Jóvenes, cultura y religión. Jorge Manzi
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Jóvenes, cultura y religión - Jorge Manzi страница 6
Habida cuenta de estas circunstancias, en este primer capítulo se busca responder a la pregunta por las identidades religiosas en que se reconocen los universitarios que han respondido esta encuesta. En el primer apartado se busca determinar cómo se declararon los jóvenes en relación con la religión, considerando para ello las diversas identidades religiosas, incluidas las no creyentes. En el segundo apartado se exploran los datos longitudinales del estudio, de manera de observar si esas identidades religiosas han sido estables en los tres tiempos de medición, o, más bien, si ellas han tenido variaciones.
Estudios previos, realizados en el contexto norteamericano han demostrado que las identidades religiosas son relativamente estables en la adolescencia (Lopez, Huynh & Fuligni, 2011), e incluso en la transición entre la adolescencia y la adultez temprana (Barry, Nelson, Davarya & Urry, 2010). Sin embargo, en nuestro contexto no se cuenta con evidencia previa que haya constatado cambios longitudinales en la adhesión o identificación religiosa. Este aspecto del estudio busca identificar el tipo de patrones de estabilidad y cambio que pudieran mostrar los estudiantes a medida que avanzan en su experiencia universitaria. En el tercer apartado el análisis se detendrá en una de las identidades religiosas que ya sabemos es mayoritaria en nuestra cultura latinoamericana y, particularmente, en Chile: el catolicismo. Las religiones dominantes tienden a ser heterogéneas, especialmente cuando se atiende al grado de identificación de las personas con la religión, así como en referencia al compromiso efectivo que muestren con las prácticas esperadas de quienes se identifiquen en este caso con el catolicismo. En consecuencia, a partir de una diferenciación de los católicos según su identificación y prácticas, se buscará establecer las características que se asocian a esta diversidad al interior del catolicismo. Este tipo de análisis permitirá, a continuación, establecer comparaciones más finas con quienes se identifiquen con otras identidades religiosas, incluyendo la increencia. En el cuarto apartado interesa mostrar la relación que las identidades religiosas pudieran tener con variables antecedentes, tales como el género de los estudiantes, el nivel socioeconómico de la familia, la orientación política de los jóvenes y la caracterización religiosa familiar. Aunque las identidades religiosas pudieran ser objeto de elección personal, esta elección se hace según condiciones y posibilidades que ofrece el mismo entorno. Aquí se buscará indagar si las opciones religiosas de los estudiantes están o no conectadas con su ser hombre o mujer, con el estatus económico de la familia, con la orientación política, y con la herencia cultural que se ha recibido especialmente en el contexto de la familia. Este capítulo se cierra con algunas de las principales conclusiones que resultan del análisis y discusión de los datos.
DISTRIBUCIÓN DE LAS IDENTIDADES RELIGIOSAS
Un punto inicial para entender cómo viven la experiencia religiosa los estudiantes es conocer su autodenominación religiosa. Ante la pregunta ‘¿Cómo te declaras en términos religiosos?’ se presentaron once posibles respuestas, relacionadas a los principales grupos religiosos4 presentes en la realidad nacional. Las respuestas de los jóvenes se concentraron en cinco de ellos: católicos, evangélicos, creyentes no adherentes, agnósticos y ateos (Figura 1-1). Dada la poca cantidad de representantes de otras religiones (testigos de Jehová, mormones, judíos, ortodoxos, musulmanes), estos fueron agrupados junto con aquellos que declaraban pertenecer a “Otras” religiones, y no serán considerados en futuros análisis.
Figura 1-1. Identidad religiosa declarada por los participantes en las tres mediciones
Al analizar la figura anterior, se puede observar, en primer lugar, una importante característica de los estudiantes encuestados: en los tres tiempos de medición, cerca de la mitad de la muestra se declara católica. El segundo grupo religioso, los evangélicos, logran en esta muestra una baja representación, alcanzando en los tres tiempos de medición poco más del 3%, muy por debajo de la representación que tienen a nivel de población juvenil nacional (alrededor de un 13%). El grupo de creyentes no adherentes alcanza un nivel de representatividad que va desde 17% en el T15 hasta 22% en la tercera medición, siendo uno de los grupos que más crece a lo largo del estudio panel. Finalmente, cabe mencionar la relevancia que tienen en esta muestra los jóvenes agnósticos (superando los 10 puntos porcentuales) y ateos (quienes alcanzan otro 10% en la segunda y tercera mediciones), que, por ser posturas respecto de lo religioso suficientemente diversas entre sí, se han mantenido como grupos separados para el análisis a lo largo de este estudio.
Sobre este aspecto, se observa una diferencia con un estudio equivalente realizado en la Universidad Católica del Maule, en las sedes de las ciudades de Talca y Curicó, Chile. En el informe del estudio (Saavedra & Morales, 2009) se reportan los resultados de una medición realizada en 2008 a estudiantes de todas las carreras de dicho centro de estudios. La proporción de católicos (60%) es es levemente superior a la observada en Santiago. En cambio, el porcentaje de estudiantes evangélicos alcanza 6,7%, un poco más del doble que en la UC. Por su parte, el porcentaje de agnósticos es bastante menor (3,0% versus el 10% en Santiago), así como el de ateos (3,4% versus el 7% de la capital).
A nivel nacional, se observa un patrón similar al encontrado en la Universidad (ver Tabla 1-1): en el año 2006, 56,2% de los jóvenes se declaraba católico, mientras que en 2012, esta cifra baja a 46,6%. Es decir, la proporción de estudiantes católicos encuestados en el presente estudio es muy semejante a la proporción de jóvenes que se identifican con esta religión a nivel nacional, y muestra una tendencia similar –aunque algo menor– en el porcentaje de disminución a lo largo de los años.
Tabla 1-1. Distribución identidades religiosas entre jóvenes chilenos
Grupo religioso | 2006 | 2012 6 |
---|---|---|
Católicos | 56,2% | 46,6% |
Evangélicos | 13,8% | 12,4% |
Ninguna7 | 24,5% | 35,6% |
Otra religión | 4,3% | 4,5% |
No responde | 1,2% | 0% |
Fuente: Encuestas Nacionales de Juventud, INJUV, Chile.
En relación con el mundo evangélico, se mencionó anteriormente que esta muestra expresa una notoria subrepresentación de dicho grupo religioso, dado que este alcanza apenas alrededor del 3% de los jóvenes de la Universidad Católica, en contraste con el aproximadamente 13% de la población juvenil nacional. Es probable que esta poca presencia de estudiantes evangélicos al interior de la UC esté relacionada a cuestiones de orden socioeconómico. Tal como se mencionó anteriormente8, y se retomará en el apartado 1.4., la muestra del presente estudio está mayormente representada por jóvenes de niveles socioeconómicos altos y medios. Por ello, es presumible que la subrepresentación de jóvenes evangélicos se relacione con esta característica de la muestra, dado que, como lo evidencia la Encuesta Nacional de la Juventud, apenas el 4% de los jóvenes pertenecientes al nivel socioeconómico más alto se identifica con alguna corriente evangélica, porcentaje que aumenta progresivamente hasta llegar al 24% en el nivel socioeconómico más bajo de la población (Instituto Nacional de Juventud, 2012).
Finalmente, en relación con los creyentes no