Una historia popular del fútbol. Mickaël Correia
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Football Railway Company
Al igual que el desarrollo industrial y el productivismo se exportan por todo el planeta gracias a la hegemonía geográfica y económica del Imperio británico, el fútbol industrial y su ideología deportiva también se internacionalizan. «Dondequiera que haya una isla, un islote, un puerto, […] los ingleses llegan, levantan sus postes telegráficos y lanzan sus vías férreas a través de caminos impracticables. Y juegan al fútbol», refiere el autor italiano Stefano Jacomuzzi.121 Desde finales del siglo xix, la Football Association decide enviar por el mundo equipos que promocionen las virtudes del esférico. En 1897, los Corinthians participan en treinta y tres partidos en África del Sur y al año siguiente los Queen’s Park Rangers juegan en los países escandinavos. En cuanto al Surrey Wanderers y al Southampton FC, a principios del siglo xx viajan a Austria y Alemania para jugar una serie de partidos amistosos. Pero son sobre todo los estudiantes extranjeros, recién salidos de las public schools, y los principales agentes de la colonización británica —militares, misioneros y empresarios— los que propagan la buena nueva futbolística a través de los cinco continentes. Las élites anglófilas tanto de países del norte como del sur adoptan el fútbol, convertido en símbolo del english way of life, y hacen de él un marcador de distinción social y una manifestación de modernidad industrial.122
Los pioneros del fútbol sudamericano son, o bien personas procedentes de la upper class local, o bien empleados de compañías británicas implantadas en las metrópolis costeras.123 El primer club del continente, fundado en mayo de 1867, es el Buenos Aires FC, obra, entre otros, de dos hermanos de Yorkshire, Thomas y James Hogg, empleados de la empresa que estaba construyendo el ferrocarril. Del otro lado del Río de la Plata, cuatro empleados ingleses de la sociedad británica Montevideo Central Uruguay Railway dan vida en 1891 al predecesor del Club Atlético Peñarol, el Central Uruguay Railway Cricket Club (curcc). El curcc se enfrenta regularmente con el Albion FC, en el que juegan jóvenes ingleses de la burguesía, y a partir de 1900 constituye con otros tres clubes el campeonato uruguayo de fútbol. Charles William Miller, hijo de un ingeniero de ferrocarriles británico que trabajaba en Brasil, parte a estudiar a una public school de Southampton y juega en los Corinthians de Londres antes de volver a São Paulo en 1894. Contratado por la compañía local de ferrocarriles ingleses, se esfuerza desde su regreso por crear una sección de fútbol dentro del São Paulo Athletic Club, y en 1895 organiza un primer partido entre el equipo de su empresa y jugadores de la compañía británica Gas Company. En cambio, en Estados Unidos el football-association arraiga más difícilmente, porque otros juegos de pelota —sobre todo el fútbol americano— llevan ya tiempo implantados dentro del sistema educativo estadounidense. A pesar de algunas excepciones, como Saint Louis (Misuri), donde el fútbol adquiere popularidad gracias a los inmigrantes británicos, en general el esférico no representa a los ojos de las élites estadounidenses más que una quimera deportiva procedente de la antigua metrópoli.
En África encontramos trazas de los primeros partidos de fútbol —reservados en un principio a los colonos blancos— a partir de 1862, en Cape Town y Port Elizabeth, en África del Sur.124 Por otra parte, el esférico es rápidamente considerado como un «instrumento civilizador» en África del Este, sobre todo en Uganda, donde se introduce en 1897 gracias al oficial británico William Pulteney —un antiguo alumno de Eton— y a los misioneros de la Namirembe Church Missionary Society.125
En la costa del este de Asia son sobre todo los marinos ingleses y el Ejército británico los que importan el juego en 1873, a través del lieutenant commander Douglas, instructor de la Royal Navy de Tokio. Los bengalíes, por su parte, comienzan a practicar el fútbol en los colleges de los colonos británicos, y en 1892 un club indio de Calcuta, el Sovabazar Club, logra vencer a un equipo militar inglés, el del East Surrey Regiment. En la Rusia de los zares el fútbol es importado, entre otros lugares, a Oréjovo-Zúyevo, en los alrededores de Moscú, por dos industriales originarios de Lancashire. En 1887 organizan con los obreros de su fábrica textil un equipo de fútbol que será el predecesor del Dinamo de Moscú. En Turquía, los británicos inician en el fútbol, a finales del siglo xix, a las comunidades griegas y armenias de Estambul y de Esmirna, provocando la condena de las autoridades otomanas, y habrá que esperar a la Revolución de los Jóvenes Turcos de 1908 para que el esférico se democratice a lo largo del país.126
En el Viejo Continente, el fútbol llega a Copenhague en 1876, de la mano de residentes británicos, y a partir de ahí se populariza en los países escandinavos.127 El decano de los clubes alemanes de fútbol se funda en Hamburgo en 1887,128 mientras que los primeros equipos del Imperio austrohúngaro ven la luz en Praga y Viena en los años 1890.
En Italia, el esférico se desarrolla a partir de los grandes centros industriales del norte de la península. En Turín, Eduardo Bosio, un comerciante italiano que había trabajado en la industria textil en Gran Bretaña, funda en 1891 la Internazionale Foot-Ball Club Torino. El fútbol milanés se practica entre gentlemen ingleses, que se reúnen en 1899 para dar vida al antecesor del Milan AC, el selectísimo Milan Cricket and Football Club. En España, un pequeño grupo de ingenieros ingleses de la región de Sunderland que trabajaban en el puerto industrial de Bilbao funda en 1894 el Bilbao Football Club —predecesor del Athletic Club de Bilbao (1898)—, mientras que en una Barcelona en pleno desarrollo industrial Hans Gamper, un suizo que se dedica a la importación y exportación, reúne en 1899 a expatriados ingleses, suizos y alemanes para crear el FC Barcelona. En cuanto a Portugal, es el aristócrata Guilherme Pinto Basto quien, tras formarse en la Downside Scholl de Inglaterra, organiza en 1888 un primer partido, reuniendo en las selectas playas de Cascais a jóvenes de la alta sociedad lisboeta.
El fútbol se implanta en París tras un viaje académico de los alumnos de la École Monge al Eton College, y también gracias a los ingleses venidos a trabajar en la Exposición Universal de 1889. Pero el primer club francés, Le Havre Football Club, ya había sido fundado en 1872 por trabajadores británicos del puerto normando, bajo el patrocinio de Francis-Frederic Langstaff, director de la South Western Railway.129
Ante el creciente éxito del fútbol en Europa, Édouard Pontié, redactor jefe del semanario deportivo francés Armes et Sports, escribe a comienzos del siglo xx: «Los equipos de football-association se multiplican por todo el viejo continente. […] Alemania y Austria, al igual que los pueblos bohemio y húngaro, han adoptado el juego. Lo mismo ha hecho Suiza, e Italia tiene buenos equipos en Turín, en Milán, en Roma y en Nápoles; en España, Madrid y Barcelona se suman por fin a esta tendencia. Dentro de poco, el sol invernal no brillará más que sobre jugadores de fútbol».130
88. Nicolas Bancel y Jean-Marc Gayman, o. cit.
89. Paul Dietschy, o. cit.
90. James Walvin, o. cit., p. 45.
91. Ib.
92. Citado en Charles Korr, «West Ham United, une rhétorique de la famille», Actes de la Recherche en Sciences Sociales, vol. 103, n.º 1, 1994, p. 57.
93. Nicolas Bancel y Jean-Marc Gayman, o. cit.
94. Tony Mason, Association football and English society, 1863-1915, Harvester Press, Brighton, 1980.