Obras Inmortales de Aristóteles. Aristoteles
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Hemos demostrado respecto de todos los seres en general lo que era la esencia pura, cómo existía en sí, y por qué en ciertos casos las partes del definido entraban en la definición de la esencia pura, mientras que no entraban en las demás. Ya hemos explicado también que las partes materiales del definido no entraban en la definición de la sustancia, porque las partes materiales no son partes de la sustancia y sí solo de la sustancia total. Esta posee una definición y no la tiene, según el punto de vista. No se puede abrazar en la materia, la cual es lo indeterminado, pero se puede definir por la sustancia primera, la definición del alma, por ejemplo, es una definición del hombre. Porque la esencia es la forma intrínseca que mediante su concurso con la materia, constituye lo que se llama sustancia realizada. Supongamos por ejemplo lo romo. Su unión con la nariz es lo que constituye la nariz chata, y lo chato, porque la noción de nariz es común a estas dos expresiones. Pero en la sustancia realizada, en nariz chata, en Calias, existe a la vez esencia y materia.
Por lo que atañe a ciertos seres, respecto de las sustancias primeras, ya lo hemos explicado, existe identidad entre la esencia y la existencia individual. Y así existe identidad entre la curvatura y la forma sustancial de la curvatura, con tal que la curvatura sea primera; y doy por sentado por primero lo que no es atributo de otro ser, que no tiene sujeto, materia. Pero en todo lo que existe materialmente, o formando un todo con la materia, no puede existir identidad, ni incluso identidad accidental, como la identidad de Sócrates y del músico, los cuales son idénticos entre sí accidentalmente.
Parte XII
Vamos a debatir ante todo los puntos relativos a la definición, que hemos pasado de puntillas en los Analíticos. La solución de la dificultad que no hemos hecho más que indicar, nos servirá para nuestras pesquisas concernientes a la sustancia. He aquí esta dificultad. ¿Por qué hay unidad en el ser definido, en el ser cuya noción es una definición? El hombre es un animal de dos pies. Demos por sentado que sea esta la noción del hombre. ¿Por qué este ser es un solo ser, y no varios, animal y bípedo? Si se dice hombre y blanco existe pluralidad de objetos, cuando el uno no existe en el otro, pero existe unidad cuando el uno es atributo del otro, cuando el sujeto, el hombre, experimenta cierta modificación. En el último caso, los dos objetos se reúnen en uno solo, y se tiene el hombre blanco; en el primero, por lo contrario, los objetos no participan el uno del otro, porque el género no participa, al parecer, de las diferencias; de no ser así, la misma cosa participaría a la vez de los contrarios, siendo contrarios la una a la otra las diferencias que marcan las precisiones en el género. Si hubiera participación, el resultado sería el mismo. Existe pluralidad en las diferencias: animal, que anda, con dos pies, sin pluma. ¿Por qué existe en este caso unidad y no pluralidad? No es porque sean estos los elementos del ser, porque en tal caso la unidad sería la reunión de todas las cosas. Pero es necesario que todo lo que está en la definición sea realmente uno, porque la definición es una noción una, es la noción de la esencia. La definición debe ser la noción de un objeto uno, puesto que esencia significa, como hemos explicado, un ser determinado.
De momento tenemos que ocuparnos de las definiciones que se formulan para las divisiones del género. En la definición no hay más que el género primero y las diferencias. Los demás géneros no son más que el género primero y las diferencias reunidas al género primero. Y así el primer género es animal; el siguiente, animal de dos pies; y otro, animal de dos pies sin plumas. Lo propio ocurre si la proposición contiene un número mayor de términos; y en general poco importa que contenga un gran número de ellos o uno pequeño, o dos solamente. Cuando no existen más que dos términos, el uno es la diferencia, el otro el género; en animal de dos pies, animal es el género; la diferencia es el término. Sea, pues, que el género no exista absolutamente fuera de las especies del género, o bien que exista, pero exista solo como materia (el sonido es, por ejemplo, género y materia, y de esta materia derivan las diferencias, las especies y los elementos), está claro que la definición es la noción proporcionada por las diferencias.
Todavía hay más: es necesario marcar la diferencia en la diferencia; tomemos un ejemplo. Una diferencia en el género animal, es el animal que tiene pies. Es necesario conocer de inmediato la diferencia del animal que tiene pies, en tanto que tiene pies. Luego unos que no se debe decir: entre los animales que tienen pies, existen unos que tienen plumas y otros que no las tienen; aunque esta proposición sea verdadera, no deberá utilizarse este método, a no mediar la imposibilidad de dividir la diferencia. Se dirá, pues: unos tienen el pie dividido en dedos, otros no tienen el pie dividido en dedos. Estas son las diferencias del pie: la división del pie en dedos es una manera de ser del pie. Y es necesario proseguir de esta forma hasta que se llegue a objetos entre los que no haya diferencias. En este concepto, existirán tantas especies de pies como diferencias, y las especies de animales que tienen pies, serán iguales en número a las diferencias de pie.
Ahora bien, si es así, está claro que la última diferencia debe ser la esencia del objeto y la definición; porque en las definiciones no es necesario repetir muchas veces la misma cosa; esto sería inútil. Y, sin embargo, se hace cuando se dice: animal con pies, bípedo, ¿qué quiere decir esto, si no animal que tiene pies, que tiene dos pies? Y si se divide este último término en las divisiones que le son propias existirán muchas repeticiones, tantas como diferencias.
Si se ha llegado a la diferencia de la diferencia, una sola, la última, es la forma, la esencia del objeto. Pero si es por el accidente por el que se diferencian, como por ejemplo, si se dividiesen los animales que tienen pies en blancos y negros, entonces existirían tantas esencias como divisiones.
Se observa, por tanto, que la definición es la noción aportada por las diferencias, y que conviene que sea la de la última diferencia. Esto es lo que se demostraría con claridad, si se invirtiesen los términos de las definiciones que abarcan muchas diferencias, como si por ejemplo se dijese: el hombre es un animal de dos pies, que tiene pies. Que tiene pies es inútil, cuando se ha dicho: que tiene dos pies. Además, en la esencia no hay precedencia o categorías, porque, ¿cómo se puede concebir en ella la relación de prioridad y de posterioridad?
Tales son las primeras observaciones a realizar sobre las definiciones que se formulan por la división del género.
Parte XIII
Lo que nosotros intentamos estudiar es la sustancia: regresamos, pues, a nuestro objetivo. Sustancia se toma por el sujeto, por la esencia pura, por la reunión de ambos, por lo universal. Dos de estas definiciones han sido examinadas: la esencia pura y el sujeto. Hemos citado que el sujeto se entiende de dos maneras: existe el ser determinado, como el animal, sujeto de las modificaciones: y existe la materia, sujeto del acto. Al parecer el universal es también, y más que ningún otro, causa de ciertos seres, y el universal es un principio. Ciñámonos, pues, al universal.
Resulta imposible, a nuestro parecer, que ningún universal, cualquiera que él sea, sea una sustancia. En principio, la sustancia primera de un individuo es aquella que le es propia, que no es la sustancia de otro. El universal, por lo contrario, es común a muchos seres; porque lo que se llama universal es lo que se halla, por la naturaleza, en un gran número de seres. ¿De qué será el universal sustancia? Lo es de todos los individuos, o no lo es de ninguno; y que lo sea de todos no es posible. Pero si el universal fuese la sustancia de un individuo, todos los demás serían este individuo, porque la unidad de sustancia y la unidad de esencia forman unidad del ser. Por otra parte, la sustancia es lo que no es atributo de un sujeto, pero el universal es siempre atributo de algún sujeto.
¿El universal no puede ser, por tanto, sustancia a título de forma determinada, el animal no puede ser la esencia del hombre y del caballo? Pero en este caso existirá una definición de lo universal. Ahora bien, que la definición abarque o no todas las nociones que están en la sustancia, es lo de menos; el universal no por eso dejará