III Diálogo entre las ciencias, la filosofía y la teología. Volumen II. María Lacalle
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу III Diálogo entre las ciencias, la filosofía y la teología. Volumen II - María Lacalle страница 14
Panofsky, E. (1986). Arquitectura Gótica y pensamiento escolástico. Madrid: La Piqueta.
Piedra, M.ª D. de la (1995). Restauración (del Diccionario Razonado de Arquitectura) Eugène Viollet le Duc. Cuaderno de notas (01 Issue 4), pp. 15-36.
Ruiz Hernando, J. A. (1990). La catedral en la ciudad medieval. Salamanca: Universidad de Salamanca.
Valdellou, M. A. (1995). Catedrales de Europa. Madrid: Espasa-Calpe.
https://www.notredamedeparis.fr/spiritualite/
Proyecto de Restauración de Nuestra Señora de París, MM. Lassus y Viollet le Duc, Impresión de M. Lacomba, París, 1843, http://www.gutenberg.org/files/18920/18920-h/18920-h.htm
1 Con el incendio de la catedral de León se produjo una situación similar a la de Norte Dame: la necesidad de no extinguir el incendio con agua. En este caso —y una vez controlado el incendio—, se optó porque este se fuera apagando de forma natural. De hecho, esta decisión salvó la catedral del derrumbe y de la ruina total ya que, de haber optado por el agua, la piedra volcánica con la que estaba hecho el edificio hubiera absorbido el agua, acrecentándose el peso y provocándose el derrumbe.
2 https://www.abc.es/cultura/arte/abci-inflamable-polemica-notre-dame-reconstruccion-identica-o-mas-moderna-201904280117_noticia.html
3 Entendemos, en este caso, por el término instalación el de ocupar con un nuevo uso lo existente, según la propuesta de uso de los términos visto en arquitectura y transformación (Casqueiro, Colmenares, Maruri, Miranda y Pina, 2011).
4 La construcción de templos cristianos está habitualmente vinculada a la ocupación de terrenos previamente utilizados por templos de otras épocas —e incluso de otras religiones— que bien ya habían desaparecido, habían sido derribados para dar paso a un edificio mejor o más acorde con las nuevas necesidades y circunstancias, o bien eran reflejo de la nueva religión establecida. Es el caso de la construcción de nuevas iglesias románicas sobre pequeñas iglesias prerrománicas que ya no daban servicio a la nueva afluencia de peregrinos generada por el culto a las reliquias (es el caso de la actual iglesia de Santiago de Compostela o de San Martín de Tours) o el derribo de mezquitas en las ciudades reconquistadas y, por tanto, recuperadas para el cristianismo (como el caso de la catedral de Toledo sobre la gran aljama de la ciudad o la catedral de Córdoba, que se levantó dentro de la mezquita cordobesa, creando un curioso y paradójico juego de fusión y competencia entre ambos).
5 En el caso de España, las circunstancias de ocupación islámica y reconquista por las que el país atravesó a lo largo de la Edad Media dieron lugar a la construcción de muchas de sus catedrales como símbolo del nuevo poder cristiano bajo el que se encontraba la ciudad. Señala Pedro Navascués (Navascués, 2000) el caso de las catedrales de Granada, Sevilla y Jaén, donde la mezquita —construida sobre una iglesia visigoda— fue sustituida en las tres ciudades por una catedral; o Toledo, aunque en este caso, la construcción del edifico gótico tardó casi dos siglos tras haberse recuperado la ciudad, aunque la mezquita fue convertida en iglesia prácticamente nada más reconquistarse la ciudad.
6 Autores como George Duby o Miguel Ángel Valdellou señalan que, junto con las aportaciones económicas de reyes, nobles, ayuntamientos, gremios y la propia iglesia, las limosnas provenientes en buena parte de una burguesía artesana y comercial fueron claves a la hora de financiar la construcción de las catedrales; pero dichas limosnas no solo provenían de una intención puramente altruista de contribuir a la construcción del nuevo símbolo cristiano de la ciudad con el que identificarse, ni tampoco de los diezmos, indulgencias o jubileos, sino que estas limosnas eran también una forma de expiación del pecado de la riqueza, aún mal vista en esta sociedad bajo medieval, de forma que, con ella, trataban de evitar una posible condena eterna.
7 La recuperación pactada de la ciudad de Toledo por parte de Alfonso VI —objetivo de la Reconquista desde sus inicios por ser la antigua capital del reino visigodo de España— supuso la permanencia de una gran cantidad de población islámica (además de judía) en la ciudad. Diego Gelmírez consideró esta circunstancia como una oportunidad para que Santiago pudiera llegar a ser la nueva capital auténticamente cristiana de España. Junto con el impulso que dio a la catedral cuando las obras se reanudaron bajo su mandato, el obispo de Santiago ayudó a potenciar los negocios de los comerciantes de la ciudad que vivían de lo que en su época fue el equivalente a nuestro turismo actual; consiguió permiso del rey para acuñar moneda, dotó a la ciudad de una serie de infraestructuras, como llegada de aguas y fuentes donde los peregrinos pudieran lavarse, etc.
8 Como recogen en su libro J. P. Fusi y F. Calvo Serraller, «antes de la llegada del cristianismo —escribió en 1932 el historiador Christopher Dawson en Los Orígenes de Europa, uno de los libros clásicos del europeísmo— no había Europa» (2014, p. 30)
9 La iglesia de S. Denis, reconocida como el primer templo gótico de la arquitectura, está dedicada al santo que fue obispo de París durante el mandato de Diocleciano y perseguido y martirizado por ese emperador por no querer renunciar al cristianismo. Popularmente, se le conoce como el «santo sin cabeza», en alusión al martirio que sufrió. Sin embargo, el abad Suger tomó como referencia para la transformación de un primitivo templo en la iglesia de san Denis a Dionisio el Areopagita, discípulo de san Pablo al que tanto Suger como el resto de los monjes de la abadía de san Denis atribuían erróneamente sus restos.
10 Erwin Panofsky establece un paralelismo entre el pensamiento preescolástico y el arte románico y el escolástico y el gótico. El primero de ellos marca una barrera insuperable entre fe y razón, a la vez que el románico genera una estructura arquitectónica del espacio determinado e insuperable tanto desde el exterior como desde el interior. En el gótico, sin embargo y de forma parecida a la escolástica, se «[…] separa severamente el santuario de la Fe de la esfera del conocimiento racional, al mismo tiempo que proclama que el contenido de este santuario debe permanecer constantemente discernible» (Panofsky, 1986, p. 50).
11 Defiende Panofsky que algunos arquitectos franceses del siglo XIII han actuado aplicando la lógica escolástica. El autor nos remite como prueba de ello al Cuaderno de Villard de Honnecourt, donde aparece representado un presbiterio «ideal» que él mismo habría concebido. En este «cuaderno», Villard de Honnecourt aparece discutiendo una