Sanación de los chakras y conciencia del karma. Swami Keith S.

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Sanación de los chakras y conciencia del karma - Swami Keith S.

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ni menospreciado como algo antiespiritual. De hecho, el vedanta nos enseña que el atman posee dos aspectos. El primero es la conciencia, la cual contiene todo lo que existe —por lo tanto, no desea nada porque todo lo tiene—. Esto es el Paramatman.

      También del atman emerge el alma individual, el Jivamatman. En los niveles más profundos del ser, el Jivamatman determina los deseos y las aspiraciones de un individuo. El Jivamatman es la fuente del dharma, el deseo más profundo del corazón.

      Dharma

      El dharma es el tercer deseo que motiva al ser humano a encarnar en un cuerpo físico-material y a actuar de manera adecuada. Dharma significa literalmente “aquello que perdura” —en esencia, aquello que evita que las relaciones mundanas se disuelvan en el caos. En la comunidad humana, es el dharma lo que mantiene el orden social.

      El dharma tiene dos aplicaciones: el dharma compartido, que es común a toda la raza humana, y el dharma individual, que es específico de cada ser humano. El dharma compartido es la rectitud o el deber espiritual. En este contexto, la rectitud puede compararse con la acción adecuada. Las acciones adecuadas son aquéllas que promueven el flujo del prana y que emergen de las mentes superior e inferior y de sus funciones y aspectos. El dharma individual es la ruta específica de la acción adecuada, lo que lleva a una persona nuevamente a la unión con el Yo.

      Moksha

      El moksha es el cuarto deseo que motiva a los seres humanos a encarnar en un cuerpo físico-material y a actuar de manera adecuada. Moksha denota “trascendencia”, que es la libertad espiritual y la liberación del apego kármico. De los cuatro, el moksha es el deseo primordial. El Vedanta Advaita (la ruta sin dualidad de la autorealización) nos enseña que el jnana (conocimiento) que proviene de la experiencia directa, es el medio para alcanzar el moksha y vencer a la ignorancia.

      El gran maestro hindú del siglo XX, Ramana Maharshi, afirmaba que la ignorancia no es más que el apego a la idea del Yo. El jainismo, como siempre, es más conciso. Éste nos explica que el moksha es el má ximo estado de separación y/o de apego. En el moksha nos liberamos de todo apego al mundo externo de los fenómenos. El shaivismo compara al moksha con la placidez y el yoga lo compara con el estado del nirvakalpa-samadhi, el estado del aislamiento y de la quietud sin paralelos.

      Las funciones de la mente

      Puesto que el Yo permanece ajeno a su creación, éste requerirá de los vehículos para manifestar conciencia y prana y, así, poder participar en el universo fenoménico. En la mente superior, los vehículos son los cuerpos de energía y en la mente inferior, éstos son los cuerpos del deseo.

      Todos los cuerpos de energía y sus vehículos energéticos correspondientes se componen de energía descalificada y de materia sutil. Para poder funcionar de manera sincrónica con otros cuerpos de energía, así como con las funciones y los aspectos de la mente, cada cuerpo de energía debe ocupar el espacio de su dimensión que corresponda con el espacio ocupado por el cuerpo físico-material en el mundo físico-material.

      Los cuerpos de energía y los vehículos energéticos (cuerpos del deseo) de las mentes superior e inferior interactúan con el macrocosmos a través de las tres funciones de la mente conocidas como koshas, indyrias y pranas.

      Koshas

      Los koshas son “revestimientos mentales” y es por medio de los koshas que adquirimos conciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Aunque la conciencia reside en el interior de los cuerpos de energía, de los cuerpos del deseo y de sus vehículos energéticos correspondientes, la conciencia no puede saber nada de sí misma. Por lo tanto, requiere de un espejo para experimentar su propio reflejo. En los diferentes niveles de conciencia, en las mentes superior e inferior, los koshas llevan a cabo esta función. Los koshas existen en el tiempoespacio y son campos de actividad, no conceptos abstractos ni arquetipos. Existen doce koshas que corresponden a los cuerpos de energía, a los cuerpos del placer y a los cuerpos esplénicos. Por lo general, cada kosha permanece dentro del espacio corporal individual en el mundo y las dimensiones donde se encuentra activo; sin embargo, un kosha puede irradiarse más allá del espacio corporal individual mientras realiza sus funciones. De hecho, cada kosha se conecta e interactúa con los campos de energía, los objetos y los seres del mundo exterior, en el mundo y las dimensiones donde se encuentra activo. De esta manera, los koshas funcionan como una extensión de la conciencia humana. Asimismo, los campos de energía, los objetos y los seres irradian y/o proyectan energía hacia el kosha activo en su mundo y dimensión particulares. De ahí que se pueda decir que el grado de apego o desapego hacia el equipaje kármico está íntimamente relacionado con la condición de los koshas y con nuestra manera de relacionarnos con ellos.

      Indyrias

      En los niveles de la emoción, del sentimiento y de la sensación, los indyrias llevan a cabo la misma función que los koshas. Existen dos tipos de indyrias, los indyrias jnana y los indyrias kármicos. Los indyrias jnana son funciones del alma que reúnen el conocimiento del microcosmos y del macrocosmos a niveles de la actividad asociada con la emoción, el sentimiento y la sensación. Los indyrias kármicos manifiestan el conocimiento a través de la acción después de que el conocimiento ha sido asimilado e integrado por el adecuado indyria jnana.

      Una vez que el conocimiento ha sido asimilado a través de los indyrias jnana, los indyrias del karma nos permiten interactuar con los seres vivos, con los objetos y/o con los campos energéticos al externar la conciencia de la sensación. Los indyrias del karma llevan a cabo esta función adoptando las cualidades de cualquier cosa con la que interactúan; sin embargo, sólo pueden hacerlo al integrarse completamente al espacio corporal individual en el mundo y la dimensión en los cuales se encuentran activos.

      De hecho, si el indyria jnana o el indyria del karma de una dimensión en particular no se encuentran completamente integrados, sus funciones pueden verse afectadas y/o pueden apegarse a los objetos, a los campos de energía o a los seres y sus proyecciones con los cuales han interactuado.

      En contraste, si los indyrias se encuentran completamente integrados, podremos actuar a través de ellos de manera consciente y nuestras acciones serán sistemáticamente adecuadas.

      Pranas

      El medio energético por medio del cual operan las funciones de la mente se conoce como pranas. Existen dos tipos de pranas: los pranas entrantes y los pranas salientes. Los pranas entrantes ofrecen un medio energético para que circule un continuo flujo de información recibida y asimilada por el campo humano de energía. Esta información es utilizada por las mentes superior e inferior para discernir las características cualitativas y cuantitativas del campo de energía que las rodea. Los pranas salientes proporcionan a las mentes superior e inferior un conducto energético a través del cual se pueda manifestar el conocimiento por medio de una acción en el ambiente externo. Tanto el prana entrante como el saliente poseen un área de acción que corresponde a una porción específica de energía descalificada y/o calificada en el universo fenoménico.

      Si los pranas entrantes y salientes se encuentran activos y funcionando de una manera adecuada, las acciones en todos los niveles emergerán a través de las mentes superior e inferior y de sus funciones y aspectos. Además, los pranas formarán una barrera contra las intrusiones de modo que podamos disfrutar de la tranquilidad que se alcanza al llegar a un estado interior de ecuanimidad.

      Los aspectos de la mente

      El manas, el buddhi, el chitta y el ahamkara son conocidos como los aspectos de la mente. De manera conjunta, estos aspectos conforman un modelo que ofrece una estructura para las funciones sincrónicas de las mentes superior e inferior, de sus funciones y de los órganos del sistema humano de energía.

      Manas

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