Los inicios de la automatización de bibliotecas en México. Juan Voutssás Márquez

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Los inicios de la automatización de bibliotecas en México - Juan Voutssás Márquez

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científica (Perales 1970, 15-18).

      De acuerdo con esto, originalmente la informática era expresamente la ciencia de la documentación científica auxiliada con sistemas computacionales y no la computación en general. La autora sustenta detalladamente la evolución desde la bibliografía, pasando por la documentación para llegar a la informática, y establece claramente la diferencia entre los tres términos.

      Javier Lasso de la Vega también hizo definiciones de informática desde su sentido original en la última edición de su Manual de Documentación de 1969:

      Abner Vicentini, destacado académico brasileño, también estableció una idea muy parecida en esa época en su capítulo de 1971 “De la Biblioteconomía a la Informática”. Él definió ahí: “Informática: ciencia que estudia el aspecto teórico y práctico de las actividades concernientes a la colección, el proceso, el almacenamiento, la recuperación y la diseminación de la información / documentación a través de la mecanización y automatización” (Vicentini 1971,192). Él también menciona que el término fue introducido por primera vez con esa acepción en 1966 por Alexander Mikhailov, entonces vicepresidente de la Federación Internacional de Documentación (FID), en su artículo “Informática, nuevo nombre para la teoría de la información científica” (Mikhailov 1966, 35-39 y Vicentini 1971,187). A su vez, Perales (1970,16) establece que en ese documento Mikhailov definió:

      […] informática es una disciplina científica que estudia las estructuras y las propiedades —no el contenido específico— de la información científica: teoría, técnica y organización. La informática se dirige a los métodos óptimos de desarrollo y presentación de la colección, al proceso analítico-sintético, almacenamiento, recuperación y diseminación de la información científica.

      […] Debería trazarse una clara distinción entre la informática y el empleo de las técnicas de tratamiento y recuperación de información para fines bibliográficos y documentales que constituye un sector de las aplicaciones de la informática […] Así, la informática en este sentido incluye lo que con frecuencia se ha denominado ciencia de las computadoras junto con sus fundamentos tecnológicos y teóricos, así como sus aplicaciones; grandes sectores de la cibernética, de la ciencia de los sistemas y de las ciencias de la información, entran dentro de lo que denominamos informática (UNESCO 1978, prólogo 1-2).

      Como puede observarse, informática no ha significado en castellano lo mismo en sus orígenes como en la actualidad, y por esta razón su traducción desde y hacia otros idiomas no es automática ni exactamente equivalente en el tiempo.

      La conocida diferencia de puntos de vista entre los autores de Estados Unidos, los europeos occidentales y los europeos orientales acerca del concepto de documentación fue arrastrada hacia estos neologismos y los nuevos conceptos, por lo que desde hace décadas hay diferencias entre ellos; la controversia principal es si el objeto de estudio de esas disciplinas giraba alrededor del tratamiento de los datos o el de la información. Vicentini (1971) hizo un excelente compendio de ello. Donald Knuth, el gran genio estadounidense de los temas computacionales, lo resumió así: “[…] La ciencia de la computación es conocida como ‘informática’ en francés, alemán y otras lenguas, pero los investigadores estadounidenses han sido reticentes en adoptar ese término ya que parece poner énfasis en la materia que las computadoras manejan, más que en el proceso de manipulación en sí mismo” (Knuth 1996, 3). Perales menciona al respecto:

      […] si consideramos que en los países de habla inglesa, francesa, italiana y germana existe una verdadera anarquía terminológica para aquellas actividades que no se han desenvuelto en sus propios laboratorios, talleres y gabinetes, pues a falta de términos propios en materia de documentación e información se han improvisado varias denominaciones para la misma cosa y viceversa, de ahí que exista dificultad en establecer una jerarquía terminológica, y el problema se agrava aún más cuando hay necesidad de traducir al español dicho vocabulario (Perales 1970, 71).

      Al margen de debates y argumentaciones académicas, parece que el verdadero trasfondo de estas diferencias consistió en que en esos años la Guerra fría estaba en su apogeo, y los estadounidenses estuvieron reacios a aceptar definiciones mundiales provenientes de los rusos. Renato Iturriaga lo expresó así:

      […] Los americanos, los europeos y los soviéticos denominaron a los nacientes objetos de conformidad a una de sus propiedades. Al americano, con mente pragmática empresarial, le atrajo el cómputo como algo útil para calcular insumos, costos y utilidades. Al nuevo objeto le llamó computadora, la cual era producida por la compañía internacional de máquinas para negocios, IBM; en las universidades, a la nueva disciplina le llamaron ciencia de la computación. El francés, con mente cartesiana en busca de un orden matricial, bautiza a la herramienta ordenador, el cual operaba sobre datos; esto es, información, y crea una nueva disciplina, la informática. Los españoles adoptaron esa terminología. El soviético, en el marco de su materialismo dialéctico, le atrajo el concepto de la máquina pensante, por ello denomina a la herramienta cerebro electrónico y a la nueva disciplina le llama cibernética usando

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