Vida campesina en el Magdalena Grande. Fabio Silva Vallejo
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En 1996 fue capturado Adán Rojas Ospina, sindicado de los delitos de concierto para delinquir y porte de armas. El 16 de septiembre de 1999, Rigoberto Rojas Mendoza y su grupo liberan a su padre de la cárcel Rodrigo de Bastida de Santa Marta. En esa misma operación también se fugaron Eliseo Beltrán Cadena, alias el Gordo; Javier Enrique Llaruro, alias Cianuro; alias la Leona, y Eduardo Bengoechea Mola, alias el Flaco. En su fuga, el grupo de los Rojas decide robar un carro. En este acto delictivo participaron José Gregorio Rojas y Álvaro de la Pava Valencia, alias el Cabo de la Pava, miembro activo de la Policía en ese momento:
El día 24 de Septiembre de 1999, se produce el homicidio de Emérito Rueda Ríos, amigo cercano de Hernán Giraldo Serna, a manos de hombres del grupo de los Rojas, en hechos que se dice apuntaban a un secuestro, pero los Rojas han manifestado, que se trató del hurto de una camioneta; lo cierto es que fue interceptada la camioneta donde se desplazaba Emérito Rueda, ganadero de la región, que venía de su finca, en compañía de su medio hermano Andreino Isaza Ríos, presentándose un cruce de disparos muriendo en el lugar Emérito Rueda Ríos, y el Cabo de la Pava, quedando herido Andreino; el cuerpo del suboficial de la Policía, Cabo de la Pava fue enterrado en Girocasaca por el grupo de los Rojas, pero el GAULA de la Policía exigió su entrega, por lo que fue desenterrado el cuerpo, y abandonado en los predios del SENA Agropecuario de Santa Marta donde fue recogido por la Policía y reportado como muerto en actos propios del servicio, expidiéndose la resolución No. 003889 de 27 de Septiembre de 1999 (Fiscalía de Justicia y Paz, 2006, p. 24).
Dentro de la estructura armada que comandaba Hernán Giraldo, Emérito Rueda jugaba un papel importante: por un lado, era amigo de Hernán Giraldo desde la época de la bonanza marimbera; por otro lado, era un narcotraficante que le dejaba grandes ganancias a la estructura armada. El asesinato de Emérito Rueda fue el punto de inflexión para que el grupo de los Rojas, comandado por Adán Rojas y las Autodefensas Campesinas del Magdalena y La Guajira (ACMG), comandadas por Hernán Giraldo, se fueran a una confrontación militar (El Tiempo, 2000). Entre Adán Rojas y Hernán Giraldo siempre existió una amistad, hasta delinquían en el mismo territorio. Para comienzos del año 2000, Hernán Giraldo decide atacar militarmente al grupo de los Rojas. Antes de hacerlo, les informa a los hermanos Carlos y Vicente Castaño y son estos los que dan el aval de atacarlos. Los hermanos Castaño comisionan a alias Tolima y Mono leche para que apoyen militarmente al grupo de Hernán Giraldo durante los enfrentamientos:
la casa donde vivía la esposa de Adán Rojas fue atacada con granadas. Giraldo envió un grupo de 150 hombres para matarlos, durante la guerra se registraron muertes en la región de Jirocasaca en la Sierra Nevada, y en Santa Marta y otras poblaciones aparecían muertos diariamente (Verdad Abierta, 2009, p. 32).
Las primeras víctimas de estos enfrentamientos se dieron en la vereda El Cúrval y en la vereda Girocasaca, donde los Rojas tenían su campamento. Después de varios días de combate, Adán Rojas y Rigoberto Rojas fueron heridos; en esa misma acción murieron alias el Loco, el Caleño y un mecánico que prestaba sus servicios a los Rojas. Las ACMG logran la expulsión de los Rojas del territorio, lo cual obliga a Rigoberto Rojas y Adán Rojas a huir hacia Barranquilla. En el peaje de Tasajera es capturado por la Policía Rigoberto Rojas; Adán Rojas es capturado en un centro médico de la ciudad de Barranquilla mientras se recuperaba de las heridas. Un grupo de hombres que pertenecía a las filas de los Rojas se pasó a las ACMG; entre ellos, alias el Gordo y alias el Flaco Bengoechea, quienes se entregan a Pacho Musso, entregándole las armas que los Rojas tenían en caletas. El grupo de los Rojas se desestabiliza y se repliega: algunos de sus miembros se van al interior del país y otros buscan protección de las AUC.
La guerra de las autodefensas campesinas del Magdalena y La Guajira (ACMG) contra el Bloque Norte- AUC
La expansión de las AUC hacia la parte norte de la Sierra Nevada de Santa Marta se concretó para junio del 2001. Jorge 40 decide trasladar un grupo al mando de Juan Hipólito Mejía Rodríguez, alias Caucasia, al corregimiento de Minca, para crear una base paramilitar y a la vez entablar conversaciones con Hernán Giraldo para que anexara a las ACMG a la estructura de las AUC. Es así como se inicia el acercamiento de cooptación por parte de las AUC a las ACMG. En esta etapa de negociación no armada el grupo de los Rojas instigó la guerra contra Hernán Giraldo. El conflicto contra la estructura armada de Hernán Giraldo se decidió en el momento en el que las AUC vieron en ella una oportunidad que se acomodaba a sus intereses estratégicos dentro de una coyuntura nacional. Esta determinación no solo estaba ligada a la confrontación armada, sino que también estaba relacionada con los cultivos de coca, el transporte de cocaína y el tráfico de armas. Sin embargo, el hecho que desencadenó la ofensiva contra esta estructura fue, en primer lugar, la pérdida de un embarque de cocaína que le pertenecía a Carlos Castaño y, en segundo lugar, el asesinato en 2001 de dos miembros de la Policía Antinarcóticos por parte de Pacho Musso, el comandante militar de Hernán Giraldo, en el sector de Mendihuaca:
Pero el detonante, fueron los hechos ocurridos el día 9 de octubre del 2001, en que miembros de la policía nacional antinarcóticos adelantaban labores de inteligencia con el fin de ubicar para dar captura a Jairo Antonio Musso Torres conocido con el alias de Pacho Musso, y éste fue alertado de la presencia de los agentes por miembros de la organización que prestaban sus servicios como radio chipas en el sector del hotel Mendihuaca Caribean Resort; por lo que alias Pacho Musso envió un grupo de paramilitares conformado por personas de su seguridad y patrulleros, al mando de Omar Martín Ochoa Ballesteros alias El Viejo, que terminan dando muerte a los tres agentes de la policía antinarcóticos, y a tres civiles que se encontraban en el Restaurante El Pechiche, ubicado sobre la Troncal del Caribe, al frente del citado Complejo turístico (Fiscalía de Justicia y Paz, 2006, p. 30).
Estos hechos influyeron en el endurecimiento de la perspectiva y el discurso de Vicente y Carlos Cataño hacia la estructura paramilitar de Hernán Giraldo y estos hermanos dan la orden de atacar a Hernán Giraldo. Este ataque fue comandado por Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien pidió a Hernán Giraldo que entregara a Pacho Musso, pero Giraldo no aceptó unirse ni entregar a su lugarteniente. Al ver la negativa del jefe de las ACMG, Jorge 40, este decide atacarlo:
Esto se torna en el motivo para que Carlos Castaño decida atacar a las ACMG, enviando de distintas partes de la costa norte miembros de grupos de autodefensas como Héroes de los Montes de María, ACCU de Fundación, del Elmer Cárdenas y por supuesto del Bloque Norte, los cuales llegaron por La Guajira (entrando por Mingueo, Palomino y Perico Aguao) y el Magdalena (por Fundación y Ciénaga), con más de trescientos hombres, y material de guerra, contando con la ayuda de Adán y José Gregorio Rojas, quienes conocían la región, para el ingreso a la zona, y la identidad y ubicación de los miembros de las ACMG (Fiscalía de Justicia y Paz, 2006, p. 30).
Imagen 5. Casa campesina en el corregimiento de Siberia
Fuente: Archivo Oraloteca (2020).
La guerra entre las dos estructuras armadas trajo como consecuencia un impacto social y económico para la región. Hubo desplazamiento de miles de campesinos de las veredas de la Sierra Nevada para la Troncal del Caribe, durante los meses de enero y febrero del 2002, ya que como estrategia para evitar el acceso de los miembros de las AUC a la región Hernán Giraldo Serna ordenó a los presidentes de las juntas de acción comunal convocar a todos los residentes del sector a instalarse en la Troncal del Caribe, a la altura de las veredas de Calabazo, en el corregimiento de Guachaca, Magdalena, y en el corregimiento de Río Ancho, municipio de Dibulla, La Guajira; así como para lograr la atención del Gobierno Nacional con el fin de que enviara tropas del Ejército. El 23 de febrero de 2002 se da la tregua entre los dos grupos y en el carro del general Mario Montoya trasladan a Jorge 40 hasta la vereda Los Cocos