La Pasión de Dios por Su Gloria. John Piper
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En las palabras de Jeremías Dios se refiere a esto como algo espantoso: "Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dice Jehová. Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua ( Jer. 2:12-13). ¿Cuál es la esencia del mal? Es abandonar una fuente viva por cisternas rotas. Dios es menospreciado y nosotros morimos. Estas cosas son una misma: cuando escogemos la miseria azucarada nos burlamos del Dios dador de la vida. Debería ser al revés: la gloria de Dios debería ser exaltada en nuestro gozo eterno.
Un Gozo Eternamente Creciente en un Dios Imperecedero
Implicación #6. El cielo será el infinito y siempre creciente descubrimiento de más y más de la gloria de Dios y un gozo mayor y siempre en incremento. Si la gloria de Dios y nuestro gozo en Él son uno a pesar de que nosotros no somos infinitos como Él es, entonces nuestra unión con Él en la todo-satisfactoria experiencia de Su gloria nunca puede ser completa, sino que tiene que incrementarse con intimidad e intensidad por siempre y siempre. La perfección del cielo no es estática. Tampoco veremos de una vez todo lo que hay que ver—pues eso sería limitar la gloria de la auto-revelación de Dios y con ello, su amor. Tampoco nos convertiremos en Dios. Por lo tanto, siempre habrá más, y el fin del siempre creciente placer en Dios nunca llegará.
He aquí como lo explicó Edwards: “supongo que no se negará que Dios, al glorificar a los santos con una felicidad eterna, se propone satisfacer su infinita gracia o benevolencia otorgando un bien [que es] infinitamente valioso, porque es eterno: y sin embargo, nunca llegará el momento en que se pueda decir que ahora este infinitamente valioso bien ha sido otorgado en toda su totalidad.”55 Además dice que nuestro eterno ascenso hacia más y más de Dios será un “ascenso que nos elevará y elevará a través de esa infinita eternidad sin disminución (sino probablemente con incremento) de su celeridad [velocidad]... hacia alturas infinitas; si bien, nunca habrá un particular momento en el que se pueda decir haber ya alcanzado esas alturas.”56 Esto es lo que vemos a través opacamente como a través de un espejo en Efesios 2:7, “[Dios nos sentó en los lugares celestiales con Cristo] para mostrar en las edades venideras las abundantes riquezas de su gracia, en bondad para con nosotros en Cristo Jesús.” Se necesitaría un infinito número de edades para que Dios termine de glorificar las riquezas de Su gracia hacia nosotros—lo cual quiere decir que esto nunca sucederá.
Cuando las Criaturas Rehúsan Ser Felices en Dios
Implicación #7 . El Infierno es indescriptiblemente real, consciente, horrible y eterno—la experiencia en la cual Dios vindica el honor de Su gloria con una ira santa sobre aquellos que no se deleitaron en lo que es infinitamente glorioso. Si la gloria infinitamente valiosa es repudiada y la oferta del gozo eterno en Dios es finalmente rechazada, el agravio que se comete es tan despreciable que merece un sufrimiento eterno. Por esto dice Edwards, “Dios se propone satisfacer la justicia en la condenación eterna de los pecadores la cual será satisfecha con una condenación considerada no de otra manera que en relación a su duración eterna. Pero nunca llegará un momento particular en el que se pueda decir que la justicia ya ha sido satisfecha.”57 Acerca del amor y de la ira de Dios Edwards dice simplemente, “ambas cosas serán indecibles.”58
Las palabras de Jesús y las de los apóstoles confirman esto: será indecible. Así lo dijo el Señor, “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles… E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mat. 25:41-46). Y San Pablo dice que cuando Jesús regrese vendrá “en llama de fuego, para cobrar venganza de los que no conocen a Dios, y no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo [que significa confiando gozosamente en el todo suficiente amor de Dios en Cristo], los cuales serán castigados con eterna perdición excluidos de la presencia del Señor, y de la gloria de su poder” (2 Tes. 1:8-9).
Evangelismo: Laborando para Despertar Gusto por Dios
Implicación #8.
Si el despliegue de la gloria de Dios y el más profundo gozo del alma humana son una misma cosa, entonces el evangelismo significa describir la belleza de Cristo y Su obra salvadora con una sincera urgencia de amor el cual labora para ayudar a la gente a encontrar su satisfacción en Él. El área común más importante con los incrédulos no es la cultura sino la creación, no las necesidades inmediatas sino las necesidades masivas reales59. La famosa oración de Agustín es importante en todo: “Tú nos has hecho para Ti y nuestros corazones no encuentran paz hasta que descansan en Ti”60 Si una persona comprende que la imagen de Dios en el hombre es la inefablemente profunda aptitud de reflejar la gloria de Cristo a través del gozo eterno en Dios, entonces no va a extraer del gran evangelio la vida y el poder internos.
El evangelio no son las buenas noticias de que Dios se interesa mucho en mí; es “el evangelio de la gloria de Cristo.” Y el evangelismo, dice San Pablo, es el resplandor de “la luz del evangelio de la gloria de Cristo, quien es la imagen de Dios” (2 Cor. 4:4). Y cuando por medio de la oración, el testimonio y la iluminación de la gracia del Espíritu Santo los incrédulos súbitamente ven la gloria de Dios en Cristo y se regocijan en la esperanza, es porque el Creador del universo “ha resplandecido en [sus] corazones para darles la luz del conocimiento de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Cor. 4:6). Nuestra obra evangelista no es persuadir a la gente de que el evangelio fue hecho para sus necesidades inmediatas, sino que ellos fueron hechos para la gloria de Dios en el evangelio la cual satisface el alma.
La Predicación: Seduciendo a la Gente para Dios
Implicación #9. Similarmente, la predicación cristiana, como parte de la adoración corporativa de la iglesia de Cristo, es una celebración expositiva de las glorias de Dios en Su palabra, diseñada para seducir al pueblo de Dios de los placeres efímeros del pecado a los caminos sacrificiales de una obediente satisfacción en Él. Si la predicación debería enfocarse en magnificar a Dios, y si Dios es magnificado cuando Su pueblo lo prefiere sobre “las riquezas y placeres de la vida” (Luc. 8:14), entonces la predicación debe proponerse exponer los placeres suicidas del pecado y avivar la plenitud del gozo en Dios. El siempre presente énfasis debe ser:
A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed.Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan,y vuestro trabajo en lo que no satisface? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma (Isaías 55:1-3)
Cuando Edwards consideró los objetivos de la predicación para la gloria de Dios dijo, “Yo debería pensar que mi responsabilidad es elevar los sentimientos de mis oyentes tan alto como me sea posible, siempre y cuando ellos sean no sean afectados sino por la verdad, con sentimientos que no estén en desacuerdo con la naturaleza de lo que los afecta.”61 Afectos elevados enraizados y proporcionados por la verdad—esa es la meta de la predicación. La verdad es la multiforme gloria de Dios en Su palabra; y los sentimientos exaltados consisten en la delicia del conocimiento de Dios y el temor de no ser feliz en Él. “Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón…servirás, por tanto, a tus enemigos” (Deu 28:47-48).
La Adoración Congregacional: El Hambre del Corazón que Honra a Dios
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