La transición española. Eduardo Valencia Hernán

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Permanente de la Asamblea de Cataluña (CPAC) y al Secretariado Permanente de la Asamblea de Cataluña (SCPAC).

      La CPAC funcionaba como una organización abierta, con una amplia representatividad, y condicionada a la íntegra aceptación de los cuatro puntos programáticos, distinguiéndose claramente en su seno los miembros, algunos de los cuales actuaban como moderadores en el secretariado, y los observadores, que asistían a las reuniones. La Comisión Permanente tenía capacidad para liderar operaciones sobre temas concretos y programar actividades relacionadas con ellas, así como tener capacidad para tomar una actitud pública, representar a la Asamblea en acontecimientos de relevancia y convocar sus propias sesiones. Por otro lado, el Secretariado de la Comisión Permanente (SCPAC) era el órgano que ejecutaba los acuerdos de la CPAC. También era un órgano abierto y representativo, condicionado a su vez por los cuatro puntos programáticos, distinguiéndose en su seno entre miembros y observadores, destacando entre los primeros un moderador y algunos coordinadores de reuniones que intentaban en lo posible convocar nuevas reuniones o adoptar actitudes públicas de urgencia.

      Otros aspectos relevantes fueron los relativos a las relaciones con las fuerzas políticas u organismos de oposición del resto del país, y los contactos con otros organismos extranjeros e internacionales, con el fin de desarrollar un estado de opinión favorable a los intereses de la lucha democrática y nacional de Cataluña.

      El 12 de febrero de 1972 se reunió la II CPAC con un quorum aproximado de setenta personas en representación de cuarenta entidades diferentes. El acto fue preparado por el SCPAC sobre la base de un organismo abierto, tanto en la nueva composición como en las formas de trabajo y de acuerdo con los principios aprobados en la asamblea. Los temas a tratar se centraron en la lucha a seguir por el «derecho a la solidaridad», acordándose un debate posterior sobre la solidaridad democrática entendida dentro del contexto de lucha contra la ilegalidad fascista. Con este fin se propusieron unas jornadas de lucha y reivindicación bajo el eslogan «Diguem no» para los días 8, 9 y 10 de abril de 1972, convocando diversas actividades de protesta en escuelas, institutos, universidades, iglesias, fábricas, etc. Posteriormente tuvo lugar otra acción definida como una «jornada por la libertad», explicitada como un proceso en marcha que la misma lucha unitaria iría desarrollando con la práctica de la desobediencia civil, asumiendo así el movimiento popular de rechazo a las normas que emanaban de una regla ilegal.

      A lo largo de la reunión la participación de los diversos representantes fue intensa, pues las 22 intervenciones realizadas dan prueba de ello, algunas de ellas contradictorias por parte de alguno de los delegados, aunque en el informe final la CPAC definiese esta actitud como:

      Por tanto, estaba claro que los representantes no afines a la línea marcada por la dirección dentro de la CPAC iban a tener poco protagonismo en el futuro de la Asamblea, llegando a ser meros espectadores dentro de esta plataforma unitaria.

      Otros aspectos destacables estuvieron relacionados con la adhesión a la «Conferencia Internacional contra la guerra en Indochina» que se celebró entre el 11 y el 13 de febrero de 1972 en Versalles. El texto decía así:

      Cabe destacar que en aquellos días el conflicto de Indochina estaba en pleno auge debido a la Conferencia Internacional que se había convocado a tal efecto en París. La CPAC alentaba su solidaridad democrática con el pueblo vietnamita y su protesta contra lo que ellos denominaban la agresión imperialista. Incluso llegó a crearse una Comisión Unitaria de Solidaridad con el Vietnam. Efectivamente, el 12 de febrero de 1972 se convocó la Asamblea de la Paz en París con la asistencia de ochocientos delegados en representación de 75 países y entre sus conclusiones destacó la condena a la intervención de los EE. UU. en el conflicto vietnamita, resolución que coincidió con la entrevista en Pekín entre Mao Tse-Tung y Nixon.

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