La forja de un escritor (1943-1952)). Camilo José Cela
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Al margen de estas consideraciones genéricas, el joven Cela nos muestra en esta «escritura del día» algunas cartas de su baraja de creador. El artículo «Los libros de viajes» (10 de julio de 1946), publicado unos días después de finalizar su viaje por la Alcarria, es una buena poética de lo que pretendían el Viaje a la Alcarria (1948) y sus libros de viajes sucesivos. El papel esencial de la mirada en La colmena (1951), una de las obras maestras de la historia de la novela española, se justiprecia mejor a la luz de tres artículos magistrales procedentes de La Vanguardia Española: «Con los ojos abiertos» (15 de junio de 1950), «Esa ventana abierta sobre cualquier paisaje» (5 de septiembre de 1950) y el formidable «Elogio del mirón» (15 de octubre de 1952), una poética de la mirada y el signo. Para el recto análisis de una novela moderna, sugestiva, brillante y profunda como es Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953) deben tenerse en cuenta las reflexiones de CJC sobre el género epistolar (15 de octubre de 1952), y para la clave temática de la novela, el artículo «Elogio de la samba» (7 de mayo de 1949) es una ayuda segura24.
Por los artículos de esta segunda sección fluyen las reflexiones acerca de la memoria, el otro gran sumando narrativo, junto a la mirada, de la obra de Cela. Baste anudar los artículos y los cuentos alrededor del reloj; o la mezcolanza que se produce con la memoria como fuente del dolor entre un relato ficcional, que acabará nutriendo Baraja de invenciones (1953) y asimismo La rosa, con mención expresa en el prólogo del libro de memorias del relato «La memoria, esa fuente del dolor» y con su integración en la andadura autobiográfica de la primera edición (1959).
«La pintura y otras artes» nos acerca a una vocación no cumplida, al talento del joven Cela para definir la naturaleza de la producción de una docena de pintores y para adelantar una de las líneas maestras de Papeles de Son Armadans, su interdisciplinariedad. Papeles dedicó extraordinarios a Picasso, Miró, Tàpies, Solana, el grupo El Paso, etc. En consecuencia, en estos artículos laten algunas querencias de la empresa mallorquina y liberal de años después. Entre las colaboraciones agrupadas en este tercer capítulo quiero llamar la atención sobre «El alma de Madrid en 34 acuarelas» (3 de agosto de 1945), una de las pruebas de la temprana ideación de La colmena: «El Madrid de nuestros días, que busca el novelista que escriba su novela, ha encontrado el pintor que la supo retratar», escribe Cela a propósito de Juan Esplandíu25.
El ideario ético, estético, artístico y sobre todo literario que se aprende en esta forja del escritor gallego permaneció en muchos aspectos inalterable a lo largo de su trayectoria. Buena prueba de ello es que el último Cela echó mano de algunos de estos artículos para volverlos a publicar, con ligerísimas alteraciones de título y texto, en la serie «El color de la mañana» que publicó en ABC desde 1993 hasta su muerte al alborear 2002. Tal es el caso de «Una ventana abierta» (21 de noviembre de 1999), que se corresponde con «Esa ventana abierta sobre cualquier paisaje» (5 de septiembre de 1950), y «El viejo reloj del solitario» (19 de diciembre de 1999), que lo hace con «Meditación ante un viejo reloj» (4 de noviembre de 1950). Ambos se reproducen en el presente libro.
Como escribíamos al principio de este pórtico, estos artículos nos proporcionan un auténtico perfil autobiográfico, que engarza los discursos del yo con los discursos del mundo, que Cela llamaba —con precisión absoluta— la crítica benévola del mundo en torno. En la «Nota» que abre La rueda de los ocios, fechada en Palma de Mallorca en julio de 1957, Cela escribe: «Nadie sabe —nadie supo jamás— si es bueno o malo esto de detenerse, volver la vista y reparar, medio nostálgica y medio resignadamente, el calendario del tiempo que hemos ido quemando»26. Este libro permite enjuiciar esos tiempos a los lectores actuales.
PROCEDENCIA DE LOS ARTÍCULOS
EXPERIENCIAS VITALES
«Iria-Flavia», Sí, Madrid, 25 de julio de 1943.
«Remordimiento y nostalgia de una puesta de sol», procedencia no determinada.
«Breve estampa del jardín de un pazo», El Español, Madrid, 1 de julio de 1944.
«Sir John en su jardín», Arriba, Madrid, 24 de noviembre de 1944.
«Redescubrimiento de Barcelona», La Vanguardia Española, Barcelona, 15 de diciembre de 1945.
«Un escritor pasa por Madrid», Arriba, Madrid, 11 de abril de 1946.
«El cementerio inundado», Arriba, Madrid, 4 de marzo de 1947.
«Contemplando una vieja foto», Arriba, Madrid, 29 de abril de 1947.
«Elegía de La Coruña», Arriba, Madrid, 17 de septiembre de 1948.
«Los primeros cielos grises», La Vanguardia Española, Barcelona, 20 de septiembre de 1949.
«Debut y pequeña experiencia de un actor novel», Primer Plano, Madrid, 15 de enero de 1950.
«Mi tercer pateo», Arriba, Madrid, 17 de enero de 1950.
«Vuelta a Guadalajara», Arriba, Madrid, 20 de marzo de 1951.
«En busca de una inmensa soledad», La Vanguardia Española, Barcelona, 6 de noviembre de 1952.
EL ESCRITOR Y LA ESCRITURA
«Sobre el concepto de la novela», Haz, Madrid, febrero de 1943.
«Breve anticipo», Juventud, Madrid, 28 de marzo de 1944.
«Los libros de viajes», Patria, Granada, 10 de julio de 1946.
«Un reloj de pesas», Alerta, Santander, 21 de noviembre de 1946.
«A vueltas con la novela», Ínsula, Madrid, 15 de mayo de 1947.
«El arte de la ficción», Solidaridad Nacional, Barcelona, 11 de enero de 1948.
«Elogio de la samba», La Tarde, Madrid, 7 de mayo de 1949.
«Sobre el oficio del escritor», La Vanguardia Española, Barcelona, 4 de junio de 1950.
«Con los ojos abiertos», La Vanguardia Española, Barcelona, 15 de junio de 1950.
«Indolencia y desorientación», La Vanguardia Española, Barcelona, 20 de julio de 1950.
«Esa ventana abierta sobre cualquier paisaje», Arriba, Madrid, 5 de septiembre de 1950.
«Otra vez la ciudad», La Vanguardia Española, Barcelona, 27 de septiembre de 1950.
«Llanto para tres rosas sin consuelo», La Vanguardia Española, Barcelona, 29 de octubre de 1950.
«Meditación ante un viejo reloj», La Vanguardia Española, Barcelona, 4 de noviembre de 1950.
«La galera de la literatura», Ínsula, Madrid, marzo de 1951.
«Igual que un pequeño Matisse», La Vanguardia Española, Barcelona, 29 de marzo de 1951.
«La casa de Goya», La Vanguardia Española,