La estabilidad del contrato social en Chile. Guillermo Larraín

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу La estabilidad del contrato social en Chile - Guillermo Larraín страница 8

Автор:
Серия:
Издательство:
La estabilidad del contrato social en Chile - Guillermo Larraín

Скачать книгу

1950, por ejemplo en el libro de Jorge Ahumada En vez de la miseria, cuyo programa de trabajo inspiró al gobierno de Eduardo Frei Montalva. En aquel entonces, Frei intentó reducir los aranceles, disminuir las barreras paraarancelarias y mejorar la institucionalidad de fijación de las sobretasas. Los éxitos fueron parciales. La oposición desde el mundo empresarial y la izquierda imposibilitaron avanzar más. De hecho, desde 1968 el proceso de apertura se revirtió. La dictadura de Pinochet, en los hechos, logró abrir la economía al comercio exterior, eliminando casi todas las barreras no tarifarias y reduciendo unilateralmente los aranceles. La apertura económica, apalancándose en el desarrollo del sector financiero, en parte favorecido por la reforma de pensiones, logró detener la caída relativa en el PIB de Chile respecto de los países de referencia.

      La fase 4, la de recuperación coincide precisamente con el retorno a la democracia. La mezcla de una economía abierta con estabilidad política y social, además de las sucesivas reformas que promovían el desarrollo económico, resultaron en un proceso sostenido de convergencia de Chile con todo el mundo desarrollado.

      El gráfico I.2 muestra a Chile en función de los países de la Europa latina. Puede apreciarse que en el siglo XIX, Chile tenía un ingreso per cápita superior al de España y Portugal e incluso Italia. Solo Francia, salvo en los períodos de guerras mundiales, ha tenido ingresos consistentemente superiores al chileno. Las cuatro fases descritas anteriormente se aprecian con mucha claridad.

      Gráfico I.2. Ingreso per cápita de Chile respecto de Europa “latina”

      Fuente: elaboración propia a partir de Maddison (2018).

      El gráfico I.3 muestra el mismo cuociente, pero esta vez los países de la comparación son de Europa del Norte. Aunque a niveles distintos, las cuatro fases antes señaladas se repiten nuevamente. Desde la perspectiva de este libro, se aprecia que el período democrático reciente es aquel en el cual sin ambigüedad alguna Chile inició un proceso de convergencia.

      Gráfico I.3. Ingreso per cápita de Chile respecto de Europa del Norte

      Fuente: elaboración propia a partir de Maddison (2018).

      La historia del gráfico I.4 es nuevamente similar, solo que Chile siempre ha estado por debajo del nivel de ingreso per cápita de los países anglosajones. Aquí las fases 1, 2 y 3 son menos claras, pero sí es evidente el proceso de convergencia iniciado con el retorno a la democracia.

      Gráfico I.4. Ingreso per cápita de Chile respecto de países anglosajones

      Fuente: elaboración propia a partir de Maddison (2018).

      Las cuatro fases antes mencionadas son claras también si nos comparamos con Japón en el gráfico I.5. En el siglo XIX, Chile tenía el doble del ingreso per cápita de Japón y era aún más rico que Corea, Malasia o Taiwán. Japón, con su exitoso proceso de industrialización y con la sola interrupción de la II Guerra Mundial, inició su convergencia hacia Chile que se logró en los años 50. La fase 4 nuevamente aparece nítidamente, con un sostenido proceso de convergencia esta vez a la inversa, de Chile hacia Japón.

      El caso de Corea, Malasia y Taiwán, por tomar otros países asiáticos, son algo distintos. Se trataba de países muy pobres en el siglo XIX, los más pobres de los que hemos analizado aquí. La fase de decadencia de Chile coincide con que esos países adoptaron una política de crecimiento basado en exportaciones intensivas de mano de obra barata que detonó un período de alto crecimiento, el cual ha durado más de medio siglo. La fase de recuperación de Chile es clara respecto de Malasia; sin embargo, no lo es en comparación con Corea y Taiwán, países que siempre han crecido al menos a la misma velocidad de Chile.

      Gráfico I.5. Ingreso per cápita de Chile respecto de países asiáticos

      Fuente: elaboración propia a partir de Madddison (2018).

      Hemos dejado la comparación con América Latina para el final, porque respecto de estos países, salvo México, no hay cuatro fases sino cinco. La fase 4 es idéntica a la que ya hemos discutido: el crecimiento relativo del ingreso per cápita de Chile respecto de todos los países de la muestra. Si en los años 80 Chile estaba por debajo del ingreso per cápita de Argentina, México y Uruguay, en los 90 se transformó en el país de mayor nivel de ingreso per cápita de la región.

      Pero aparece una quinta fase en el caso latinoamericano, que corresponde al proceso que Argentina, Brasil, Colombia y Perú inician durante los años 2000 de convergencia hacia Chile. Es interesante destacar que, en parte, esta reversión de la fase 4 se debe a que estos países del continente abrieron sus economías. Esto es evidente en el caso de Colombia y Perú, menos obvio para Argentina y Brasil, aunque comparado con lo que esos países tenían en los años 80, existe un proceso de apertura.

      Gráfico I.6. Ingreso per cápita de Chile respecto de América Latina

      Fuente: elaboración propia a partir de Maddison (2018).

      Es claro que algo pasó en Chile en los años 80 y 90, algo que detuvo primero y terminó después con prácticamente un siglo de decadencia, un siglo de “desarrollo frustrado”, como diría Aníbal Pinto.

      En Larraín (2005), se descomponen las reformas realizadas desde 1976 en adelante en tres áreas:

      1. La apertura comercial. En 1974 existía una enorme varianza en los aranceles, cuyo promedio alcanzaba a 105%.3 A eso había que agregar una larga lista de restricciones no arancelarias al comercio exterior. Entre 1974 y 1976, se redujo la varianza y minimizaron las barreras no arancelarias. Hacia 1979, los aranceles eran homogéneos en 12% y había desaparecido una buena parte de las barreras paraarancelarias. Esto permitió que desde mediados de los 80 —y con un alto costo de ajuste, graficado en una disminución del empleo global de más de 20%—, el país se especializara en los productos en los cuales tenía ventaja comparativa. Esto se produjo por dos vías. Una, mediante una masiva reasignación de plantas existentes en sectores en decadencia hacia sectores en expansión. Dos, mediante el ingreso de nuevas plantas, de tamaño menor.

      Esta apertura fue inicialmente unilateral, pero desde 1991 en adelante se convirtió en una política de integración comercial pactada que tuvo gran éxito. Desde 2000 en adelante, además, se ha ido produciendo una sistemática pero gradual integración a los mercados de capital.

      2. Se logró estabilizar la economía. Si entre 1900 y 1970 el crecimiento per cápita fue de 1,5% al año, entre 1980 y 2014 fue de 3,2%. Pero además de eso, la volatilidad del crecimiento cayó sustancialmente: pasamos de una desviación estándar del crecimiento de 8,8% a una de 4,4% en los mismos períodos. Y si medimos la magnitud del cambio estructural operado por la inflación, vemos que para los períodos 1930-1970 y 1980-2014, la inflación promedio bajó de 19% al año a un 9,9%; y su volatilidad cayó estrepitosamente. Si consideramos el período desde 2001 en adelante, cuando se adopta el actual esquema de metas de inflación, los números son aún más impresionantes: la inflación promedio anual ha sido de 3,2% y la desviación estándar de solo 1,7%. El impacto positivo sobre la acumulación de capital humano y capital físico

Скачать книгу