Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar. Horacio Gaggero

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manifiesta en avances y retrocesos, en reorganizaciones que se suceden una tras otra en un lapso de pocos meses, a veces volviendo atrás sobre lo actuado (ver el capítulo 4)

      Los funcionarios estatales del gobierno militar

      Los requisitos para el ingreso como personal administrativo eran ser argentino nativo, por opción o naturalizado con más de diez años en el ejercicio de la ciudadanía; tener dieciocho años, acreditar antecedentes de moralidad, presentar certificado de buena salud y aptitudes físicas, haber cumplido con el servicio militar y prestar juramento de fidelidad a la Nación y sus instituciones. Se requería además el certificado de sexto grado y aprobar un examen de competencia y dactilografía.

      La posesión de un título universitario, técnico o de bachiller, maestro normal o perito mercantil, así como los antecedentes científicos o culturales, suplían la prueba de ingreso.

      El primero de estos grupos es el de los funcionarios de perfil socioprofesional asociados al llamado grupo Prebish, de actuación anterior en el Ministerio de Hacienda y en el sistema financiero estatal; este grupo mantuvo su presencia e influencia durante los primeros meses posteriores al golpe del 43, hasta fines de ese año, cuando fueron cesados al producirse el desplazamiento de los sectores liberales. Sus características principales eran su experiencia como funcionarios de carrera, con título obtenido en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, independencia política y su autopercepción como un grupo eminentemente técnico.

      Ellos también se percibían como un grupo, así lo deja claro Gómez Morales:

      El tercer grupo está formado por veteranos de otras áreas de la administración pública, con diversos perfiles profesionales que el gobierno militar acercó a los primeros planos de la gestión estatal. El caso emblemático es José María Figuerola promotor de la estadigrafía y la planificación, que fue vicepresidente del Consejo Nacional de Posguerra, y luego secretario de Asuntos Técnicos entre 1946 y 1949.

      En un proyecto que postulaba el fortalecimiento del papel del Estado a través de su función de planificación, los funcionarios de carrera con un saber técnico y experiencia en la función pública fueron convocados a desempeñar funciones más importantes.

      Otra fuente importante de reclutamiento fue la de ex funcionarios provinciales (provenientes del gobierno de Manuel Fresco en la provincia de Buenos Aires).

      Un sexto grupo es el de los radicales renovadores, hombres de segunda o tercera fila del partido, sin otra característica en común que su

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