La izquierda mexicana del siglo XX. Libro 3. Arturo Martínez Nateras

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу La izquierda mexicana del siglo XX. Libro 3 - Arturo Martínez Nateras страница 43

La izquierda mexicana del siglo XX. Libro 3 - Arturo Martínez Nateras La izquierda mexicana del siglo XX

Скачать книгу

      55 Desde enero de 1975 salieron libres bajo caución Raymundo Ibarra Valenzuela, Cándido Toledo Espinosa y José Antonio Castillo Viloria. Informe del director de la DFS, “Movimiento de Acción Revolucionaria”, 13 de enero de 1975, en AGN/FDGIPS, vol. 2785, exp. único. El 10 de agosto de 1977, ya en el marco de la Reforma Política, fueron puestos en libertad otros siete miembros del MAR: Carlos González Navarro, Fernando Pineda Ochoa, Ramón Cardona Medel, Ana María Parra de Tecla, Agustín Hernández Rosales, José Francisco Paredes Ruiz y Pedro Leyva Pérez, en AGN/FDFS, exp. 11-207-77/H-66-67/L-13.

      56 Verónica Oikión Solano, “El impacto de la oposición armada en la Reforma Política del Estado. Las decisiones de 1977”, en Víctor Gayol, coordinador, Formas de gobierno en México. Poder político y actores sociales a través del tiempo, 2 v., Zamora, El Colegio de Michoacán, 2012, tomo II Poder político en el México moderno y contemporáneo, pp. 501-523.

      57 Alvarado Lecuona, op. cit., p. 21.

      58 Alberto Guillermo López Limón, “Semblanza de José Luis Martínez Pérez”, manuscrito, abril de 2007, p. 5.

      59 “Puntos estratégicos” y “Puntos tácticos”. “Presentación a los trabajos de estrategia y táctica”, agosto de 1976, donde aparecen nuevas consignas: “¡Con el pueblo a la lucha!” y “¡Con el pueblo a la victoria!”, en Mandeville Special Collections Library, University of California, San Diego, Armed Revolutionary Organizations of Mexico. Documents and Publications MSS 0523, series 17 Movimiento de Acción Revolucionaria, reel 8, folder 12. Dichas consignas respondían a sus principios fundamentales: “Nuestra táctica, nuestra estrategia y nuestro objetivo principal”.

      60 Pineda, op. cit., pp. 217-218, y Condés Lara, op. cit., t. III, pp. 69-70. Entabló relaciones con movimientos sociales en Chihuahua, Sonora, la Comarca Lagunera, el Valle de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Guerrero y Michoacán. Alberto Guillermo López Limón, “Semblanza de José Luis Martínez Pérez”, manuscrito, abril de 2007, 5 p. Además, el MAR se integró en el “proceso de unidad” con la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, el Partido de los Pobres y la Unión de Pueblo, a través de la llamada “Cuadrilátera”, o simplemente “Cuadri”, es decir, una “coordinadora nacional guerrillera”. Ver Alberto López Limón, “A los que no conocimos por su nombre”, manuscrito, abril de 2004, 12 p. Ver “Línea Política”, en Mandeville Special Collections Library, University of California, San Diego, Armed Revolutionary Organizations of Mexico. Documets and Publications MSS 0523, series 17 Movimiento de Acción Revolucionaria, reel 8, folder 5.

      61 La sobrevivencia del grupo estuvo en función del reclutamiento de nuevos militantes, con el fin de contar con renovados cuadros para la organización. El reclutamiento resulta un indicador para entender de qué manera el MAR logró reconstituirse repetidamente en su núcleo básico a pesar de los fuertes descalabros que sufrió. Desde la perspectiva de Castañeda, la motivación que tuvieron los simpatizantes para incorporarse al MAR fue la experiencia norcoreana, es decir, le reconocían un estatus internacional por su preparación político militar, y esta conceptualización alentaba el reclutamiento. Comunicación personal de Salvador Castañeda del 5 de febrero de 2011.

      62 Pineda, op. cit., pp. 211-218; Condés Lara, op. cit., t. III, pp. 70-71, y Alberto Guillermo López Limón, “Semblanza de José Luis Martínez Pérez”, manuscrito, abril de 2007, p.5.

      63 “Planteamientos básicos”, invierno de 1983, en Mandeville Special Collections Library, University of California, San Diego, Armed Revolutionary Organizations of Mexico. Documents and Publications MSS 0523, series 17 Movimiento de Acción Revolucionaria, reel 8, folder 13.

      64 Alberto López Limón, “A los que no conocimos por su nombre”, manuscrito, abril de 2004, p. 12.

      65 Idem.

      Puntos de contacto:

      Juan Patricio Riveroll

      Nuestro país tiene una larga tradición de recibir con los brazos abiertos a extranjeros que vienen en busca de asilo, de aventura o de esparcimiento, de perseguidos políticos a gabachos retirados, especialmente durante el siglo XX, y quizás uno de los más célebres capítulos de esta costumbre lo protagonizaron los revolucionarios cubanos antes de embarcarse en el Granma desde Tuxpan, Veracruz: el primer punto de contacto entre la revolución que apenas se gestaba y México. En esta etapa hay cuatro figuras clave, cada una de un país distinto, cuyos caminos se encuentran aquí para lanzar la expedición que cambiaría la faz de la izquierda latinoamericana. Fidel Castro como líder y representante de las decenas de cubanos que salieron huyendo del régimen de Fulgencio Batista; Alberto Bayo como el republicano antifranquista que entrenó a los futuros guerrilleros, con una larga trayectoria militar que continuó en la escuela de aviación en México; la peruana Hilda Gadea como la ideóloga que fue una suerte de mentora, además de pareja sentimental, de Ernesto Che Guevara, el único de los cuatro que no salió de su país huyendo como perseguido político sino que se embarcó en una búsqueda personal que en México se convirtió en una gesta revolucionaria.

      El primero en llegar fue Bayo en 1941, después de pasar por Francia y Cuba tras la derrota de los republicanos. Nació en Camagüey, Cuba, porque su padre formaba parte del ejército español que todavía defendía la isla como parte de su imperio, y al triunfo de la independencia, en 1895, zarparon de regreso a España pese a que su madre era cubana. Así pasó su vida como ciudadano español, se enroló en el ejército y con la llegada de la aviación fundó el primer aeródromo privado en ese país. Fue veterano de la guerra de Marruecos y un fiel luchador en contra del golpe de Estado que en 1936 dio inicio a la guerra civil en contra del gobierno republicano y democrático, electo en febrero de ese año. Cuando un segmento del ejército se rebeló, la Alemania nazi y la Italia fascista lo apoyaron con armamento, aviones y, en algunas batallas en el Mediterráneo, incluso con soldados, dando como resultado la victoria de la dictadura militar del general Francisco Franco tres años más tarde, una calamidad para cualquier espíritu libre y democrático. Bayo salió de España separado de su familia, con la que se reencontró en París, embarcándose en el vapor Flandre con destino a Cuba por haber abrazado esa nacionalidad; sin embargo, una vez en la isla, su situación no mejoró mucho. En un país convulsionado por luchas intestinas se abstuvo de inmiscuirse en política, en la época en que el autonombrado coronel Batista corría para presidente por vez primera. Bayo tomó los trabajos más variados, viviendo al día y manteniendo a su esposa y sus dos hijos, inmerso en una situación cada vez más espinosa, viendo que a su alrededor los republicanos españoles se enfilaban para México. La embajada les informó que no podía aceptarlos como exiliados, pues en ese momento sólo quienes venían directamente de España o de Francia podían entrar con esa clasificación, pero las penurias eran tan oscuras que no les importó entrar a México con visas de turista, estatus que un par de años después rectificarían,

Скачать книгу