Cooperar para crecer. Francisco Zariquiey Biondi

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Cooperar para crecer - Francisco Zariquiey Biondi Biblioteca Innovación Educativa

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dónde estamos y no solo de quiénes somos.

      La distribución del aula condiciona la dinámica de trabajo que se desarrolla en ella (Johnson, Johnson y Holubec, 1999b:47-48), ya que manda a los niños un mensaje muy claro con respecto al tipo de conductas que tú —su profe de referencia— consideras apropiadas:

      a. Influye decididamente en la forma en que, tanto alumnos como profesores, os comunicáis y participáis en las actividades.

      b. Promueve u obstaculiza la interacción entre los niños.

      c. Facilita o dificulta la circulación dentro del aula y la transición entre actividades distintas, aspecto esencial para los niños de Educación Infantil.

      d. Orienta el trabajo de los alumnos, contribuyendo a aumentar o disminuir las disrupciones.

      Tomando como referencia a los hermanos Johnson (Johnson, Johnson y Holubec, 1999b:48-49), para disponer el espacio podemos establecer las siguientes premisas:

      1. Proximidad

      No puede producirse interacción en un contexto cooperativo si no hay miradas, ayuda, diálogo, intercambio de materiales y opiniones, por lo que es indudable que la primera condición para que los niños interactúen es que estén juntos. Además, no olvides que la intensidad de tu dolor de cabeza será directamente proporcional a la distancia que haya entre las cabezas de los alumnos que trabajan juntos.

      Para promover una participación más equitativa, debes crear una situación en la que las mesas de los alumnos del mismo grupo estén lo más próximas posible, garantizando así que todos tengan fácil acceso a sus compañeros.

      En función del tipo de mobiliario de tu aula, puedes encontrar distintas opciones:

      • Con mesas individuales —poco comunes en Educación Infantil—: puedes formar grupos de tres, cuatro o cinco alumnos, en función de la ratio. En estos casos, los alumnos podrán trabajar fácilmente en parejas o en grupo.

      • Con mesas redondas, cuadradas o hexagonales, mucho más comunes en nuestra etapa. En este caso, será necesario establecer muy claramente las parejas, para que sepan siempre con quién tienen que trabajar cuando subdividamos el equipo.

      ¿Cómo conseguir que los alumnos estén lo más juntos posible en Infantil con mesas indivisibles?:

      1. Poniendo menos alumnos por mesas (en el caso de tener mesas de más).

      2. Separando las mesas hexagonales para formar grupos de cuatro.

      3. Trabajando con parejas o tríos que estén juntos dentro del grupo, con la idea de subdividirlo.

      En general, debes tener en cuenta que, en aulas pequeñas, se rentabiliza el espacio formando grupos grandes y, además, que la colocación de las mesas debe garantizar que los alumnos puedan moverse en cualquier momento hacia un centro de interés, que suele ser la zona en la que se desarrollan las explicaciones o las actividades que implican a todos los alumnos del aula.

      2. Movilidad

      Ahora ya están hombro con hombro, pero ¿los grupos están lo suficientemente separados como para que no interfieran unos con otros? Te estarás preguntando por qué te planteamos esto. Lo hacemos por tres motivos fundamentales:

      • Por ellos. Quien conoce bien a los niños de Infantil sabe que para ellos el movimiento es básico. Se levantan, van a tu mesa o a la de los compañeros, cogen y dejan las fichas, los libros, el material. En pocas palabras: necesitan espacio.

      En aras de conseguir esa movilidad, puedes habilitar las “rutas” más eficaces para llegar a los distintos cometidos; incluso, puedes concretar el “sentido de la marcha”. Todo es cuestión de ensayarlo unas cuantas veces. También puede servirte, para rentabilizar el espacio, crear algún grupo más grande, como dijimos anteriormente, ya que en este caso está perfectamente justificado.

      • Por ti. Piensa que tú también necesitas tener un acceso fácil y ágil para llegar a todos los niños, especialmente en el caso de aquellos que demandan una atención más personalizada. Por ello, debes asegurarte de que puedes llegar fácilmente a todos los grupos para supervisar la tarea o sentarte junto a los que puedan tener algún tipo de dificultades para realizarla.

      3. Visibilidad

      Cuando coloques tu clase, deberías tener en cuenta que todos los niños puedan verte cuando necesites llevar a cabo alguna explicación, sin tener que moverse demasiado o adoptar una posición incómoda.

      Seguramente ya tienes alguna estrategia para recuperar la atención de tus alumnos cuando sea necesario, pero piensa que esto es especialmente importante cuando los niños están trabajando en equipo. Si consigues que los alumnos diferencien claramente una situación de trabajo grupal del momento de la explicación, habrás logrado uno de los puntos básicos de las dinámicas cooperativas.

      Para ello, es aconsejable colocar las mesas de forma que a los niños les resulte fácil atender tus explicaciones sin que eso les exija moverse excesivamente.

      Pero sabemos que uno de los problemas de nuestras clases suelen ser el tipo de mesas, en muchos casos redondas o hexagonales, como ya hemos comentado antes. Esto tiene fácil solución si “acuerdas” con los niños el lugar en el que se colocarán ellos y en el que te colocarás tú para que todos puedan verte. Puedes pactar también una “posición de escucha”. Ya verás que todo es cuestión de ensayarlo.

      Posición de trabajo

      Posición de escucha

      4. Flexibilidad

      Ya estamos llegando al final, solo falta un pequeño detalle para que tu aula se convierta en el contexto idóneo para una red de aprendizaje: colocar el mobiliario de forma que el espacio sea flexible.

      En nuestras clases de Educación Infantil se producen al día múltiples actividades: asambleas, rincones, juegos, clases de Inglés, talleres, bailes, celebraciones de cumpleaños, sesiones de yoga, dramatizaciones, cuentacuentos. Ahora bien, si las realizas utilizando dinámicas cooperativas, vas a necesitar cambiar tu concepto del espacio.

      Piensa que, a partir de ahora, habrá ocasiones en las que los niños trabajen de forma individual y otras en grupos con diferente número de integrantes; a veces, los equipos serán homogéneos y otras heterogéneos según la actividad que hayas diseñado; puede, además, que los alumnos del grupo tengan que compartir espacios o recursos. Por tanto, verás que el paisaje que se dibuje en tu clase irá cambiando cada día, por lo que no existirá una única disposición del aula para cubrir todas tus necesidades y tendrás que ir transformándola en función de las distintas actividades que se desarrollen en ella. Ahora bien, si

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