Marlon Brando tenía un bulldog. Juan José Arjona Muñoz

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Marlon Brando tenía un bulldog - Juan José Arjona Muñoz Cine

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quién crees que seguirían los ojos del espectador que observaran la escena? Al de la silla, ¿verdad? Al que hizo algo diferente.

      Bien, los dos tipos de reacciones son “correctas”. La primera reacción instintiva es huir y protegerte —relación lineal entre el comportamiento y la emoción implícita—, luego esa reacción es correcta. Pero quedarse sentado también. Al verle sentado nuestra mente se involucra para intentar comprender esa reacción. Entendemos que sabe que no hay lugar en el que esconderse de una bomba que ya está cayendo. Entendemos que sabe que, si se mueve del lugar en el que está, es posible que vaya al lugar en el que caerá la bomba. Entendemos que no es el primer bombardeo que sufre, que ya está “harto y cansado”, y que espera su destino, sea el que sea.

      En este caso el actor creó asociaciones no lineales en las relaciones entre la emoción y el comportamiento. El actor, por medio de su propuesta, se ha convertido en “director” al conseguir dirigir la mirada del espectador e involucrar su mente para intentar comprenderle. Además, ha dirigido sutilmente la escena dotándola de un significado ligeramente diferente.

      En estas decisiones creativas habría que valorar no solo lo que haces, sino cómo lo haces.

      ¿Qué decisiones creativas tomaste tú? ¿Cómo reaccionaste?

      Si tomaste la decisión de buscar refugio, como el resto, tomaste una decisión que no te hará sobresalir. Si reaccionaste quedándote sentado o hiciste cualquier otra cosa, como seguir bailando, abrir los brazos dando la bienvenida a las bombas, o gritabas improperios mientras retabas a los bombarderos, o te quedaste sentado paralizado por el miedo, o buscaste refugio de una forma “diferente” al resto de los actores, o hiciste cualquier otra cosa diferente... entonces estás en el buen camino para conseguir crear personajes que no pasen desapercibidos. Estás en el buen camino para convertirte en un actor como esos que admiras.

      En este ejemplo, con esa “sencilla” decisión, el actor consigue atraernos y comunicarnos mucho más sobre la esencia de su personaje que si hubiera tomado la decisión de huir a protegerse como el resto. Pero estas decisiones no deberían surgir de una ocurrencia, sino de la comprensión profunda de tu personaje y de la historia que cuenta el guion.

      Sobre este asunto debo señalar que, de la misma forma que un guion debe presentar lo que el espectador espera, pero no de la forma en la que lo espera, como actores debemos darle al espectador lo que espera, pero no de la forma en que lo espera. Nunca permitas que la audiencia sepa cómo lo vas a hacer. Sorpréndela. Encuentra una forma de hacerlo que no se haya hecho nunca. «Si uno no se pone a hacer algo original de vez en cuando —decía Marlon Brando—, la gente acaba aburriéndose. No basta con ser buenos actores, es preciso suscitar en el público curiosidad e interés».

      Las obras de teatro, las películas o las series no son como la vida. Son como la vida condensada, como la esencia de la vida. Si no fuera así, la gente no iría al teatro, al cine o vería la televisión: simplemente se sentaría en un café a observar la vida. El escenario y la pantalla enmarcan y magnifican todo. Por esto debemos crear algo que sea digno de ser enmarcado y magnificado.

      Ahora bien, deberemos desarrollar un cierto “gusto estético” a la hora de tomar estas decisiones creativas e introducirlas en su justa medida. Recuerda el dicho de que “menos es más”.

      Existe una regla no escrita en nuestra profesión, la regla del 3, que viene a sugerir que no hay que repetir algo más de tres veces. En caso contrario se vuelve regla general y ya no provocará el impacto deseado. Aunque las reglas están hechas para romperse, de ti depende.

      «Otros han visto lo que es y se preguntan por qué —decía Pablo Picasso—. Yo he visto lo que podría ser y me pregunté por qué no».

      Las decisiones creativas son la clave a la hora de desarrollar un personaje, ya te apoyes en una ocurrencia o en una decisión creativa que te surja de la comprensión profunda de la historia que cuenta el guion y de tu personaje. En el siguiente ejercicio no se trata de valorar lo acertado o no de las decisiones creativas, sino de que aprendamos a detectarlas.

      Ejercicio:

      Ve la película Los mercenarios 3 (Patrick Huges, 2014), al menos hasta que parten a la misión con Galgo, y escribe tus impresiones. Intenta apreciar alguna aportación de Antonio Banderas a su personaje de Galgo, más allá de la forma de hablar y gesticular, y de su apariencia o energía.

      Espero que hayas realizado el ejercicio y tengas tus propias impresiones. A continuación, te expongo las mías:

      La presentación de Galgo es diferente a la del resto de personajes de su “submundo”.

      Barney —Sylvester Stallone— está reclutando un nuevo equipo y nos los van presentando. Estás presentaciones tienen una serie de elementos comunes, un cierto estilo y estructura. Cuando nos presentan a Galgo vemos algo diferente. Esto nos hace entender que es una aportación del actor.

      Además, si tenemos algo de cultura cinematográfica, podremos percibir las similitudes entre la entrada de Galgo con la que en su momento fue la entrada más sorprendente de la televisión, en lo que al género de acción-aventuras se refiere: la entrada del personaje Kato, de Bruce Lee, en la serie El Avispón Verde. El personaje abría una puerta que daba a una escalera descendente, y en la parte inferior se encontraba el avispón verde, atado a una silla y acosado por “los malos”. La instrucción que le dieron a Bruce Lee fue: «Baja lo más rápido que puedas y salva al avispón verde». Su forma de entender la instrucción sorprendió a todos los presentes. No resulta sencillo encontrar la escena original, pero intenta ver Dragón, la vida de Bruce Lee (Rob Cohen, 1993), donde sale esa escena. ¿Te resulta familiar al compararla con la entrada de Galgo? En cualquier caso, la entrada de Kato fue una decisión creativa de Bruce Lee, por lo que nos sirve como ejemplo.

      Cuando percibas este tipo de “cosas” que te llamen la atención, como la entrada de Kato, deberías anotarlas y guardarlas en tu caja de herramientas del actor, ya que es muy probable que en algún momento las puedas utilizar como inspiración, como creo que es el caso de la entrada de Galgo.

      Regresemos a Los mercenarios 3. Quiero resaltar la forma en que termina la primera escena de Galgo. Fíjate en su modo de girarse al final. Podrás observar una forma marcial de girarse que dimensiona al personaje como ex militar.

      Además, en Los mercenarios 3 encontramos algo que sirve muy bien a este propósito de identificar las decisiones del actor y que es el motivo por el que la uso como ejemplo. En un momento dado encontramos a Barney y a Galgo en el hangar de un aeropuerto, mientras preparan el avión para la misión que van a emprender. Entre medias de los diálogos que sirven para seguir presentando al personaje Galgo, se nos informa de que es un miembro del cuerpo militar español de La Legión, cuando este simula desfilar como un “legionario” y canta la canción “El novio de la muerte”. Esta canción y la forma característica de desfilar de ese cuerpo del ejército español son claramente una aportación de Antonio Banderas, malagueño y conocedor, tanto del cuerpo militar como de su forma característica de desfilar y de la famosa canción —es posible que mencionar a Ponce de León también fuera una propuesta suya—. Claramente no son aportaciones del guionista, porque hubiéramos visto algo similar en el resto de personajes de su submundo.

      En este ejercicio, que sirve para seguir desarrollando la habilidad de ver con los ojos de un actor, se trata de aprender a percibir lo que el actor, como artista creador de su personaje, le aporta. Después habría que valorar lo acertado o no de dicha aportación, y lo acertado o no de la forma en que se incorporó a la película. En este caso particular, desde mi perspectiva, no se incorporó de la mejor manera posible,

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