Las miradas múltiples. Emilio Bustamante
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¿Cuánto tiempo se exhibió en Arequipa?
Cuatro meses, pero sin mucha asistencia. Y luego fui a Puno, a Juliaca, a Juli…
¿No la piratearon?
No. La cuidé mejor, y tampoco les interesó a los piratas.
¿Tienes un cálculo de la cantidad de espectadores?
Unos treinta mil o treinta y cinco mil.
¿Te has presentado a los concursos del Ministerio de Cultura?
Sí. El 2011 con Ave María y el 2012 con Juanita.
¿Qué opinas de los concursos?
No lo digo por mi caso, pero creo que en Lima hay un prejuicio, se piensa que una película regional tiene que tener un tema regional.
¿Crees que se debería mejorar el sistema de los concursos?
Creo que está bien que existan los concursos exclusivos para las regiones. Pienso que debería haber más fondos para la producción. Un porcentaje de las entradas de los cines debe ir a un fondo. Después de todo, las grandes empresas cinematográficas tienen su ingreso gracias al aporte del público peruano, ¿no? Por lo tanto, el cine peruano debe beneficiarse de ese aporte. Por otro lado, si el Estado peruano está invirtiendo para que se haga una película, debe también preocuparse de que se den las condiciones para que la película se exhiba, ya sea con una cuota de pantalla o con alguna otra forma de garantizar la exhibición del cine peruano.
¿Y qué te parece la idea de que los cineastas regionales se organicen para distribuir sus películas en todo el país?
Creo que sí es posible. Cada cineasta explotaría su película en su región, que es donde mejor le va a ir, y luego se la pasaría a los demás para que cada uno la exhiba en su región.
¿Y qué piensas de la posibilidad de conseguir apoyo económico de los gobiernos regionales y las municipalidades?
Yo lo solicité para Torero y para mi nuevo proyecto, El cura sin cabeza, pero no me dieron nada. Para el Segundo Encuentro de Cine Andino1 sí me han apoyado. Pero para las películas no, pese a que hablé con el presidente regional, con los asesores regionales, con todos. Los recursos existen, pero hay problemas legales o administrativos que dificultan su utilización. Habría que revisar la ley.
¿Crees que el Ministerio de Cultura debe organizar talleres para capacitar a los cineastas regionales?
Sí. A mí me gustaría capacitarme en elaboración de guion, lenguaje cinematográfico y dirección de actores.
¿Qué películas peruanas te parecen importantes?
Alias la gringa, Gregorio, Maruja en el infierno. Las primeras de Lombardi y de Chicho Durant. Como película comercial, Pantaleón y las visitadoras me gustó. Lima 13, de Fabrizio Aguilar, me pareció genial. Días de Santiago, Las malas intenciones, Octubre…
¿Y del cine regional?
Me gusta el cine de Flaviano Quispe, la primera de Dorian Fernández (Chullachaqui), me gusta el cine agresivo de Lucho Berrocal, El misterio del Kharisiri por la limpieza de sus tomas, y El sendero del chulo, de Óscar Catacora, un chico con un gran futuro como cineasta.
¿Y del cine arequipeño?
Me encantó Metanoia, de Cecilia Cerdeña, una propuesta subjetiva, personal, artística. Miguel Barreda tiene escuela, pero todavía no ha tenido éxito con Y si te vi no me acuerdo ni con Ana de los Ángeles; bueno, esta era de encargo, supongo que eso lo limitó. A Eitianen, de Juan Ojeda, creo que le faltó un guion mejor estructurado. De los cortometrajes de los cineastas del ARFA, el mejor me pareció Muñequita linda, de Rafael Meléndez, que ahora está haciendo documentales.
(Edición: Jaime Luna Victoria)
Miguel Barreda Delgado
Residió en Alemania, donde estudió cine y dirigió diversos cortos y mediometrajes. Entre sus cortos destacan El aliento de las piedras (1996, codirigido con Eleni Ampelakiotou, Primer Premio en Video, Festival Cinema Jove, Valencia); La vida me mata (1996) y Retrato de un amante cansado (1997, Primer Premio Festival Internacional de Escuelas de Cine, Potsdam). En el 2006 crea, en Arequipa, la empresa de producción audiovisual Vía Expresa Cine y Video. Su primer largometraje fue Y si te vi no me acuerdo, realizado en el 2000 y ganador del concurso de posproducción del Conacine en el 2009. En el 2012 estrenó comercialmente Ana de los Ángeles, su segundo largometraje, en Arequipa. Ese mismo año su proyecto Encadenados ganó el Concurso de Proyectos de Largometraje Exclusivo para las Regiones del Ministerio de Cultura. Encadenados se exhibió en el 2014 en Cinesuyu (Cusco) y en el Festival Internacional de Cine de Ayacucho (FICA), donde ganó el premio a mejor película nacional. La entrevista fue realizada el 2 de marzo del 2013, en Lima.
Comencemos con tus datos familiares: tu nombre y edad, quiénes eran tus padres, a qué se dedicaban.
Mi nombre es Miguel Barreda Delgado y nací en 1967, en Lima, de padres arequipeños. Mi madre trabajaba de empleada bancaria aquí en Lima, en el Banco de Crédito; la habían nombrado secretaria en la gerencia del banco, por eso nací aquí. Cuando yo tenía dos años regresamos a Arequipa. Mi padre, que era agricultor y ganadero, se enfermó, y ya no pudo seguir trabajando, y entonces mi madre volvió conmigo para que de nuevo estuviéramos juntos en Arequipa. Pero por eso yo me considero arequipeño nacionalizado, arequipeño de corazón y por mi familia.
Háblanos de tu formación.
Desde pequeño mis padres me pusieron en el colegio Peruano-Alemán Max Uhle, en Arequipa. Yo, en verdad, agradezco mucho la decisión de mis padres. Una de las ventajas del colegio era que la educación artística era tan importante como la educación científica, y también el deporte. No solamente había clases de arte, sino que se daban talleres adicionales de teatro, música y danza.
¿De cine no?
De cine también. Cuando estuve en cuarto de secundaria tuve la suerte de contar con un profesor que tenía como afición hacer películas en súper 8. Era también