La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу La transición española - Eduardo Valencia Hernán страница 50
La primera reunión del comité de redacción tuvo lugar en casa del médico y poeta Joan Colominas, con Raimon Obiols (que no fue más veces), Ricard Lobo, Jaume Fabré, Carles-Jordi Guardiola y Pere Portabella. En dichas emisiones participaron diferentes locutoras, Magda Bosch entre ellas, y también el pianista Carlos Santos, que preparaba una base musical relacionada con Els Segadors. El final de este proyecto, o sea, la supresión de la radiodifusión, se decidió en una reunión en el CIDOB-TM, aunque hay ciertas dudas de que su fin llegase a presentarse en la CPAC297.
Poco a poco, mientras el verano hacía su entrada, las manifestaciones laborales y estudiantiles fueron remitiendo en intensidad, pero no así la represión policial. El 24 de junio de 1972 el Tribunal Supremo confirmó las sentencias condenatorias contra Miguel Tobal Guerrero, Antonio Requena Cerezo, Jaime Valls Piulats y Sebastián Orihuela Herrero, afiliados de CC.OO. en Barcelona; y tres días después fueron detenidos los miembros de la coordinadora estatal del mismo sindicato en un convento de Pozuelo de Alarcón. Estos eran: Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, el sacerdote Francisco García Salve, Eduardo Saborido, Fernando Soto, Francisco Acosta, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban, Juan Muñiz y Luis Fernández. Posteriormente, todos ellos fueron los encausados en el «Sumario 1001»298. Dos días después, medio millar de jóvenes se manifestaron contra la guerra del Vietnam en la Ronda San Antonio de Barcelona.
El 5 de julio de 1972, el gobierno aprobó una ley sorprendente por su contenido ya que, a partir de entonces las mujeres gozarían de la mayoría de edad a los 21 años, derogando una norma por la cual las mujeres solteras que quisieran abandonar la casa de sus padres podrían hacerlo sin esperar hasta tener 25 años, salvo que se fueran para tomar «estado» u obtuvieran la autorización paterna299. Dos semanas después, el BOE también publicó el decreto por la que la Presidencia del Gobierno sería ocupada automáticamente por el vicepresidente en caso de muerte del jefe del Estado. Y mientras todo esto acontecía en nuestro país, en Marruecos, el dudoso suicidio del general Ufkir, participante de la conspiración contra el rey Hassan II de Marruecos, confirmaba cierto paralelismo en la resolución de los problemas internos de las dos naciones vecinas.
En septiembre de 1972 se celebró la XX Olimpiada en Múnich donde una nueva estrella olímpica destacó por encima de los demás: el nadador estadounidense Mark Spitz, ganador de siete medallas de oro. Sin embargo, este protagonismo quedó deslucido cuando el pabellón de los deportistas israelíes fue ocupado al asalto por una veintena de terroristas palestinos pertenecientes al grupo «Septiembre Negro». Después de largas negociaciones para liberar a los rehenes, se llegó al acto final concluyendo con una masacre resuelta con 17 muertos, la mayoría de ellos israelíes.
En Cataluña, el 9 de septiembre se lanzaron octavillas por grupos de Bandera Roja (BR) en los recitales de Joan Manuel Serrat en Barcelona y en las Sis Hores de Canet (Canet de Mar). Este acto reivindicativo tuvo relación con la celebración de tres consejos de guerra contra activistas contrarios al régimen. Los juicios tuvieron lugar entre el 6 y el 29 del mismo mes, con peticiones de hasta 44 años de cárcel para dos activistas carlistas, veinte años contra Carlos García Soler, treinta años para Ramón Llorca López por presunta pertenencia al FAC y finalmente contra siete militantes del Partido Comunista Internacional (PCEi).
En aquellas fechas, la Asamblea distribuyó un folleto en el marco de la campaña por el Estatuto en el que hacía referencia a la utilización democrática del patrimonio económico y cultural con el objetivo de lograr una enseñanza unificada y laica de contenido democrático. Asimismo, se exigía, con un sentido de justicia social, que fuera obligatoria y gratuita en nivel primario y que permitiera el acceso de todos con capacidad, sin discriminación social, a todos los grados de enseñanza y que fuera en catalán en lengua y contenido, y que esta lengua fuera oficial al lado de la castellana como primer paso para superar la situación del bilingüismo.
Por otro lado, también se hacía referencia a una hacienda descentralizada para poder comenzar a organizar la economía en función de las necesidades auténticamente populares. Una administración también descentralizada del territorio catalán con una autonomía municipal que garantizase a los habitantes del municipio unas finanzas propias que no se basaran en los impuestos indirectos que gravan los artículos alimentarios. También el control directo del régimen minero, agropecuario, forestal, seguros generales y sociales, mancomunidades hidrográficas, prensa, asociaciones, reuniones, espectáculos, derecho de expropiación, socialización de riquezas naturales, radiodifusión, ferrocarriles, obras públicas, sanidad, etc., y finalmente, una legislación y ejecución de la justicia en materia de política social, sindical y cooperativa300.
La Comisión analizó las acciones realizadas los días 8 y 10 de abril de 1972 en defensa del derecho a la Solidaridad Democrática y del funcionamiento de las Comisiones de Solidaridad y posteriormente debatió con cierto interés la obcecación del régimen para imponer como heredero al príncipe Juan Carlos y así dar una imagen centrista.
Sin embargo, al acabar el debate, de nuevo se recordó que los objetivos principales a alcanzar por la CPAC serían el dar a conocer los principios y las instituciones del Estatuto de Cataluña de 1932, plantear este objetivo mediante la actividad de masas, propiciar la comprensión de lo que pudiera ser el periodo inmediato a la caída del régimen, explicar el objetivo del Estatuto con un punto mínimo de convergencia que permitiese llegar al pleno ejercicio del derecho de autodeterminación en Cataluña y dejar claro que cualquier salida que no reconociese el establecimiento de los principios e instituciones presentadas por el Estatuto de 1932, no sería válido. A este respecto, Josep Dalmau, representante de los No Alineados, comentaba que se abrió posteriormente una campaña especial para el estudio del Estatuto de 1932, finalizando esta en una conferencia-debate con tres expertos en la Sala Claret. Dalmau comentaba que Solé Barberà, uno de los ponentes, hizo un panegírico global del Estatuto poco riguroso en su intervención y que fue protestado por el historiador Víctor Manuel Arbeloa, el cual le recordó que el Partido Comunista no votó «sí», sino «no», a la propuesta de presentar el Estatuto301. El SCPAC, en vista de los asuntos planteados por la CPAC, acordó iniciar dichas acciones con una convocatoria y publicar un folleto explicativo sobre el Estatuto de Cataluña del 1932 que denunciara la ilegalidad fascista y afirmara los derechos fundamentales, especialmente el de la autodeterminación de Cataluña. Finalmente, se centró el debate en el 11 de septiembre de 1972 dentro de dicha campaña, reafirmando el carácter de la Diada Nacional. Sin embargo, ese día se saldó con pocas manifestaciones reivindicativas, la mayoría convocadas por cada partido, siendo lo más notable la colocación de un altavoz en el Hotel Duval, cerca de la estatua de Rafael Casanovas, para poder escuchar la interpretación de Els Segadors y la distribución de miles de copias, de veinte mil a sesenta mil según versiones, de la Historia dels Països Catalans, escrita por Miquel Sellarés y Joan Crexell con ayuda del FNC, PSAN y UDC. También la CCFPC publicó un folleto en la jornada de reivindicación nacional dentro de la campaña «Perque L’Estatut»302.
Además, se condenaron las detenciones efectuadas a Carlos García Soler y Ramón Llorca, acusados de pertenecer al FAC303, denunciando las torturas recibidas, la farsa del consejo de guerra y la parcial actitud de parte de la prensa nacional a la hora de informar sobre el desarrollo y el resultado del juicio, haciendo una llamada a ejercer el derecho a la solidaridad democrática a través de la lucha popular, como así se hizo en los consejos de guerra de Burgos contra ETA: «Por la Amnistía, contra la violencia asesina del régimen, Solidaridad con el Front d’Alliberament de Catalunya (FAC)». Esta organización fue creada en 1969 por personas de los grupos de Josep Mª Batista i Roca del Consell Nacional de Catalunya (CNC) y de las Joventuts Obreres d’Estat Catalá (JOEC). Reconocida también como Front d’Alliberament Catalá y Front Armat de Catalunya. Entre 1969 y 1971, un grupo armado independiente realizó diversos atentados. En 1972 fueron detenidos algunos militantes, entre ellos los referidos anteriormente, decidiendo la dirección trasladarse a Bélgica. Nunca participaron de la Asamblea, y en 1976 se escindió un grupo denominado Moviment Revolucionari Catalá (MRC). Un año después decidieron