La cábala. Mario Saban

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La cábala - Mario Saban Psicología

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por eso, la falta de puntuación en Maljut se debe a que ésta no posee nada por sí misma. En el libro de rezos basado en la sabiduría de la Cábala encontramos una puntuación diferente cada vez que aparece el nombre de las cuatro letras en las distintas bendiciones. Por ejemplo, en la bendición “Tu otorgas conocimiento al hombre”, el nombre de las cuatro letras está puntuado con pataj, ya que estamos apuntando a la Luz infinita que se revela en la sefirá de Jojmá. En la bendición “Quien bendice los años”, el nombre está puntuado con jirik, porque apelamos al Creador, al Ein Sof revelado en la sefirá de Netzaj».

      Debemos realizar aquí una importante aclaración conceptual antes de continuar avanzando en el análisis del Árbol de la Vida. Tenemos hasta ahora el despliegue de los diferentes universos que representan a cada una de las letras del Tetragrama. Entonces, ¿qué simboliza el Tetragrama? Es la manifestación del Ein Sof. El Ein Sof no manifestado no puede ser simbolizado ni conceptualizado de ningún modo. Deberíamos decir de manera más precisa que el Tetragrama representa la simbolización de la divinidad dentro de la manifestación. En parte, dentro de la manifestación y, en parte, en su interioridad. Si estudiamos la letra Iod del Tetragrama, nos damos cuenta de que simboliza el conjunto de los dos universos no manifestados dentro del vacío, sino manifestados en la interioridad del propio Ein Sof. Así que, si realizamos un análisis minucioso del Tetragrama, encontramos que la primera letra de este (la Iod) representa el conjunto de los dos universos manifestados dentro del mismo Ein Sof (cuando aún no se encontraba creado el vacío donde se manifestará la existencia).

      Recordemos que los dos primeros universos eternos dentro de la Eternidad del Ein Sof son el mismo plan general, o Adam Kadmón, y el Universo de Atzilut (la Emanación). Queda como problema conceptual resolver el asunto de cómo se produjo la existencia de una luz unificada del Ein Sof que se pudiera captar dentro del mismo Ein Sof, porque esto representaría una dualidad imposible para la esencia del Ein Sof. Entonces debemos llegar a la conclusión de que todo el Ein Sof es Or Ein Sof y no pueden existir diferencias entre ambos. Solamente que nosotros no podemos percibir todo el Ein Sof, y lo que denominamos como «Or Ein Sof» son los diversos grados de restricción de la esencia. Entonces, para nuestra mente finita se conceptualiza como una dualidad. En realidad, si el Or Ein Sof es todo el Ein Sof en sí mismo, lo que nosotros llamamos Or Ein Sof es lo que podemos percibir en la manifestación, pero hay un nivel de Or al infinito que no podemos percibir justamente por ser infinito. Ahora bien, regresando al tema central de esta explicación, si la primera manifestación del Tetragrama determinó la estructura general de todo lo que se ha manifestado y manifestará en el futuro, ahora en un segundo nivel el Árbol de la Vida en funcionamiento opera con la misma sustancia divina (que se encuentra simbolizada por el Tetragrama); por ese motivo podemos decir, que, dentro del plan general del Ein Sof (Adam Kadmón), el Keter representa un punto del Tetragrama, pero dentro del funcionamiento operativo ahora el Keter funciona como el Tetragrama vocalizado con la Kamatz. Si dentro del plan general del Ein Sof la Jojmá representa la Iod del Tetragrama (Universo de Atzilut), ahora la Jojmá en su funcionamiento se encuentra simbolizada por el Tetragrama vocalizado con la letra pataj; si dentro del plan general del Ein Sof, la Biná representa la primera letra Hei del Tetragrama (Universo de Briá), ahora en su funcionamiento la Biná se encuentra representada por el Tetragrama con la vocalización de trire. Por otra parte, si dentro del plan general de la manifestación divina las seis Sefirot inferiores se encuentran representadas por la letra Vav del Tetragrama (Universo de Yetzirá),46 ahora cada una tendrá una vocalización diferente, y, finalmente, si la última letra Hei del Tetragrama representa la dimensión de la Maljut cosmológica (Universo de Asiá), en realidad tendrá un Tetragrama sin vocales en su funcionamiento. Como se puede percibir, cuando aplicamos las diferentes vocalizaciones del Tetragrama a cada dimensión ya nos encontramos realizando una descripción de la magnitud de energía que opera dentro del funcionamiento de dicha dimensión, pero no hacemos referencia a la dimensión cuando apareció por primera vez dentro del despliegue general del plan general divino.

      12. Las Sefirot psicológicas dentro del Universo de Yetzirá

      «La razón principal por las que se crearon las Sefirot fue para proporcionar una escalera para ascender a los más altos niveles espirituales».

      MOISÉS CORDOVERO

      Vamos a exponer las diez «Sefirot» tal como funcionan dentro del Universo de Yetzirá (es decir, en su percepción psicológica y no en su percepción cosmogónica). Recordemos que las Sefirot actúan cosmogónicamente en los Universos de Atzilut/Emanación (donde nacen) y en el de Briá/Creación (donde aparecen dentro del orden espacio-temporal). En el Universo de Yetzirá/Formación es donde las dimensiones actúan dentro de nuestra estructura humana.

      Las «Sefirot» en su funcionamiento «psicológico» son:

      1. Keter (la Corona)

      Es la dimensión más alta, y la más compleja para ser explicada conceptualmente. Keter significa la «Corona». ¿Quién tiene la Corona? Solamente Dios es el poseedor de la «Corona». Entonces, ¿el hombre tiene acceso a este nivel divino? La respuesta resulta paradójica, ya que simultamente es un sí y un no. ¿Cómo es posible no acceder y acceder al mismo tiempo? Keter representa la extracción de todas mis potencialidades ocultas, y el interrogante que nos hacemos es: ¿No tengo siempre mayores potencialidades ocultas que no he extraído aún desde mi interioridad? Siendo Keter el arquetipo indefinible, donde todos los arquetipos no funcionan porque allí se encuentra la máxima aspiración ideal de mi Yo. En Keter se encuentra la «Verdad», ¿y quién puede conocer la Verdad? ¿Quién puede conocer la Torá en términos absolutos? Si todos nos encontramos en «Daat» (el Conocimiento), Keter es el conocimiento unificado de toda mi realidad psíquica en su conjunto. En Keter me he vaciado de mi subjetividad para acceder a los universos superiores de Briá y de Atzilut, porque no puedo conocer nada si yo soy algo; entonces, debo autocomprenderme como parte de la «Gran Nada» (Ein Sof) del Infinito para así destruir mi subjetividad en los niveles superiores y así acceder a Keter, porque a Keter no puedo acceder sintiéndome un sujeto (Tiferet). Si deseo acceder al deseo infinito, entonces debo renunciar a mi autorrestricción constante (que puede llevar a la autoculpabilidad) derivada de mi finitud. Debo aceptar mi «finitud» y aceptar que a través de mi «finitud» solamente puedo acceder al Daat (el Conocimiento). Pero para acceder a Keter exclusivamente lo tengo que hacer aniquilando mi finitud en términos mentales, y al ser parte del Ein Sof, entonces puedo conectar mi vacío interior con el vacío interior cosmogónico del Ein Sof. Mi centro del Yo se encuentra en el Universo de Yetzirá, pero ahora voy a dar un salto cualitativo entre mi Yo como centro y mi Yo como «nada». A pesar de que no podré renunciar físicamente al mundo inferior (universos de Yetzirá y Asiá), sí puedo comprender un grado superior a mi propia subjetividad. No estamos haciendo referencia a un pensamiento lateral desde otro ángulo espacio-temporal, sino desde la «Eternidad» donde no existe ya ningún condicionamiento subjetivo a la liberación de mis energías.

      La pregunta en Keter es: ¿Quién realmente ha llegado? Nadie ha llegado a ningún lugar porque en realidad no existe «el lugar». Y uno asume que camina sin llegar y que trabaja no por los resultados, sino por el placer del esfuerzo para aumentar los niveles de conciencia, porque avanzamos sobre el Ein Sof para simplemente captar en mayor medida la Luz divina, y así extraemos todas las potencialidades subjetivas de nuestra interioridad con el objetivo de ampliar un Kli (recipiente). Sabemos que nadie ha llegado a ninguna parte porque se llega al No-Lugar. El disfrute constante de mi voluntad al absorber los niveles superiores de la Luz del Ein Sof puede verse afectado cuando los límites de mi propia subjetividad operan y me distorsionan automáticamente la realidad cósmica tal cual es.

      En mi Keter psíquico es cuando me encuentro simultáneamente en el Daat cosmogónico que percibe algo del Keter cosmogónico del Adam Kadmón. Encerrados en los niveles más bajos de los universos inferiores podemos percibir los niveles de la Eternidad. Mi limitación como fragmento del Ein Sof no me lleva a la frustración, y tampoco a la aceptación simple de

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