identidad latinoamericana.
En suma, del análisis de los discursos se desprende la tendencia de ambas a apelar al centro del espectro ideológico, apelando a la unidad, a la construcción de una nueva argentina, y buscando el voto de todos aquellos que desde 2001 estuvieran desencantados de la política y que rechazaran la “vieja política”. Para ello, claramente, tienen que desideologizar sus discursos, por lo que apelan a una masa homogénea (todos los argentinos).
Sin embargo, del análisis también se desprende un marcado carácter ideológico en lo referido principalmente al pensamiento político que ambas se esfuerzan por transmitir, a las explicaciones de la realidad argentina que intentan posicionar como correctas e incontestables, y al carácter excluyente, diferenciado, del enunciador (el “yo-partido”). Este enunciador, es decir, el que transmite la finalidad del mensaje, es un elemento fuertemente ideologizado, dado que busca contrastar con el “otro” que en ambas es definido por un pasado, que en el caso de Carrió incluye al gobierno de Kirchner, mientras que en el de Fernández de Kirchner se limita a la década de 1990.
A continuación, se presentan los resultados de las matrices de análisis de ideología en textos de discurso político. Se aprecia en las columnas de qué manera se destaca la ideología en ellos, atendiendo a la densidad (alta, media, baja) de los subcomponentes.
Las candidatas en televisión: la búsqueda del centro del electorado
Para analizar la presencia de la ideología en la campaña presidencial de 2007 se abordó, además, el estudio de los principales spots de campaña de las candidatas. De Cristina Fernández de Kirchner se tomaron los spots “Dolores Argentina” y “FMI”, mientras que de Elisa Carrió se analizaron “Abuelos” y “Presidente”.
En sus spots, Elisa Carrió se embandera tras la idea de cambio, de progreso, de “refundar a la Argentina”, y enfatiza la necesidad de contar con los votos necesarios para llegar al ballotage.[30] Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner busca posicionarse como la candidata que representa la continuidad del cambio, es decir, enfatiza el logro histórico que significó haber saldado las deudas con el FMI (spot “FMI”) y a eso le suma el spot “Dolores Argentina”, con el resumen de lo que significó la salida de la crisis de 2001 durante el mandato de su marido Néstor Kirchner y la necesidad de profundizar ese modelo.
Los spots acompañan los valores y el pensamiento político presentes en los discursos. Los de Elisa Carrió en particular imparten un tono ético, con referencia a valores políticos y el orgullo por los antepasados inmigrantes que construyeron el país (spot “Abuelos”). Sin embargo, hay que destacar que estas referencias son bastante vagas y ambiguas, y no se dan con relación a una posición política determinada.
Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner refleja algunos elementos de su pensamiento político en la narración de la vida de la niña Dolores Argentina, remitiéndose además de manera constante a los logros de la gestión de Néstor Kirchner: la importancia del federalismo, el impulso a la industria nacional,[31] entre otros.
Si bien en términos generales los spots refuerzan las tendencias observadas en los discursos, es posible identificar algunas diferencias importantes: la ausencia de rasgos de un enunciador excluyente (“yo-partido”), presente en los discursos, salvo en el spot “FMI” de Cristina Kirchner, donde se destacan los logros del kirchnerismo y su proyección a futuro.[32] En todos los demás spots se observa un marcado enunciador de tipo inclusivo (“nosotros-pueblo”) que incluye a todos, y se destaca por una mayor homogeneidad.[33]
En cuanto a los destinatarios de los spots, se resalta la tendencia, ya observada en los discursos, a una fuerte presencia del paradestinatario,[34] en detrimento del prodestinatario, directamente inexistente en los spots (débil presencia en los discursos) al igual que el contradestinatario.
Esto estaría revelando que en los medios audiovisuales las campañas de ambas candidatas se llevaron adelante con menores niveles de ideologización con relación a los discursos, con enunciadores y destinatarios más inclusivos, amplios y con menor grado de diferenciación.
Sin embargo, al igual que en los discursos, los spots presentan una clara función explicativa. En el caso de Fernández de Kirchner, su spot “Dolores Argentina” explica a través de una analogía la “vida” de la Argentina desde 2001 en adelante, con un repaso de los logros de la gestión de Néstor Kirchner y la necesidad de continuar en ese camino.[35] En el caso de Elisa Carrió, si bien esta función ideológica es menos destacada, también se observa, al comienzo de su spot “Abuelos”, una explicación histórica sobre los inmigrantes que transformaron el país a principios del siglo XX.
En los spots, al igual que los discursos, se alienta a los electores para que acompañen a la candidata. En el caso de Carrió, para traer, con el apoyo de todos, el cambio que promete al país, y en el caso de Fernández de Kirchner, si bien de manera más implícita, continuar con los cambios positivos de la gestión de Néstor Kirchner.
Afianzando la hipótesis de que el grado de ideologización se reduce al mínimo en los spots de campaña, en ellos se observa que no se intenta diferenciar a las candidatas de otros contendientes o de sus adversarios políticos de manera explícita.
Al igual que en los discursos, generalmente los spots no destacan diferencias entre las candidatas y sus rivales en la contienda. Los pocos intentos de acentuar un contraste son bastante vagos[36] y normalmente hacen referencia a la diferencia con el pasado político de la Argentina.[37]
Por último, en contraste con estas afirmaciones, es posible señalar en los spots, en oposición a los discursos, referencias que permitirían posicionar a las candidatas en el espectro de derecha / izquierda.
Esto se da de manera más destacada en el spot de Cristina Fernández de Kirchner, “Dolores Argentina”, sobre la base de alguna referencia a la identidad latinoamericana. Sin embargo, hay que destacar que éste es implícito y no muy marcado. En el spot “FMI” es posible observar de manera más clara la afinidad de la candidata con la izquierda, ya que presenta una fuerte crítica a las políticas de endeudamiento externo.
Sin embargo, esta afirmación debe ser matizada con el contexto histórico y político argentino tras la crisis de 2001 y el desprestigio generalizado de los organismos financieros internacionales como el FMI en todos los sectores de la sociedad. La oposición al mismo puede, en este caso, ser interpretado no como un elemento que revele una posición de izquierda sino como una posición con altas probabilidades de ser compartida por muchos y diferentes miembros de la sociedad; en ese sentido, sería una apelación a la homogeneidad más que a la diferenciación ideológica.
En el caso de Elisa Carrió, las señales de posicionamientos ideológicos en términos de izquierda y derecha son más débiles. En su spot “Abuelos”, en una referencia a la justicia social,[38] es posible leer una señal hacia la izquierda del espectro ideológico, pero se trata sin dudas de un elemento no muy destacado.
En suma, el análisis de los spots de campaña revela un nivel inferior de ideologización al
