¡No valga la redundancia!. Juan Domingo Argüelles

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¡No valga la redundancia! - Juan Domingo Argüelles Studio

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hay algo peor, “llaman a evitar uso abusivo de cubrebocas”. ¡Que Dios los perdone, porque nosotros, no!

       Google: 1 480 000 resultados de “uso abusivo”; 108 000 de “abuso excesivo”; 14 300 de “excesivo abuso”; 5 110 de “abusos excesivos”; 4 290 de “excesivos abusos”; 4 090 de “abuso desmesurado”; 4 050 de “abuso exagerado”; 2 180 de “abuso desproporcionado”; 1 340 de “exagerado abuso”; 1 180 de “abuso inmoderado”; 1 000 de “desmesurado abuso”; 1 000 de “desproporcionado abuso”.

       Google: 2 260 000 resultados de “uso excesivo”; 422 000 de “uso exagerado”; 236 000 de “excesivo uso”; 174 000 de “uso desproporcionado”; 38 300 de “exagerado uso”; 32 200 de “uso desmesurado”; 29 900 de “uso inmoderado”; 13 300 de “desproporcionado uso”.

      6. actual, actualmente, ¿actualmente en vigor?, ¿actualmente vigente?, ¿hoy vigente?, vigente, ¿vigente ahora?, ¿vigente en la actualidad?

      En las expresiones “actualmente en vigor” y “actualmente vigente”, el adverbio sale sobrando. Basta con decir “en vigor” o “vigente”, tratándose, en específico, de leyes, ordenanzas o reglamentos. Ejemplos: La ley en vigor, La ley vigente. Con el adverbio “actualmente” lo único que hacemos es cometer redundancia. Veamos por qué. El adjetivo “vigente” (del latín vigens, vigentis, participio activo de vigēre: literalmente, “tener vigor”) posee el siguiente significado: “Dicho de una ley, de una ordenanza, de un estilo o de una costumbre: Que está en vigor y observancia” (DRAE). Ejemplo: En la ley vigente del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal se establece que los servidores públicos de carrera tienen derecho a la estabilidad y permanencia en el servicio. El sustantivo masculino “vigor” (del latín vigor, vigōris) tiene el siguiente significado en la tercera acepción del diccionario académico: “Fuerza de obligar en las leyes u ordenanzas”. Ejemplo: La ley en vigor de Protección de Datos Personales fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de enero de 2017. El adverbio “actualmente” significa “en el tiempo actual”, “en el presente”. Por ello, si una disposición o una ley están en vigor o son vigentes, lo están y lo son, sin ninguna duda, en el tiempo actual, en el presente, en el “hoy” (del latín hodie), adverbio que significa “en este día”, “en el tiempo presente” (DRAE); de ahí que las expresiones “hoy vigente” y “vigente en la actualidad” sean también disparatadas redundancias. Basta con decir “vigente”. Ejemplo: La ley vigente del Impuesto Sobre la Renta tuvo su última reforma el 30 de noviembre de 2016. Los adverbios “actualmente” y “hoy” (a veces “ahora”, que también significa “en este momento o en el tiempo actual”, DRAE) forman redundancia con el adjetivo “vigente” y el sustantivo “vigor”, al referirnos a una disposición, una ordenanza o una ley. Por ello, simplemente deben evitarse: si una disposición, una ordenanza o una ley están en vigor o son vigentes, no hay nada más que decir.

      Las expresiones redundantes “actualmente en vigor”, “actualmente vigente”, “ahora vigente” “hoy en vigor”, “hoy vigente” y “vigente en la actualidad”, con sus variantes, se usan con donaire hasta en los ámbitos legales y legislativos. Son redundancias de profesionistas, y quienes las cometen lo hacen como hábito. Por ello no es extraño que el periodismo las haya adoptado sin el menor reparo. En un libro, un destacado constitucionalista mexicano escribe lo siguiente:

       “En forma reiterada he venido planteando la posibilidad de expedir una nueva constitución que sustituya a la actualmente en vigor y que fue expedida en 1917”.

      En la misma página, el autor insiste: “Aunque la derogación de la constitución actualmente en vigor…”. Y en la siguiente: “Bien que mal la constitución actualmente en vigor…”. Y también en otras páginas. Al parecer, en algunas empresas editoriales ya no existen los correctores que ayuden a un autor a no escribir redundancias. Un buen corrector hubiera eliminado esas formas viciosas del adverbio “actualmente”, y ayudado al autor a escribir lo siguiente:

       En forma reiterada he venido planteando la posibilidad de expedir una nueva constitución que sustituya a la que está en vigor y que fue expedida en 1917.

       Millones de hablantes y escribientes del ámbito profesional incurren en estas redundancias atroces. He aquí unos poquísimos ejemplos: “La ley vigente en la actualidad fue más allá todavía”, “la ley vigente en la actualidad se promulgó”, “la nueva ley vigente en la actualidad”, “el cuerpo principal de la ley vigente en la actualidad”, “del tenor literal de la ley vigente en la actualidad”, “en sintonía con la ley vigente en la actualidad”, “el respeto de las leyes vigentes en la actualidad”, “con arreglo en las leyes vigentes en la actualidad”, “determinadas leyes vigentes en la actualidad”, “en cumplimiento de las leyes vigentes en la actualidad” (lo extraordinario sería que se hiciera en cumplimiento de las leyes no vigentes), “el Código Penal actualmente en vigor”, “legislación sobre estupefacientes actualmente en vigor” (más bien, legislación en vigor sobre estupefacientes), “la Constitución actualmente en vigor fue aprobada”, “el articulado actualmente en vigor”, “la Ley de Educación Superior actualmente vigente”, “el sistema electoral mexicano actualmente vigente”, “el código actualmente vigente”, “contratos actualmente vigentes”, “normas actualmente vigentes”, “reformar las leyes actualmente vigentes”, “sigue vigente hoy día”, “sistema multilateral hoy vigente”, “la normativa hoy vigente en el sector”, “desarrollan la ley hoy vigente”, “se negoció el tratado trilateral hoy vigente”, “flexibilizar el acuerdo antidrogas hoy vigente”, “según las normas ortográficas hoy vigentes” (¡y este ejemplo es parte de una respuesta de “RAE Consultas”!; así escriben en la Real Academia Española los que “orientan” a quienes preguntan), “derechos sociales hoy vigentes”, “la normativa vigente ahora”, “los códigos sagrados siguen vigentes ahora”, “las leyes militares vigentes ahora”, “los años 90 siguen vigentes ahora”, “leyes y estatutos que están vigentes ahora”, “no siguen vigentes ahora”, “estos precios son los vigentes ahora”, “siguen vigentes ahora en este formato”, “constitución vigente ahora” (yo también vi gente ahora, pero no en Constitución, sino en Reforma).

       Google: 8 200 000 resultados de “vigente en la actualidad”; 5 410 000 de “vigentes en la actualidad”; 3 120 000 de “actualmente en vigor”; 430 000 de “actualmente vigente”; 292 000 de “actualmente vigentes”; 141 000 de “hoy vigente”; 107 000 de “hoy vigentes”; 68 000 de “vigente ahora”; 20 400 de “vigentes ahora”.

      7. actualidad, ¿actualidad palpitante?, palpitante, ¿palpitante actualidad?

      Uno de los lugares comunes favoritos del periodismo es el pleonasmo “actualidad palpitante”, con su variante, “palpitante actualidad”. Quienes lo usan con especial donaire, lo denominan pleonasmo o énfasis de estilo, porque lo creen bien vestido de retórica, pero, aunque se vista de seda, redundancia se queda. Veamos por qué. El sustantivo femenino “actualidad” (de actual) posee dos acepciones en el DRAE: “Tiempo presente”

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