Sexo, violencia y castigo. Isabel Cristina Jaramillo Sierra

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puede combinarse con el hecho de que, durante la década de 1980, en Estados Unidos disminuyeron los recursos disponibles a nivel federal y estatal para niños y padres solteros pobres. El Estado de bienestar gradualmente retiró una forma de intervención y la reemplazó por otra. Una versión tímida de esta observación es que el movimiento en contra del abuso de niños sirve para esconder la caída en la protección social para niños a falta de apoyo social a la infancia. La versión más fuerte sugiere que la legislación sobre maltrato es una forma de controlar a las familias desviadas que resulta mucho menos costosa y más efectiva que el bienestar social.

      1.10. Extensiones

      Una vez establecida una poderosa legislación en materia de abuso de niños, fue posible su uso. El abuso fetal es un claro ejemplo. Las madres que usan drogas o abusan del alcohol les hacen daño a sus bebés. Desde 1985, algunos oficiales de policía han intentado, y algunas veces han tenido éxito, acusar formalmente a estas madres por abuso de niños; el maltrato fetal se considera aquí como incluido en dicha categoría. (En vista de que la ley no es clara frente a esto, la alternativa ha sido acusar formalmente a las madres, justo después de que dan a luz, por administrar drogas a otro, vía el cordón umbilical). Obviamente, los antiabortistas del movimiento provida siguen muy de cerca estos casos. La mayoría de estos ha tenido que ver con el crack y se ajusta bien al marco del crack-como-problema-social. Las movidas que se han hecho son bastante bajas, pero un efecto positivo ha sido llamar la atención sobre el alcoholismo materno y el síndrome del espectro alcohólico fetal. Este último ya era conocido, pero quizás como producto de haber sido incluido en el movimiento en contra del acoso de niños, ha sido posible asociar estos síndromes con la destrucción de comunidades amerindias, especialmente en el norte de Estados Unidos. No es que alguien sepa cómo se puede ayudar.

      1.11. Reacciones conservadoras

      1.12. Advertencia

      Para que lo que voy a explicar ahora no parezca parte de las reacciones conservadoras, voy a apartarme de ellas. Es cierto que ha habido abusos de la idea misma del abuso de niños. Las pasiones que despiertan los intentos por ayudar a los inocentes que han sido lastimados, también han dañado seriamente a quienes no eran culpables. Pero en un análisis exclusivamente utilitarista, se ha hecho más bien que mal. La sola existencia de reacciones conservadoras, ellas mismas excesivas, es un correctivo suficiente para el celo desmesurado. También nos recuerda que el movimiento sobre el abuso de niños es abiertamente moral y político. Nadie debería esperar de él el tipo de integridad superficial que despliega la ciencia que se basa en registros de laboratorio.

      2. La crueldad hacia los niños

      El abuso de niños fue un tema importante en una ocasión anterior: a finales de la época victoriana. Se cristalizó alrededor de eventos ocurridos en Nueva York, de donde se movió rápidamente a Liverpool y Londres. Algunas de las cosas que pasaron hoy nos parecen normales: la creación de sociedades filantrópicas para la prevención de la crueldad hacia los niños, la presión constante sobre los legisladores, las medidas para hacerse cargo de los niños maltratados, y un aumento significativo en las investigaciones penales de las conductas de los padres que maltrataban a sus hijos. Otros aspectos han sido olvidados. Por ejemplo: los primeros en expresar las preocupaciones por la crueldad en contra de los niños fueron las sociedades protectoras de animales y, muy cercanos a estas, el Water Foundation Movement (cuya principal línea de acción era impulsar a las ciudades a tener fuentes de agua de tres niveles: una para las personas, una para los caballos y una para los perros). Entendemos mejor, así los hayamos olvidado, los movimientos de los albergues y los niños repartidores de periódicos. La reforma estaba en otra parte: la prohibición, la antivivisección, el abolicionismo y los movimientos de mujeres. Quienes decían hablar por uno, generalmente en realidad hablaban por otros.

      Cuando volvemos a nuestra idea moderna de lo que es el abuso de niños, vemos que es extremadamente médica. Fue introducida por médicos y los médicos aún reclaman que les pertenece. Algunos médicos fueron importantes en el antiguo movimiento contra la crueldad hacia los niños, pero solo porque eran miembros prominentes de la sociedad. El Dr. Barnardo había querido ser un médico misionero, pero encontró su inspiración en casa. En ningún momento pensó que su trabajo filantrópico fuera parte del ejercicio de la medicina. Es normal que un médico trate a un niño que ha sido herido por su padre o cuidador, así como trataría las quemaduras causadas por un incendio premeditado. Pero el incendio es un tema para la policía y los bomberos. En el mismo sentido, la crueldad hacía los niños era un tema para la policía, las cortes y las sociedades de filantropía, no para la medicina. El abuso de niños es un concepto médico, la crueldad en contra de los niños no. Este es un punto fundamental para diferenciarlos.

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