¡No valga la redundancia!. Juan Domingo Argüelles

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¡No valga la redundancia! - Juan Domingo Argüelles Studio

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“el tren, abarrotado por completo”, el edificio estuvo abarrotado por completo”, “al mediodía el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes era abarrotado por completo”, “ha abarrotado por completo el Teatro de la Ciudad”, “conciertos abarrotados por completo”, “los patios están abarrotados completamente”, “los camiones urbanos van abarrotados completamente”, “la Arena Monterrey estaba abarrotada completamente”, “abarrotada completamente de público”.

       Google: 24 000 resultados de “completamente abarrotado”; 15 100 de “completamente abarrotada”; 8 730 de “abarrotado por completo”; 4 620 de “completamente abarrotadas”; 4 110 de “abarrotada por completo”; 3 870 de “completamente abarrotados”; 3 100 de “abarrotadas por completo”.

      3. ¿abceso?, absceso, ¿absceso de pus?, ¿abseso?, pus

      Los términos “abceso” y “abseso” carecen de significación alguna en español, aunque bien podrían estar en el Diccionario de mexicanismos, de la Academia Mexicana de la Lengua, que incluye múltiples faltas ortográficas, palabros y barbarismos a los que, abusivamente, denomina mexicanismos, desde “cónyugue”, “espurgar”, “fiusha”, “fueras” (en lugar de “fuera”; ¿y por qué no “cercas”, en lugar de “cerca”, contrario de “lejos”?), “humadera”, “jediondo y “kiosko”, hasta burradas como “destróyer”, “erario público” y “joy”, estos últimos seguramente muy utilizados por los académicos y sus abuelitos. El correcto sustantivo masculino “absceso”, proviene del latín abscessus (tumor) y significa “acumulación de pus en los tejidos orgánicos” (DRAE). Ejemplo: Se sometió a la curación de un absceso en la axila. Escribir “abceso” o “abseso” son desbarres en la escritura del ámbito médico que aparecen con frecuencia en publicaciones impresas y en internet. Por lo demás, como ya vimos en la definición, todo “absceso” es de “pus”; por ello, resulta una redundancia bruta decir y escribir “absceso de pus”, similar a “cáncer maligno”, puesto que no hay “cáncer” que sea “benigno”.

      En el diario digital español La Vanguardia se informa al lector que

       “La mastitis no tratada puede provocar un absceso de pus en la mama”.

      Quiso informar, correctamente, el diario, sin redundancia, que

       la mastitis no tratada puede provocar un absceso.

       Abundan también los que escriben “abseso”, como en el periódico de Chihuahua El Pueblo, en cuyas páginas leemos el siguiente encabezado: “Seguro Popular da cobertura a tratamiento de abseso dental”. He aquí otros ejemplos de tan abundantes disparates, tomados lo mismo de publicaciones impresas que de internet y que quién sabe por qué motivo no fueron incluidos en el DM de la AML con el apodo de “mexicanismos”: “nunca debe cerrarse completamente la abertura del abceso”, “abceso perianal recurrente”, “abceso pulmonar”, “tratamiento de un abceso dental”, “drenaje de abcesos”, “manejo de abcesos prostáticos”, “remedios caseros para absesos dentales”, “absesos de grasa en el cuerpo”, “absesos en los perros”, “abseso en axila”, “abseso hepático”, “el abseso más grande del mundo”, “se puede llegar a formar un absceso de pus”, “fui operada de absceso de pus”, “con un gran absceso de pus en la cara”, “las causas que provocan el absceso de pus” y, como siempre hay algo peor, “se le reventó al cirujano un absceso de pus con el que no contaba” (¡esto en una carta del escritor español Juan Marsé en el que le relata a una amiga su experiencia, en el quirófano, a causa de la apendicitis!).

       Google: 127 000 resultados de “abcesos”; 108 000 de “abceso”; 37 600 de “abseso”; 35 000 de absesos”; 30 800 de “abscesos de pus”; 25 100 de “un abceso”; 19 300 de “absceso de pus”; 13 600 de “los abcesos”; 8 710 de “el abceso”; 6 860 de “abceso de pus”; 2 310 de “el abseso”; 1 490 de “abcesos de pus”.

      4. abstinencia, ¿abstinencia total?

      El sustantivo femenino “abstinencia” (del latín abstinentia) tiene dos acepciones en el diccionario académico: “Acción de abstenerse de algo, especialmente de tomar alimentos o drogas” y “privación de determinados alimentos o bebidas, en cumplimiento de precepto religioso o de voto especial”. Al franquista DRAE le falta especificar una abstinencia muy importante: la abstinencia sexual, esto es la privación del coito, por motivos también religiosos, conocida como “celibato” (del latín celibātus), sustantivo masculino que significa “soltería, especialmente de quien ha hecho voto de castidad” (DRAE). ¿Y cómo define el franquista DRAE el sustantivo femenino “castidad” (del latín castĭtas, castitātis)? Además de “cualidad de casto”, “virtud de quien se abstiene de todo goce carnal”. “¿Virtud?” No, señores académicos, no necesariamente es “virtud”. Puede ser incluso un defecto. En todo caso es una condición o característica, pero no una virtud, pues el sustantivo femenino “virtud” (del latín virtus, virtūtis) está utilizado aquí en la séptima acepción del DRAE: “Acción virtuosa o recto modo de proceder”. Privarse del sexo puede ser tan virtuoso o defectuoso como privarse de bailar o de reír, pues privarse es sinónimo de “abstenerse” (del latín abstinēre), verbo pronominal que significa “privarse de algo”. Las privaciones (“renuncias voluntarias a algo”) no son, en sí mismas, virtudes: son preferencias propias del gusto y de las creencias de cada cual: prohibiciones que uno se impone, sin que esto pueda considerarse una virtud o una acción virtuosa. Lo cierto es que al hablar y al escribir de “abstinencia” (privación, renuncia) debemos evitar acompañar a ese sustantivo del adjetivo “total” (del latín medieval totalis, y éste derivado del latín totus: “todo entero”), cuyo significado es “que lo comprende todo en su especie” (DRAE). La razón es sencilla: el sustantivo “abstinencia”, cuyo sinónimo es “privación” ya incluye, de manera implícita, la renuncia total a algo. No hay “abstinencias parciales” a algo, pues tal cosa no sería una “abstinencia”, y hablar y escribir de “abstinencia total” es una gruesa redundancia, ya que toda “abstinencia”, por definición, es una renuncia o una privación absoluta de algo. Evitemos este disparate culto. El adjetivo “total” sobra, y el adjetivo “parcial” va contra la lógica. No existe tal cosa.

      Redundancia del ámbito culto, la expresión “abstinencia total” delata que quienes la usan no suelen consultar, en el diccionario, el significado de los términos que utilizan. La encontramos, oronda, en las publicaciones impresas (libros, periódicos y revistas), y es abundante en internet. En la publicación española El Periódico leemos el siguiente titular:

       “Alcoholismo: de la abstinencia total al control del consumo”.

      Con corrección, debió informarse:

       Alcoholismo: de la abstinencia al control del consumo.

       En un libro leemos que “la abstinencia parcial, y en el estado sano, produce efectos diversos”.

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