Atrapada al atardecer. C. C. Hunter

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Atrapada al atardecer - C. C. Hunter Shadow Falls

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aún más cerca.

      Notó el ligero endurecimiento de la mirada de Derek, como si se hubiera dado cuenta de lo cerca que estaba Lucas. Entonces, Derek frunció el ceño.

      Una tormenta de emociones estalló en el interior de Kylie. Pero había una emoción que sobresalía entre las demás: la ira. Derek no tenía ningún derecho a estar enfadado por lo cerca que estaba Lucas de ella. Se había ido, aunque ella le había suplicado que no lo hiciese. Así que, ¿por qué esa necesidad de apartarla de Lucas?

      —Creo que ya has hecho suficiente involucrando a ese detective. —Los ojos azules de Lucas atravesaron a Derek.

      Derek se puso a la defensiva.

      —El señor Smith no está detrás de esto.

      —Puede que no —dijo Lucas, con la voz tensa—, pero los problemas llegaron a través de él.

      La tensión cargaba el ambiente hasta tal punto que resultaba difícil respirar.

      Burnett miró a Lucas.

      —No es necesario culpar a nadie.

      —Burnett tiene razón —dijo Kylie—. Además, fui yo la que se puso en contacto con el señor Smith. —Sintió como Lucas tensaba a su lado. Sospechaba que no le gustaba un pelo que se pusiera del lado de Derek. A ella tampoco le gustaba hacerlo, seguía enfadada con él. Sin embargo, no dejaría que culpasen a Derek por haber tratado de ayudarla. Siguió mirando fijamente al medio fae. Deseaba leer sus pensamientos o, al menos, adivinar sus emociones, de la misma forma que él podía leer las de los demás—. ¿El señor Smith está bien?

      Su mirada y la de Derek se encontraron de nuevo. Notó como la ira brillaba en sus ojos. No estaba segura de si era el reflejo de sus emociones, o si él también estaba enfadado. Probablemente fueran las dos cosas.

      —Sobrevivirá. —Derek apartó la mirada, y sintió que un vacío le llenaba el pecho. Algo le dijo que era un vacío al que tendría que acostumbrarse, pues nada había cambiado entre ellos.

      Nada.

      —Yo puedo ser la sombra de Kylie —dijo Della.

      —Y yo —intervino Miranda.

      Burnett las miró.

      —Ya que compartís cabaña con ella, tendréis que turnaros.

      —Estará más segura conmigo —respondió Lucas.

      —¡Baja de la nube! —murmuró Della.

      —Lo mismo digo —añadió Miranda, con el dedo meñique extendido como si le apuntara con un arma.

      Kylie dirigió la mirada a Miranda, luego a Della, después a Derek y, por último, a Lucas. Aquello no parecía real. Estaban hablando de ella como si no estuviera presente. Aunque sabía que querían ayudarla, y ella los quería por ello… bueno, los querría cuando dejara de sentirse así de molesta.

      Burnett miró de nuevo a Lucas y a Derek.

      —Me preocupa que estéis demasiado involucrados en esto.

      —Por eso mismo lo haríamos bien —contestó Derek—. Por eso mismo yo lo haría bien —respondió Lucas.

      Derek le lanzó a Lucas una mirada de desprecio.

      —Eres un verdadero imbécil, Parker.

      Los dos jóvenes comenzaron una guerra de insultos.

      —¡Venga ya chicos! —gritó Kylie—. Esto se está…

      —¡Ya basta! —ordenó Burnett. Lucas y Derek se quedaron en silencio—. A esto me refería, estos dos tienen otros intereses en relación a Kylie.

      Kylie enrojeció, más enfadada que avergonzada.

      —Tengo una idea. ¿Qué tal si alguien me pregunta lo que pienso sobre…?

      —Eso es ridículo —gruñó Lucas.

      Kylie parpadeó con incredulidad hasta que se dio cuenta de que se refería a las palabras de Burnett, no a las suyas.

      Burnett tensó los hombros y lanzó una mirada a Lucas y luego otra a Derek.

      —En estos momentos, no creo que ninguno de los dos vayáis a centraros en la labor de protección cuando estéis a su lado. No digo que no vaya a pediros ayuda en un futuro, pero ahora mismo…

      —Sigue siendo ridículo. —Lucas, que estaba al lado de Kylie, se puso rígido. Habría jurado que su temperatura corporal había aumentado uno o dos grados—. Moriría antes de que…

      —Yo también —espetó Derek.

      —Resulta que mi trabajo consiste en asegurarme de que nadie muera —respondió Burnett.

      Al menos en ese punto, Kylie no podía estar más de acuerdo con Burnett.

      ***

      Una hora más tarde, después de que Burnett y Holiday volvieran a la oficina para asignar las sombras a Kylie, esta yacía temblorosa sobre su cama, mirando fijamente el techo, preguntándose cuándo y cómo había perdido por completo el control sobre su vida. Justo después de que Burnett se fuera, la manada de Lucas le había pedido a este que se presentara de nuevo. Con arrepentimiento en la mirada y quizás todavía algo resentido con ella por haberse puesto del lado de Derek, le dijo que iría a verla cuando hubiera solucionado el asunto con su manada. Kylie no le echaba en cara que se fuera: en cierta forma, necesitaba estar sola. Pero no pudo evitar recordar lo que Fredericka había dicho: El linaje de Lucas es puro, y él es consciente de su valor. Sus mayores también lo valoran. Lo han dejado claro. ¿Eran palabras pronunciadas solo para hacerla dudar? ¿O había algo real detrás de ellas?

      Kylie cerró los ojos y suspiró. Calcetines se acercó a ella y se ocultó bajo la colcha, mientras una mujer muerta y calva se paseaba por la habitación, murmurando que no podía recordar una mierda. Kylie exhaló profundamente, y de sus labios salió vapor que serpenteó lentamente hacia el techo.

      —No me acuerdo de nada —balbució el fantasma—. De nada salvo el vacío.

      Qué lejos estaba de imaginar la mujer cómo la envidiaba Kylie ahora mismo. Deseaba poder olvidar. Olvidar esa mirada de ira en los ojos de Derek, olvidar la repentina tensión que sintió en el cuerpo de Lucas cuando se puso del lado de Derek. Olvidar que ella podría ser la responsable del asesinato de una pareja de ancianos y de haber enviado al detective, el señor Smith, al hospital.

      —¿Cómo se dice cuando no puedes recordar quién eres? ¿No hay una palabra para eso?

      —Amnesia.

      Kylie consideró decirle a la mujer sin nombre (el espíritu necesitaba un nombre, y «la mujer sin nombre» era tan bueno como cualquiera) que su pérdida de memoria podría tener más que ver con la cicatriz que le recorría la cabeza que con un episodio normal de amnesia. Pero Kylie supuso que la razón por la que la mujer sin nombre no podía recordar en realidad no importaba, era el hecho de que no tuviera memoria lo que era un problema. ¿Cómo demonios

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