo cual hizo en la oficina de reclutamiento regional Sokolnicheskaya. Yuri fue instalado en la habitación núm. 608. Las habitaciones de la residencia eran muy grandes, pero se parecían más a los cuarteles: en cada uno de los cuartos había 10 estudiantes de diferentes cursos y de diferentes edades. Sin embargo, incluso recibir una cama en tal cuartel en la Moscú de posguerra se consideraba una felicidad increíble. El vecino y fiel amigo de Knórosov durante ese periodo fue Seviyan Vainshtein, que era dos años menor que Yuri. También él se volverá un gran etnógrafo, orientalista y turcólogo, especialista en historia y etnografía de Tuvá y de la cultura de los nómadas de Eurasia. Su destino, como el de Yuri, fue bastante complicado, pero a su manera. Después de la ejecución de su padre y la deportación de su madre en enero de 1938, Seva fue enviado al orfanato. En 1945 pudo ingresar a la sección oriental de la Facultad de Historia de la mgu, y ya en el segundo año había escrito un trabajo titulado «El estudio religioso y filosófico de la secta medieval de los ismailíes», por el cual recibió un premio de la Universidad. Serguei Tolstóv notó al talentoso estudiante y lo llevó a su cátedra de etnografía; en el mismo año lo envió a la expedición por el río Tunguska Pedregosa hacia los ket de Sulomay, como parte de la expedición del Instituto de Etnografía de la Academia de Ciencias, dirigida por B. O. Dolguij.

      Este pueblo arcaico, los ket (quetos), ni siquiera pastoreaban alces. El perro era su único animal doméstico. Ellos no conocían las redes de pesca y conseguían el fuego mediante la fricción. En invierno habitaban en vivendas semisubterráneas o semiterrícolas y conservaban un sistema tradicional de parentesco. Por alguna razón, Seva, siendo estudiante practicante, había quedado como jefe del pequeño grupo, que logró recopilar un enorme y único material etnográfico. Además, los participantes del grupo describieron por primera vez el chamanismo de los quetos, que conservaba un impresionante anacronismo de cultos paleolíticos. Sin embargo, al inocente Seviyan no le sorprendió en absoluto cómo conseguían el fuego, sino el hecho de que, incluso en unas condiciones tan severas de supervivencia, a los quetos se les prohibía la caza de cebellina, lo que para ese pueblo diminuto era el principal y casi único ingreso que les permitía sobrevivir. La prohibición de la caza condenaba directamente al pueblo a la extinción. Para ser justos, hay que mencionar que la política

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